/ viernes 14 de agosto de 2020

Con Valor Agregado | Más allá de la pandemia

Durante la contingencia sanitaria, las afectaciones a la salud y a la economía han impactado en el decrecimiento del empleo, afectando a miles de familias mexiquenses de todas las regiones y municipios.

Cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), reportan que de marzo a julio del presente año, nuestro país registró una pérdida de empleos de 1 millón 100 mil plazas laborales, de las cuales, 59 mil 402 corresponden al Estado de México, solo hablando de empleos formales, puesto que el IMSS no tienen mecanismos para registro de empleos informales.

Solo en julio, donde muchos sectores de la economía han reactivado operaciones, el balance nacional muestra que se perdieron 3 mil 907 empleos, de los cuales 1 mil 018 fueron en la entidad mexiquense, lo cual indica que la reapertura de negocios y establecimientos comerciales, aún no alcanza un punto de equilibrio y menos balance positivo respecto al empleo.

De igual manera, los empleos manifestados por el IMSS para el Estado de México en julio 2020, alcanzaron 1 millón 579 mil 438 plazas, lo que representa el 8.1% del total nacional y lo ubica en tercer lugar del país en generación de empleos formales tan solo detrás de la Ciudad de México que tiene 3 millones 257 mil 082 empleos, más del doble que las cifras mexiquenses y Jalisco con 1 millón 742 mil 635 empleos.

El reto es muy complicado para todas las entidades y municipios, pero respecto al tamaño de población que tiene la entidad, el esfuerzo debiera ser más férreo considerando que son mayoritariamente los empleos informales los que prevalecen en nuestra fuerza laboral, porque las acciones implementadas y por implementar, deben ir acordes a la necesidad real de los mexiquenses.

Generar empleos es una acción integral de beneficio y estabilidad social, significa que las familias tengan sustento y puedan cubrir sus necesidades básicas, incluyendo educación y salud, el empleo genera riqueza y crecimiento, pero sobre todo tranquilidad a los hogares mexiquenses. Hagamos equipo, los empresarios estamos dispuestos; cada quien en su papel deberá asumir la responsabilidad de sacar adelante al estado, pero más aún, mejorar las condiciones de competitividad, productividad y bienestar general de la entidad, previo a la pandemia.

Durante la contingencia sanitaria, las afectaciones a la salud y a la economía han impactado en el decrecimiento del empleo, afectando a miles de familias mexiquenses de todas las regiones y municipios.

Cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), reportan que de marzo a julio del presente año, nuestro país registró una pérdida de empleos de 1 millón 100 mil plazas laborales, de las cuales, 59 mil 402 corresponden al Estado de México, solo hablando de empleos formales, puesto que el IMSS no tienen mecanismos para registro de empleos informales.

Solo en julio, donde muchos sectores de la economía han reactivado operaciones, el balance nacional muestra que se perdieron 3 mil 907 empleos, de los cuales 1 mil 018 fueron en la entidad mexiquense, lo cual indica que la reapertura de negocios y establecimientos comerciales, aún no alcanza un punto de equilibrio y menos balance positivo respecto al empleo.

De igual manera, los empleos manifestados por el IMSS para el Estado de México en julio 2020, alcanzaron 1 millón 579 mil 438 plazas, lo que representa el 8.1% del total nacional y lo ubica en tercer lugar del país en generación de empleos formales tan solo detrás de la Ciudad de México que tiene 3 millones 257 mil 082 empleos, más del doble que las cifras mexiquenses y Jalisco con 1 millón 742 mil 635 empleos.

El reto es muy complicado para todas las entidades y municipios, pero respecto al tamaño de población que tiene la entidad, el esfuerzo debiera ser más férreo considerando que son mayoritariamente los empleos informales los que prevalecen en nuestra fuerza laboral, porque las acciones implementadas y por implementar, deben ir acordes a la necesidad real de los mexiquenses.

Generar empleos es una acción integral de beneficio y estabilidad social, significa que las familias tengan sustento y puedan cubrir sus necesidades básicas, incluyendo educación y salud, el empleo genera riqueza y crecimiento, pero sobre todo tranquilidad a los hogares mexiquenses. Hagamos equipo, los empresarios estamos dispuestos; cada quien en su papel deberá asumir la responsabilidad de sacar adelante al estado, pero más aún, mejorar las condiciones de competitividad, productividad y bienestar general de la entidad, previo a la pandemia.