/ martes 22 de junio de 2021

Con Valor Agregado | Impulso a la vacunación

Hace un año, cuando las empresas cerraron y detuvieron sus producciones por la contingencia sanitaria, la luz al final del túnel y la esperanza, estaban fincadas en el descubrimiento de la vacuna contra el COVID-19, hoy que ya la tenemos, quizá en volúmenes no suficientes, pero avanzando en grupos de edades cada vez más jóvenes, resulta que los centros de aplicación del biológico, no están siendo tan visitados.

En el Estado de México la población de 40 – 49 años es tres veces más grande que la de 50 – 59 años, estos últimos ya casi inmunizados en su totalidad en la entidad y los primeros avanzando en la primera dosis, sin embargo, este grupo de población en edad altamente productiva, con responsabilidad de ser cabeza de familia y participación en la manutención de sus familias, no está acudiendo a los centros de vacunación en la proporción que lo hicieron los adultos mayores en su momento.

Hay varias hipótesis que se pueden observar ante ese fenómeno, la primera es que no se pueden ausentar de sus labores profesionales o de sus negocios personales ya que un día de cierre significa no obtener recursos para subsistir, otra posibilidad es que hay desinterés, indiferencia y poca voluntad por recibir la vacuna.

Cualquiera de estas opciones o las adicionales que se consideren, son un acto de irresponsabilidad por parte de los ciudadanos que deciden no inmunizarse, en el caso de las empresas, sin ser obligatorio, debieran exhortar a sus empleados para que acudan a vacunarse y de ser posible exhibir su comprobante para anexarlo a su expediente, en un acto de voluntad, no de imposición, porque la inmunidad de rebaño solo se podrá alcanzar si todos quienes cumplimos con la edad establecida por el Gobierno Federal, somos inmunizados.

Pero esta inmunidad también será progresiva, se tendrá que tener primero en el núcleo familiar, después en los centros laborales, colonias, municipios, regiones, estados y finalmente país, pero debemos ser conscientes, acudir a los llamados a vacunación, de acuerdo al orden que dispone el Gobierno Federal en concordancia con el estatal y los municipales.

No perdamos de vista que ahora los Centros de vacunación serán regionales, es decir, ya no habrá en cada municipio, ahora será en sedes metropolitanas o con amplio radio de acción a donde tendrán que acudir los interesados y vacunarse.

Como empresarios exhortemos a nuestros empleados a inmunizarse y brindemos las facilidades necesarias para que acudan a los Centros destinados para ello y como sociedad hagamos una campaña de invitación a la población en general, que cumpla con las característica de edad o condición que se establezca por el Gobierno Federal para que pronto logremos regresar paulatinamente a nuestra tranquilidad y evitemos retrocesos en el semáforo epidemiológico, como ha ocurrido en diversos estados.

Hace un año, cuando las empresas cerraron y detuvieron sus producciones por la contingencia sanitaria, la luz al final del túnel y la esperanza, estaban fincadas en el descubrimiento de la vacuna contra el COVID-19, hoy que ya la tenemos, quizá en volúmenes no suficientes, pero avanzando en grupos de edades cada vez más jóvenes, resulta que los centros de aplicación del biológico, no están siendo tan visitados.

En el Estado de México la población de 40 – 49 años es tres veces más grande que la de 50 – 59 años, estos últimos ya casi inmunizados en su totalidad en la entidad y los primeros avanzando en la primera dosis, sin embargo, este grupo de población en edad altamente productiva, con responsabilidad de ser cabeza de familia y participación en la manutención de sus familias, no está acudiendo a los centros de vacunación en la proporción que lo hicieron los adultos mayores en su momento.

Hay varias hipótesis que se pueden observar ante ese fenómeno, la primera es que no se pueden ausentar de sus labores profesionales o de sus negocios personales ya que un día de cierre significa no obtener recursos para subsistir, otra posibilidad es que hay desinterés, indiferencia y poca voluntad por recibir la vacuna.

Cualquiera de estas opciones o las adicionales que se consideren, son un acto de irresponsabilidad por parte de los ciudadanos que deciden no inmunizarse, en el caso de las empresas, sin ser obligatorio, debieran exhortar a sus empleados para que acudan a vacunarse y de ser posible exhibir su comprobante para anexarlo a su expediente, en un acto de voluntad, no de imposición, porque la inmunidad de rebaño solo se podrá alcanzar si todos quienes cumplimos con la edad establecida por el Gobierno Federal, somos inmunizados.

Pero esta inmunidad también será progresiva, se tendrá que tener primero en el núcleo familiar, después en los centros laborales, colonias, municipios, regiones, estados y finalmente país, pero debemos ser conscientes, acudir a los llamados a vacunación, de acuerdo al orden que dispone el Gobierno Federal en concordancia con el estatal y los municipales.

No perdamos de vista que ahora los Centros de vacunación serán regionales, es decir, ya no habrá en cada municipio, ahora será en sedes metropolitanas o con amplio radio de acción a donde tendrán que acudir los interesados y vacunarse.

Como empresarios exhortemos a nuestros empleados a inmunizarse y brindemos las facilidades necesarias para que acudan a los Centros destinados para ello y como sociedad hagamos una campaña de invitación a la población en general, que cumpla con las característica de edad o condición que se establezca por el Gobierno Federal para que pronto logremos regresar paulatinamente a nuestra tranquilidad y evitemos retrocesos en el semáforo epidemiológico, como ha ocurrido en diversos estados.