/ viernes 5 de abril de 2019

Cirugía Política


Ecos de Festiva

El domingo pasado llegó a su fin el festival más importante que haya tenido lugar en Toluca en su historia reciente. Más allá de las críticas de quienes están a favor o en contra, este evento trajo consigo la participación de talento local, nacional e internacional, para regocijo de todo aquel que visitó alguna de las plazas públicas tanto del centro de la ciudad como de sus comunidades.

Festiva no pretende ser simplemente jolgorio o pachanga. Festiva pretende ser el festival cultural más importante del centro del país. Un evento que se alinea en la ruta de los festejos que tendremos dentro de tres años por los cinco siglos que cumplirá nuestra ciudad.

Festiva es motivo de reencuentro entre los toluqueños que vivían acongojados y con miedo de salir a la calle y disfrutar sus plazas, parques y jardines. Festiva es el mensaje más claro de que los toluqueños quieren vivir en tranquilidad y en paz. Las plazas llenas así lo atestiguaron.

Festiva es pretexto ideal para redescubrir sus museos, restaurantes, cafés y tradiciones. Festiva cumple una misión social muy importante por la gratuidad de sus eventos: poner al servicio de todos la cultura, el arte popular, la música clásica, la obra fotográfica, el teatro, el jazz, el blues, los cuentos, la palabra hecha poesía y la música popular. En festiva vi bailar a los más acaudalados, pero también a aquellos que nada poseen más que sus sentimientos y emociones. Atestiguamos rostros llenos de emoción y de ilusiones. Jóvenes, parejas abrazadas con rostros pletóricos de emoción coreando a sus artistas favoritos. Desposeídos escuchando arias en los portales o en la capilla exenta y niños y adultos gozando de la adrenalina en los juegos mecánicos. Festiva cumplió pues, con una parte social que algunos se niegan a entender: Festiva es un fino reparador del tejido social; constructor de confianza ciudadana y enaltecedor de los valores más supremos del ser humano. Festiva es, en buena parte, alimento para el alma y detonador económico para nuestro municipio. Después de muchos años este fin de semana tuvimos autobuses con visitantes que se organizaron desde Michoacán, Atlacomulco, Jilotepec y Ciudad de México, sólo por mencionar algunos.

Festiva 2019 ha terminado y nos deja un grato sabor de boca. Todos lo hemos hecho posible: autoridades, pueblo, visitantes, artistas, comerciantes, trabajadores, etc., a todos ellos, a todos nosotros, gracias. Nos queda mucho por mejorar, pero una cosa es bien cierta: festiva ya tiene dueño; festiva es ya patrimonio de los toluqueños.


Ecos de Festiva

El domingo pasado llegó a su fin el festival más importante que haya tenido lugar en Toluca en su historia reciente. Más allá de las críticas de quienes están a favor o en contra, este evento trajo consigo la participación de talento local, nacional e internacional, para regocijo de todo aquel que visitó alguna de las plazas públicas tanto del centro de la ciudad como de sus comunidades.

Festiva no pretende ser simplemente jolgorio o pachanga. Festiva pretende ser el festival cultural más importante del centro del país. Un evento que se alinea en la ruta de los festejos que tendremos dentro de tres años por los cinco siglos que cumplirá nuestra ciudad.

Festiva es motivo de reencuentro entre los toluqueños que vivían acongojados y con miedo de salir a la calle y disfrutar sus plazas, parques y jardines. Festiva es el mensaje más claro de que los toluqueños quieren vivir en tranquilidad y en paz. Las plazas llenas así lo atestiguaron.

Festiva es pretexto ideal para redescubrir sus museos, restaurantes, cafés y tradiciones. Festiva cumple una misión social muy importante por la gratuidad de sus eventos: poner al servicio de todos la cultura, el arte popular, la música clásica, la obra fotográfica, el teatro, el jazz, el blues, los cuentos, la palabra hecha poesía y la música popular. En festiva vi bailar a los más acaudalados, pero también a aquellos que nada poseen más que sus sentimientos y emociones. Atestiguamos rostros llenos de emoción y de ilusiones. Jóvenes, parejas abrazadas con rostros pletóricos de emoción coreando a sus artistas favoritos. Desposeídos escuchando arias en los portales o en la capilla exenta y niños y adultos gozando de la adrenalina en los juegos mecánicos. Festiva cumplió pues, con una parte social que algunos se niegan a entender: Festiva es un fino reparador del tejido social; constructor de confianza ciudadana y enaltecedor de los valores más supremos del ser humano. Festiva es, en buena parte, alimento para el alma y detonador económico para nuestro municipio. Después de muchos años este fin de semana tuvimos autobuses con visitantes que se organizaron desde Michoacán, Atlacomulco, Jilotepec y Ciudad de México, sólo por mencionar algunos.

Festiva 2019 ha terminado y nos deja un grato sabor de boca. Todos lo hemos hecho posible: autoridades, pueblo, visitantes, artistas, comerciantes, trabajadores, etc., a todos ellos, a todos nosotros, gracias. Nos queda mucho por mejorar, pero una cosa es bien cierta: festiva ya tiene dueño; festiva es ya patrimonio de los toluqueños.

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