/ martes 31 de agosto de 2021

Con Valor Agregado | La mayor fuente de estabilidad social


El empleo es una variable que se debe considerar no solo como factor de desarrollo, se trata de uno de los factores más importantes para la tranquilidad familiar y estabilidad social.

Tras observar el reporte de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo para el segundo trimestre de 2021 del INEGI, nos podemos percatar que el Estado de México se ubica en segundo lugar de desocupación a nivel nacional, es un dato contundente, considerando que se trata de la entidad más poblada del país y que como consecuencia ha incrementado en consecuencia la informalidad.

Dicho estudio posiciona a la entidad mexiquense con una tasa de desocupación de 6.2% lo que representa 515 mil 605 desempleados promedio en el periodo de análisis, solo por detrás del desempleo reportado por la Ciudad de México con un índice de 7.3% y al mismo nivel de Quintana Roo, que también tiene un 6.2% pero se trata de un estado que basa su economía en el turismo, actividad que aún no repunta por temas de la contingencia sanitaria.

Mientras el desempleo siga en altos niveles, no podremos hablar de una recuperación económica, es momento de poner especial atención y apoyar a las empresas para que generen nuevas fuentes laborales y mantengan las ya existentes. La política económica para atraer y retener inversiones, es la que detonará necesariamente el empleo. Si bien los datos numéricos nos dan un panorama de la realidad que vive la entidad, son las familias mexiquenses quienes resienten directamente esta afectación al no poder hacer frente a sus necesidades básicas.

Aunado a lo anterior, la informalidad que se presenta en territorio mexiquense representa el 56.5% de la actividad económica, lo cual impide un crecimiento ordenado y sostenido, mismo que se encuentra por encima de la media nacional. Se debe incentivar la formalidad y los gobiernos ser facilitadores para que a las empresas les convenga más ser formales que estar en la ilegalidad.

La labor no es complicada, solo requiere de voluntad, de encaminar los esfuerzos haciendo equipo entre gobierno y generadores de empleo. Un estado con empleo suficiente y facilidades para la instalación de nuevas empresas, pero también crecimiento de las ya existentes, significa mayor competitividad y bienestar para todos.

Estamos a tiempo, los empresarios y emprendedores queremos ser factor de crecimiento de la entidad.


El empleo es una variable que se debe considerar no solo como factor de desarrollo, se trata de uno de los factores más importantes para la tranquilidad familiar y estabilidad social.

Tras observar el reporte de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo para el segundo trimestre de 2021 del INEGI, nos podemos percatar que el Estado de México se ubica en segundo lugar de desocupación a nivel nacional, es un dato contundente, considerando que se trata de la entidad más poblada del país y que como consecuencia ha incrementado en consecuencia la informalidad.

Dicho estudio posiciona a la entidad mexiquense con una tasa de desocupación de 6.2% lo que representa 515 mil 605 desempleados promedio en el periodo de análisis, solo por detrás del desempleo reportado por la Ciudad de México con un índice de 7.3% y al mismo nivel de Quintana Roo, que también tiene un 6.2% pero se trata de un estado que basa su economía en el turismo, actividad que aún no repunta por temas de la contingencia sanitaria.

Mientras el desempleo siga en altos niveles, no podremos hablar de una recuperación económica, es momento de poner especial atención y apoyar a las empresas para que generen nuevas fuentes laborales y mantengan las ya existentes. La política económica para atraer y retener inversiones, es la que detonará necesariamente el empleo. Si bien los datos numéricos nos dan un panorama de la realidad que vive la entidad, son las familias mexiquenses quienes resienten directamente esta afectación al no poder hacer frente a sus necesidades básicas.

Aunado a lo anterior, la informalidad que se presenta en territorio mexiquense representa el 56.5% de la actividad económica, lo cual impide un crecimiento ordenado y sostenido, mismo que se encuentra por encima de la media nacional. Se debe incentivar la formalidad y los gobiernos ser facilitadores para que a las empresas les convenga más ser formales que estar en la ilegalidad.

La labor no es complicada, solo requiere de voluntad, de encaminar los esfuerzos haciendo equipo entre gobierno y generadores de empleo. Un estado con empleo suficiente y facilidades para la instalación de nuevas empresas, pero también crecimiento de las ya existentes, significa mayor competitividad y bienestar para todos.

Estamos a tiempo, los empresarios y emprendedores queremos ser factor de crecimiento de la entidad.