/ viernes 27 de diciembre de 2019

Con Valor Agregado | Impacto social del desarrollo


Cuando hablamos de Producto Interno Bruto (PIB) nos referimos al conjunto de bienes y servicios producidos en un país o estado durante un periodo de tiempo determinado, generalmente un año, pero esta no es la única forma de medición que refleja el estado de una sociedad, por ello la organización Social Progress Imperative, a partir de 2014 realizó el estudio denominado Índice de Progreso Social (IPS), que resulta un gran complemento para el PIB.

Este 2019, la creadora del estudio acompañada de la Organización No Gubernamental (ONG), México ¿cómo vamos?, dieron a conocer los resultados, en lo individual, para los estados del país, con la firme convicción de aportar nuevos datos que pudieran transformarse en políticas públicas para el beneficio de la sociedad.

De manera global, México se encuentra en el lugar 55 de 149 países evaluados, lo cual lo ubica en la categoría de progreso social “Medio Alto”, aspirando llegar en algún momento a la máxima categoría dos escalones arriba de su actual estatus. Los lugares de honor fueron ocupados por Noruega, Dinamarca y Suiza, mientras que los últimos fueron para República Centroafricana y Sudán del Sur.

Adentrándonos al IPS en lo estatal, los primeros lugares fueron ocupados por Nuevo León, Querétaro y Aguascalientes, en ese orden, mientras que el Estado de México se quedó con el lugar 18 de 32.

En un primer rubro llamado Necesidades Humanas Básicas, el Estado de México obtuvo 78.68 puntos de 100 posibles, que incluye Nutrición y Cuidados Médicos Básicos, Agua y Saneamiento, Vivienda y Seguridad Personal. En cuanto a Fundamentos del Bienestar como segundo pilar, se alcanzaron 70.34 puntos, que comprende Acceso a Conocimientos Básicos, Acceso a Información y Comunicaciones, Salud y Bienestar, así como Calidad Medioambiental.

En el tercer y último pilar denominado Oportunidades, la entidad mexiquense obtuvo 53.66 puntos, donde se incluyen las variables Derechos Personales, Libertad Personal y de Elección, Inclusión y Acceso a la Educación Superior.

Cohesionar estas métricas, es uno de los retos del gobierno federal y estatal, es decir, fusionar lo cuantitativo con lo cualitativo y que esta información sea punto de partida para el desarrollo e implementación de políticas públicas. Si bien, lo normal es medir el crecimiento de un estado en términos económicos y cuantitativos, lo cierto es que no solo el escenario macroeconómico es fundamental para medir el desarrollo; sino que a nivel micro o bienestar familiar y personal da pauta del alcance y equilibrio de las acciones públicas y de gobernabilidad que logren mejorar la calidad de vida de los mexicanos, tema que debería ser prioritario para todo gobierno.



Cuando hablamos de Producto Interno Bruto (PIB) nos referimos al conjunto de bienes y servicios producidos en un país o estado durante un periodo de tiempo determinado, generalmente un año, pero esta no es la única forma de medición que refleja el estado de una sociedad, por ello la organización Social Progress Imperative, a partir de 2014 realizó el estudio denominado Índice de Progreso Social (IPS), que resulta un gran complemento para el PIB.

Este 2019, la creadora del estudio acompañada de la Organización No Gubernamental (ONG), México ¿cómo vamos?, dieron a conocer los resultados, en lo individual, para los estados del país, con la firme convicción de aportar nuevos datos que pudieran transformarse en políticas públicas para el beneficio de la sociedad.

De manera global, México se encuentra en el lugar 55 de 149 países evaluados, lo cual lo ubica en la categoría de progreso social “Medio Alto”, aspirando llegar en algún momento a la máxima categoría dos escalones arriba de su actual estatus. Los lugares de honor fueron ocupados por Noruega, Dinamarca y Suiza, mientras que los últimos fueron para República Centroafricana y Sudán del Sur.

Adentrándonos al IPS en lo estatal, los primeros lugares fueron ocupados por Nuevo León, Querétaro y Aguascalientes, en ese orden, mientras que el Estado de México se quedó con el lugar 18 de 32.

En un primer rubro llamado Necesidades Humanas Básicas, el Estado de México obtuvo 78.68 puntos de 100 posibles, que incluye Nutrición y Cuidados Médicos Básicos, Agua y Saneamiento, Vivienda y Seguridad Personal. En cuanto a Fundamentos del Bienestar como segundo pilar, se alcanzaron 70.34 puntos, que comprende Acceso a Conocimientos Básicos, Acceso a Información y Comunicaciones, Salud y Bienestar, así como Calidad Medioambiental.

En el tercer y último pilar denominado Oportunidades, la entidad mexiquense obtuvo 53.66 puntos, donde se incluyen las variables Derechos Personales, Libertad Personal y de Elección, Inclusión y Acceso a la Educación Superior.

Cohesionar estas métricas, es uno de los retos del gobierno federal y estatal, es decir, fusionar lo cuantitativo con lo cualitativo y que esta información sea punto de partida para el desarrollo e implementación de políticas públicas. Si bien, lo normal es medir el crecimiento de un estado en términos económicos y cuantitativos, lo cierto es que no solo el escenario macroeconómico es fundamental para medir el desarrollo; sino que a nivel micro o bienestar familiar y personal da pauta del alcance y equilibrio de las acciones públicas y de gobernabilidad que logren mejorar la calidad de vida de los mexicanos, tema que debería ser prioritario para todo gobierno.