/ viernes 4 de diciembre de 2020

Con Valor Agregado | La batalla económica que no termina

El INEGI presentó la segunda edición de la Encuesta sobre el Impacto Económico Generado por COVID-19 en las Empresas, la primera edición fue presentada en julio pasado con datos de abril de 2020.

Esta ocasión, la información presentada corresponde al mes de agosto y refleja que el 79.2% de las empresas continúan afectadas por la disminución de ingresos, 51.2% expresó que tiene baja demanda en los productos o servicios que ofrece, así como 22.8% con escasez de insumos.

De igual forma, el 40.5% de las empresas tuvo que recurrir a la reducción de su plantilla laboral, mientras que en la primera encuesta el 44.9% había tomado esta alternativa, otra acción que tomaron las empresas para hacer frente a la crisis económica derivada de la pandemia, fue la reducción de remuneraciones y prestaciones para su personal, haciendo uso de ese recurso el 46.6% de las empresas, así como cierres temporales o paros técnicos en el 23.1% de las unidades económicas, con una duración promedio de 18 días.

Si bien estos números van a la baja, en contra parte, las empresas han incrementado sus medidas sanitarias para su operación, alcanzando al 98.9% de las grandes, 98.6% de las pymes y al 95.9% de las micro, esto habla de la seriedad que el sector empresarial brinda a las medidas sanitarias, indispensables para operar y controlar los contagios. De igual forma, se implementaron e impulsaron campañas de información y comunicación virtual en el 92.8% de las grandes empresas, 77.5% de pymes y 53.9% de las micro, a sabiendas de que una empresa bien informada puede hacer frente a cualquier tipo de contingencia, incluyendo una sanitaria como la que vivimos.

Notoria relevancia cobra, que las empresas mencionaran que si bien los apoyos han sido insuficientes y por supuesto, en primera instancia quienes los brindan son las autoridades en cualquiera de sus niveles de gobierno, el segundo brazo que más las apoya corresponde a las Cámaras Empresariales, es decir, en épocas duras y complicadas, la unión de sectores y giros salen a flote por sus representados, ahí una de las grandes bondades de pertenecer a estas organizaciones.

Mencionar que las políticas de impulso más solicitadas por las empresas, corresponden a apoyos fiscales con un 61.3% de menciones, aplazamiento de pagos a créditos o servicios en un 40.6%, transferencia de efectivo fue solicitado por 34.4% y acceso a créditos nuevos por un 30.2%.

Finalmente, el 19.3% de las empresas tiene retrasos en el pago de sus deudas, 34.2% de las pymes y 38% de las micro. Sin duda hay afectaciones múltiples, pero los empresarios siguen de pie, dando la batalla a la pandemia tratándose de fuentes productivas generadoras de empleo y dinamizando la economía que tanto demanda la sociedad, que de no atenderse y rendirse, seguro sería de mayor impacto que la crisis sanitaria.

El INEGI presentó la segunda edición de la Encuesta sobre el Impacto Económico Generado por COVID-19 en las Empresas, la primera edición fue presentada en julio pasado con datos de abril de 2020.

Esta ocasión, la información presentada corresponde al mes de agosto y refleja que el 79.2% de las empresas continúan afectadas por la disminución de ingresos, 51.2% expresó que tiene baja demanda en los productos o servicios que ofrece, así como 22.8% con escasez de insumos.

De igual forma, el 40.5% de las empresas tuvo que recurrir a la reducción de su plantilla laboral, mientras que en la primera encuesta el 44.9% había tomado esta alternativa, otra acción que tomaron las empresas para hacer frente a la crisis económica derivada de la pandemia, fue la reducción de remuneraciones y prestaciones para su personal, haciendo uso de ese recurso el 46.6% de las empresas, así como cierres temporales o paros técnicos en el 23.1% de las unidades económicas, con una duración promedio de 18 días.

Si bien estos números van a la baja, en contra parte, las empresas han incrementado sus medidas sanitarias para su operación, alcanzando al 98.9% de las grandes, 98.6% de las pymes y al 95.9% de las micro, esto habla de la seriedad que el sector empresarial brinda a las medidas sanitarias, indispensables para operar y controlar los contagios. De igual forma, se implementaron e impulsaron campañas de información y comunicación virtual en el 92.8% de las grandes empresas, 77.5% de pymes y 53.9% de las micro, a sabiendas de que una empresa bien informada puede hacer frente a cualquier tipo de contingencia, incluyendo una sanitaria como la que vivimos.

Notoria relevancia cobra, que las empresas mencionaran que si bien los apoyos han sido insuficientes y por supuesto, en primera instancia quienes los brindan son las autoridades en cualquiera de sus niveles de gobierno, el segundo brazo que más las apoya corresponde a las Cámaras Empresariales, es decir, en épocas duras y complicadas, la unión de sectores y giros salen a flote por sus representados, ahí una de las grandes bondades de pertenecer a estas organizaciones.

Mencionar que las políticas de impulso más solicitadas por las empresas, corresponden a apoyos fiscales con un 61.3% de menciones, aplazamiento de pagos a créditos o servicios en un 40.6%, transferencia de efectivo fue solicitado por 34.4% y acceso a créditos nuevos por un 30.2%.

Finalmente, el 19.3% de las empresas tiene retrasos en el pago de sus deudas, 34.2% de las pymes y 38% de las micro. Sin duda hay afectaciones múltiples, pero los empresarios siguen de pie, dando la batalla a la pandemia tratándose de fuentes productivas generadoras de empleo y dinamizando la economía que tanto demanda la sociedad, que de no atenderse y rendirse, seguro sería de mayor impacto que la crisis sanitaria.