/ martes 20 de julio de 2021

Con Valor Agregado | Dejemos la indiferencia por un momento

A partir de ayer el semáforo epidemiológico en el Estado de México cambió o retrocedió a color amarillo, los contagios van al alza, pero las hospitalizaciones y defunciones están en una meseta.

Resulta muy lamentable que mientras las empresas hacen un esfuerzo extraordinario por contener la pandemia impulsando medidas sanitarias, desinfecciones periódicas, controles de acceso y hasta pruebas rápidas en algunos casos, se estén dando aglomeraciones masivas en eventos populares.

Hace algunos meses, mucho se habló del exceso de fiestas familiares y eventos sociales con demasiados asistentes, donde se tuvo que apelar a la conciencia social para disminuirlas, o bien limitarlas cada uno por voluntad propia, aun cuando las disposiciones jurídicas publicadas en la Gaceta del Gobierno expresan el impedimento de eventos masivos, pero desafortunadamente, en la práctica, la inconciencia persiste.

En muchas demarcaciones se han realizado eventos masivos como bailes y eventos donde hay un cobro por el acceso y para ello, se requiere una autorización de la autoridad municipal, no sabemos si la otorgaron o no, pero lo que si sabemos es que este tipo de eventos lo promocionan principalmente en redes sociales, sin restricción, son eventos difíciles de ocultar por su magnitud, así que en caso de que los ayuntamientos no den su consentimiento para realizarlo, al percatarse del evento, a través de sus elementos de seguridad pública, principalmente, deben proceder a suspender el evento, o dar aviso al siguiente nivel de autoridad en temas sanitarios, o simplemente disuadir el conglomerado y responsabilizar a los organizadores.

La falta de seriedad hacia la pandemia nos ha devuelto al color amarillo, la indiferencia y la arbitrariedad ha propiciado que estos bailes o conciertos populares, se constituyan como un centro de contagio de alta exposición, principalmente para los jóvenes que asisten a los mismos, sin perder de vista que se trata de ciudadanos que aún no están vacunados y por ello los contagios en ese grupo de edades.

Llevamos más de 16 meses con pandemia, contingencia, sana distancia, gel antibacterial, cubrebocas, tapetes sanitizantes, entre otras, pero la falta de estas medidas constituyen un retroceso en el combate a la enfermedad, no demos pasos atrás, seamos responsables y no acudamos a estos eventos masivos carentes de medidas sanitarias, solo con la voluntad de todos y acatando las medidas sanitarias lograremos encontrar la luz al final del túnel.

A partir de ayer el semáforo epidemiológico en el Estado de México cambió o retrocedió a color amarillo, los contagios van al alza, pero las hospitalizaciones y defunciones están en una meseta.

Resulta muy lamentable que mientras las empresas hacen un esfuerzo extraordinario por contener la pandemia impulsando medidas sanitarias, desinfecciones periódicas, controles de acceso y hasta pruebas rápidas en algunos casos, se estén dando aglomeraciones masivas en eventos populares.

Hace algunos meses, mucho se habló del exceso de fiestas familiares y eventos sociales con demasiados asistentes, donde se tuvo que apelar a la conciencia social para disminuirlas, o bien limitarlas cada uno por voluntad propia, aun cuando las disposiciones jurídicas publicadas en la Gaceta del Gobierno expresan el impedimento de eventos masivos, pero desafortunadamente, en la práctica, la inconciencia persiste.

En muchas demarcaciones se han realizado eventos masivos como bailes y eventos donde hay un cobro por el acceso y para ello, se requiere una autorización de la autoridad municipal, no sabemos si la otorgaron o no, pero lo que si sabemos es que este tipo de eventos lo promocionan principalmente en redes sociales, sin restricción, son eventos difíciles de ocultar por su magnitud, así que en caso de que los ayuntamientos no den su consentimiento para realizarlo, al percatarse del evento, a través de sus elementos de seguridad pública, principalmente, deben proceder a suspender el evento, o dar aviso al siguiente nivel de autoridad en temas sanitarios, o simplemente disuadir el conglomerado y responsabilizar a los organizadores.

La falta de seriedad hacia la pandemia nos ha devuelto al color amarillo, la indiferencia y la arbitrariedad ha propiciado que estos bailes o conciertos populares, se constituyan como un centro de contagio de alta exposición, principalmente para los jóvenes que asisten a los mismos, sin perder de vista que se trata de ciudadanos que aún no están vacunados y por ello los contagios en ese grupo de edades.

Llevamos más de 16 meses con pandemia, contingencia, sana distancia, gel antibacterial, cubrebocas, tapetes sanitizantes, entre otras, pero la falta de estas medidas constituyen un retroceso en el combate a la enfermedad, no demos pasos atrás, seamos responsables y no acudamos a estos eventos masivos carentes de medidas sanitarias, solo con la voluntad de todos y acatando las medidas sanitarias lograremos encontrar la luz al final del túnel.