/ martes 2 de marzo de 2021

Con Valor Agregado | Hacia una reactivación total

La estrategia para la recuperación económica debe ser integral, esta semana nuevamente transitamos al semáforo epidemiológico color naranja, dejamos atrás 72 días de color rojo, dejando ahí la temporada más importante del año para muchos sectores económicos como el comercio y servicios turísticos, a cambio de ello, habrá que evaluar el impacto en términos de salud pública.

A un año de la presencia del primer caso positivo de Covid-19 en el país, hemos comprendido que la vida no puede detenerse y hacer una pausa indefinida hasta que se erradique el virus, sin duda se han modificado los hábitos de cada una de las personas para lograr convivir, lo más lejano posible, a las fuentes de infección. De igual manera las empresas han transitado a nuevas formas de operar, muchas no podrán contarlo y otras tendrán que esperar para restablecer su operación.

Mención aparte merece la aplicación de las vacunas contra Covid-19, si bien es la mayor luz que observamos para salir de esta contingencia, es real que debemos mantener las medidas sanitarias al extremo en lo individual y extrapolarlas a los distintos roles que mantenemos en familia, trabajo y como ente social en general.

El regreso de diversas actividades de servicios como cines, teatros, gimnasios, zoológicos, albercas, spa, actividades acuáticas, vapores, baños públicos, albercas, parques, entre otros, así como el mantenimiento de aforos para otras actividades, permiten, en primera instancia, mantener vivos a muchos sectores que prácticamente estaban desaparecidos por falta de operación durante mucho tiempo. Aún no están todas las actividades en funcionamiento, pero esperamos que pronto, los que hacen falta, también puedan trabajar, la razón es simple y reiterada, debemos vivir y convivir con la pandemia, ya es responsabilidad de cada uno el cuidado que ponemos a la misma.

Por ningún motivo promovemos una especie de sorteo de la pandemia, muy por el contrario, si seguimos todos los protocolos de salud y establecemos algunos adicionales en casa, el riesgo disminuye, lo que permite que las familias puedan seguir saliendo a trabajar, llevando sustento a sus hogares y de forma implícita, reactivando la economía.

El gobierno, desde su trinchera también debe tomar medidas en favor de la economía y de los generadores de empleo, dotando de facilidades impositivas e impulso para la creación de nuevas fuentes laborales con lo que pueda visualizarse una recuperación económica llevadera.

La estrategia para la recuperación económica debe ser integral, esta semana nuevamente transitamos al semáforo epidemiológico color naranja, dejamos atrás 72 días de color rojo, dejando ahí la temporada más importante del año para muchos sectores económicos como el comercio y servicios turísticos, a cambio de ello, habrá que evaluar el impacto en términos de salud pública.

A un año de la presencia del primer caso positivo de Covid-19 en el país, hemos comprendido que la vida no puede detenerse y hacer una pausa indefinida hasta que se erradique el virus, sin duda se han modificado los hábitos de cada una de las personas para lograr convivir, lo más lejano posible, a las fuentes de infección. De igual manera las empresas han transitado a nuevas formas de operar, muchas no podrán contarlo y otras tendrán que esperar para restablecer su operación.

Mención aparte merece la aplicación de las vacunas contra Covid-19, si bien es la mayor luz que observamos para salir de esta contingencia, es real que debemos mantener las medidas sanitarias al extremo en lo individual y extrapolarlas a los distintos roles que mantenemos en familia, trabajo y como ente social en general.

El regreso de diversas actividades de servicios como cines, teatros, gimnasios, zoológicos, albercas, spa, actividades acuáticas, vapores, baños públicos, albercas, parques, entre otros, así como el mantenimiento de aforos para otras actividades, permiten, en primera instancia, mantener vivos a muchos sectores que prácticamente estaban desaparecidos por falta de operación durante mucho tiempo. Aún no están todas las actividades en funcionamiento, pero esperamos que pronto, los que hacen falta, también puedan trabajar, la razón es simple y reiterada, debemos vivir y convivir con la pandemia, ya es responsabilidad de cada uno el cuidado que ponemos a la misma.

Por ningún motivo promovemos una especie de sorteo de la pandemia, muy por el contrario, si seguimos todos los protocolos de salud y establecemos algunos adicionales en casa, el riesgo disminuye, lo que permite que las familias puedan seguir saliendo a trabajar, llevando sustento a sus hogares y de forma implícita, reactivando la economía.

El gobierno, desde su trinchera también debe tomar medidas en favor de la economía y de los generadores de empleo, dotando de facilidades impositivas e impulso para la creación de nuevas fuentes laborales con lo que pueda visualizarse una recuperación económica llevadera.