Todo esfuerzo que se haga para evitar la corrupción es benéfico para la sociedad, por ello la gran importancia de contar con un Comité de Participación Ciudadana (CPC) del Sistema Anticorrupción del Estado de México y lo que debieran ser 125 municipales, que en la realidad hay muchos no instalados.
Si bien es relevante el accionar de estos Comités, trascendente sería que tuvieran más herramientas para lograr su objetivo principal, que es disminuir los eventos de corrupción hasta llegar a erradicarlos, pero para ello se requiere de un esfuerzo mayor, que implica recursos humanos, técnicos y económicos, pero sin duda vale la pena.
Recientemente, el Mtro. Arturo Huicochea Alanís, Presidente del Instituto de Administración Pública del Estado de México, en reunión con los integrantes del CPC, propuso hacer un estudio diagnóstico para saber justamente donde se dan los casos de corrupción, en que trámites, procesos, mecanismos y hasta horarios, para lo cual se deben hacer muestreos que den certeza e identificación de un problema que muchos sabemos que existe, pero no con la seguridad de un comportamiento cíclico que afecta a ciudadanos y lacera al gobierno en cualquiera de sus ámbitos, en lo cual coincidimos de forma absoluta.
Con esta información, ya se pueden tomar decisiones de cara a un control y ojalá erradicación del problema, pues se podría medir el comportamiento en un proceso en específico que indudablemente deberá transformarse en un cambio deseable.
Por supuesto que no será fácil, pero encontrando la punta de la madeja, seguramente se desarticularán varias formas de abuso de poder y de generación de recursos de forma inapropiada e indolente.
El fenómeno de la corrupción no necesariamente tiene un comportamiento homogéneo, es decir, presenta características específicas según el trámite, municipio, región, o condición de la víctima y victimario, en la dirección que se considere, por lo cual tener un estudio formal, con actualizaciones periódicas será la mejor herramienta que los Comités Anticorrupción puedan tener, como punto de partida.
Con esta información se deben establecer políticas públicas que blinden los trámites y permitan tener avances sin retroceso, porque la corrupción lastima, hiere y en muchas ocasiones acaba con el patrimonio de las personas, empresas y organizaciones.
El primer paso está dado, ahora se debe dar rumbo y no quitar el dedo del renglón con un combate estratégico y organizado.
