/ viernes 27 de abril de 2018

Análisis y Reflexión


Ecos del debate presidencial

El pasado domingo 22 de abril, con gran expectativa ciudadana, se llevó a cabo el primero de tres debates que sostendrán los cinco candidatos a la presidencia de la República: Margarita Zavala Gómez del Campo; Ricardo Anaya; Andrés Manuel López Obrador; José Antonio Meade y Jaime Rodríguez Calderón el “Bronco”, quienes buscan afanosamente el voto ciudadano para la jornada electoral del próximo 1 de julio.

El debate presentó un formato novedoso y diferente a los que anteriormente se venían utilizando, por cierto éstos se realizan en México desde el año de 1994; (Zedillo, Cárdenas y Fernández de Cevallos fueron los primeros).

El debate del pasado domingo fue diferente en contenido y fondo con reglas que facilitaron la confrontación de ideas, en donde resaltó la presencia de los tres moderadores: Denisse Maerker, Sergio Sarmiento y Azucena Uresti, quizá demasiado protagónicos sin ser su papel, pues deben dejar mayormente la alocución a los propios candidato, el debate de este año demostró por desgracia nuestra poca cultura política poco acostumbrada al debate político.

En tal sentido, el “encuentro” fue el reflejo de las últimas encuestas que se han presentado, en donde los rezagados demostraron su obligación de atacar al que ocupa el primer lugar en las encuestas, aunque una elección político-electoral se gana con votos; no con encuestas, ni con debates; por otro lado es necesario precisar que aún es muy largo el camino que tienen que recorrer para la elección del 1 de julio, desde mi óptica no hay ganador ni perdedor del debate.

Sin embargo el debate del domingo sí dejó ver el talante, las emociones, la experiencia y preparación de cada uno de los personajes, así entonces los candidatos se vieron de la siguiente manera:

Margarita Zavala, sorprendió al auditorio pues apareció como una candidata independiente preparada, estudiosa abogada, su error fue tratar de defender lo indefendible; el gobierno de sus esposo Felipe Calderón.

Andrés Manuel López Obrador se distingue como el candidato más experimentado, pues es la tercera ocasión que debate en su calidad de candidato a la presidencia de la República (2006, 2012 y 2018), pero careció de preparación para debatir lo que indudablemente le resta puntos en su imagen, como él mismo expresó, no se disciplinó y se dedicó más a pegar las estampas del álbum del mundial de su hijo, lástima de oportunidad.

Ricardo Anaya dejó ver una persona preparada, estudiosa y agresivo, que sin embargo mucho le afectan sus negocios y “moches” de corrupción en Querétaro.

José Antonio Meade se le notó cansado, aunque estudioso y preparado, sin embargo repitió los promocionales de la propaganda priista, ojalá y esta experiencia le sirva para convertirse en un candidato agresivo, creativo, imaginativo con propuestas y soluciones para resolver los múltiples problemas que aquejan a la nación.

Jaime Rodríguez el “Bronco” sobra en la boleta electoral, agresivo e ignorante, desconoce que la pena de mutilación está prohibida por la Constitución, es decir se vio poco creativo y como su apelativo “broncudo”.

Con mayor interés esperaremos el debate del próximo 20 de mayo.


Ecos del debate presidencial

El pasado domingo 22 de abril, con gran expectativa ciudadana, se llevó a cabo el primero de tres debates que sostendrán los cinco candidatos a la presidencia de la República: Margarita Zavala Gómez del Campo; Ricardo Anaya; Andrés Manuel López Obrador; José Antonio Meade y Jaime Rodríguez Calderón el “Bronco”, quienes buscan afanosamente el voto ciudadano para la jornada electoral del próximo 1 de julio.

El debate presentó un formato novedoso y diferente a los que anteriormente se venían utilizando, por cierto éstos se realizan en México desde el año de 1994; (Zedillo, Cárdenas y Fernández de Cevallos fueron los primeros).

El debate del pasado domingo fue diferente en contenido y fondo con reglas que facilitaron la confrontación de ideas, en donde resaltó la presencia de los tres moderadores: Denisse Maerker, Sergio Sarmiento y Azucena Uresti, quizá demasiado protagónicos sin ser su papel, pues deben dejar mayormente la alocución a los propios candidato, el debate de este año demostró por desgracia nuestra poca cultura política poco acostumbrada al debate político.

En tal sentido, el “encuentro” fue el reflejo de las últimas encuestas que se han presentado, en donde los rezagados demostraron su obligación de atacar al que ocupa el primer lugar en las encuestas, aunque una elección político-electoral se gana con votos; no con encuestas, ni con debates; por otro lado es necesario precisar que aún es muy largo el camino que tienen que recorrer para la elección del 1 de julio, desde mi óptica no hay ganador ni perdedor del debate.

Sin embargo el debate del domingo sí dejó ver el talante, las emociones, la experiencia y preparación de cada uno de los personajes, así entonces los candidatos se vieron de la siguiente manera:

Margarita Zavala, sorprendió al auditorio pues apareció como una candidata independiente preparada, estudiosa abogada, su error fue tratar de defender lo indefendible; el gobierno de sus esposo Felipe Calderón.

Andrés Manuel López Obrador se distingue como el candidato más experimentado, pues es la tercera ocasión que debate en su calidad de candidato a la presidencia de la República (2006, 2012 y 2018), pero careció de preparación para debatir lo que indudablemente le resta puntos en su imagen, como él mismo expresó, no se disciplinó y se dedicó más a pegar las estampas del álbum del mundial de su hijo, lástima de oportunidad.

Ricardo Anaya dejó ver una persona preparada, estudiosa y agresivo, que sin embargo mucho le afectan sus negocios y “moches” de corrupción en Querétaro.

José Antonio Meade se le notó cansado, aunque estudioso y preparado, sin embargo repitió los promocionales de la propaganda priista, ojalá y esta experiencia le sirva para convertirse en un candidato agresivo, creativo, imaginativo con propuestas y soluciones para resolver los múltiples problemas que aquejan a la nación.

Jaime Rodríguez el “Bronco” sobra en la boleta electoral, agresivo e ignorante, desconoce que la pena de mutilación está prohibida por la Constitución, es decir se vio poco creativo y como su apelativo “broncudo”.

Con mayor interés esperaremos el debate del próximo 20 de mayo.