En el Estado de México nuevamente estamos en proceso electoral, el cual también es de carácter federal: el próximo 2 de junio de 2024 serán elegidos un total de 20,328 cargos de representación popular.
Se trata de elecciones con dimensiones mayúsculas, por el número de cargos que serán renovados, pero todavía más importante, porque representan la posibilidad de renovar el apoyo popular a la llamada Cuarta Transformación, como un proyecto de Estado que arrancó en 2018 con la victoria de López Obrador.
A vuelo de pájaro, las elecciones nacionales de 2024 suponen la renovación de la Presidencia, ambas Cámaras del Congreso de la Unión, ocho gubernaturas (Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán), la Jefatura del Gobierno de la CDMX, 1803 presidenciales municipales y cerca de otros 17 mil cargos municipales, entre regidurías, sindicaturas y cargos auxiliares.
A excepción de Coahuila, todos las entidades federativas renovarán sus Congresos lo que implica el futuro respaldo legislativo para las y los gobernadores, de los cuales 22 son de Morena, cinco del PAN, dos del PRI, dos de MC y uno del PVEM. Y para la próxima presidenta de México (que, hasta ahora todo indica que será mujer) se juega la posibilidad de que la mayoría legislativa sea de su partido o, caso contrario, enfrente un escenario de gobierno dividido.
Este balance político da contexto a las elecciones del próximo año, las cuales tiene su propia lectura para el Estado de México.
De los 97 millones de electores que cuentan con credencial para votar vigente, 12.7 son del Estado de México, lo que significa que la entidad podría aportar 13 votos por cada 100 a alguna de las virtuales candidatas presidenciales.
En 2024, en el estado serán renovadas las 75 diputaciones que integran la Legislatura, así como los 125 ayuntamientos. Ante ello, Morena llega con un importante nivel de competitividad, no sólo respecto a los partidos de oposición sino también en relación con su propio desempeño electoral mostrado en elecciones pasadas.
Un dato que resuena es que la hoy gobernadora, la maestra Delfina Gómez, es quien más votos ha recibido en la historia de la entidad, con poco más de 3.3 millones de sufragios. Morena llega fuerte a 2024, en términos simbólicos (haber derrotado a la hegemonía priista) y en términos territoriales, con un sólido control político en el oriente del estado y la posibilidad de recuperar municipios importantes perdidos en 2021.
Para la gobernadora Delfina Gómez las próximas elecciones significan la definición de la mayoría legislativa que acompañará su agenda de reformas legales y constitucionales, la cual, según ha dejado ver, será fundamental en el primer tramo de su gobierno.