Desde que AMLO asumió el poder, ha sido calumniado. De eso, su esposa, doctora Beatriz Gutiérrez Müller, no está a salvo.
Personas inescrupulosas, aprovechando las redes sociales, no pierden oportunidad para agraviarlos.
Hace un par de días, una de esas, intencionalmente deformó una declaración de la doctora.
Subió a su cuenta twitter un razonamiento personal sobre el cáncer.
“Gracias a la ciencia hemos aprendido que la Selección Natural es un hecho comprobado y comprobable. A veces es doloroso voltear a la realidad y contemplar que la mayoría de las veces los tratamientos contra el cáncer rara vez funcionan”.
Son hechos, no sentimentalismos.
Escribió la señora.
El señor, malinterpretando el texto, apuntó. “Causa gran indignación nacional el mensaje de la esposa de López Obrador en torno a que los niños enfermos de cáncer van a morir por las leyes de la Selección Natural,
Y por esta apreciación de parte de la 4ª. Transformación, no vale la pena invertir mucho dinero en el tratamiento del cáncer”.
Vea lector, en el mensaje auténtico de la señora esposa del presidente, no va dirigido a los niños enfermos; menos en él dice que la 4ª. Transformación no invertirá dinero en el tratamiento de los infantes. Esto, dolosamente el reconocido profesional del derecho, agregó para confundir a los lectores, o usuarios de Facebook.
Desorientar a la opinión pública es función de estos activistas, al servicio de la derecha resentida. Su empeño en desprestigiar al gobierno de la república, no creo sea gratuito.
La reacción de quienes juzgan como él al presidente de la República fue inmediata.
Los adjetivos que adjudicaron a la señora López Obrador, son totalmente oprobiosos. Los derechairos, incapaces de construir ideas propositivas, con lenguaje propio de gente sin principios, la insultan. Hirientes son los que le proferido.
Los mexicanos carecemos de cultura política. Por esa incultura, la democracia electoral de nuestro país ha sido burlada. En 2018, el pueblo culto e inculto, por su extraordinaria participación masiva en favor del candidato más sincero, dio una lección de apoyo popular; ejemplo suficiente, para evitar uno más de los “tradicionales” fraudes electorales.
Por ese analfabetismo político los líderes de los partidos políticos, aprovechan esas personas para denigrar las políticas del presidente López Obrador. Tan iletrados están esos y estos, que no reconocen el hallazgo hecho por AMLO, en el puerto de Veracruz.
Quizá la tengan los estudiosos, investigadores, o teóricos de la ciencia política. Excepcional sería que un “político” la tenga. Es difícil que el mexicano que elementalmente conoce la educación escolar, acceda al dominio de ese género cultural.
¿Cuántas generaciones en México faltan para alcanzar ese estatu quo? Bienaventurado será el pueblo cuando la imponga y consolide.
