/ martes 26 de enero de 2021

Con Valor Agregado | Prioridades en un año inusual

En el último tercio de enero, los legisladores lo lograron, quizá después de mucho análisis y negociaciones para aprobar el Paquete Fiscal del año que ya transcurre.

Mucho se detuvo por el tema del endeudamiento solicitado por el ejecutivo estatal, requiriendo 13 mil 500 millones de pesos, de los cuales solo le autorizaron 8 mil 637, este fue uno de los temas por lo cual se aprobó por mayoría y no por unanimidad.

Más allá de lo político, los recursos aprobados tienen diferentes encomiendas, una de ellas, atender el tema de salud, tan mermada en la entidad, donde parece, estamos lejos de resolver de forma definitiva el tema.

Se destinaron 400 millones para la compra de insumos médicos para combatir la pandemia o bien para la posible compra de vacunas anti Covid-19, si fuera el caso de poder hacerlo.

Cabe señalar que se etiquetaron recursos para infraestructura hospitalaria, justo cuando más se necesita, esto representa responder a las necesidades de la sociedad y al momento, es la mayor prioridad.

En este momento cada peso que se destine a la salud, será un monto bien invertido, porque los mexiquenses merecemos contar con instituciones de salud suficientes, de calidad y que garanticen una atención digna en cualquiera de las regiones del territorio, porque hoy, quizá más que nunca, la atención de la salud es una prioridad del gobierno, sociedad civil organizada y trabajadores, es un asunto de interés colectivo, lo cual, el Legislativo no podía pasar desapercibido.

Esperamos que estos recursos se apliquen a la brevedad posible, porque con el ritmo acelerado y exponencial de contagios y hospitalizaciones, muy pronto puede colapsar no solo los servicios médicos y nosocomios, sino la endeble y limitada economía, con riesgo de fracturas sociales de dimensiones inimaginables.

Finalmente, este Paquete Fiscal también incluye medidas para la reactivación económica, que considera algunas exenciones impositivas, pero mejor aún, considera el impulso a la industria de la construcción con la detonación de obra pública que genere empleo y dinamice la economía local, por su efecto multiplicador.

En el último tercio de enero, los legisladores lo lograron, quizá después de mucho análisis y negociaciones para aprobar el Paquete Fiscal del año que ya transcurre.

Mucho se detuvo por el tema del endeudamiento solicitado por el ejecutivo estatal, requiriendo 13 mil 500 millones de pesos, de los cuales solo le autorizaron 8 mil 637, este fue uno de los temas por lo cual se aprobó por mayoría y no por unanimidad.

Más allá de lo político, los recursos aprobados tienen diferentes encomiendas, una de ellas, atender el tema de salud, tan mermada en la entidad, donde parece, estamos lejos de resolver de forma definitiva el tema.

Se destinaron 400 millones para la compra de insumos médicos para combatir la pandemia o bien para la posible compra de vacunas anti Covid-19, si fuera el caso de poder hacerlo.

Cabe señalar que se etiquetaron recursos para infraestructura hospitalaria, justo cuando más se necesita, esto representa responder a las necesidades de la sociedad y al momento, es la mayor prioridad.

En este momento cada peso que se destine a la salud, será un monto bien invertido, porque los mexiquenses merecemos contar con instituciones de salud suficientes, de calidad y que garanticen una atención digna en cualquiera de las regiones del territorio, porque hoy, quizá más que nunca, la atención de la salud es una prioridad del gobierno, sociedad civil organizada y trabajadores, es un asunto de interés colectivo, lo cual, el Legislativo no podía pasar desapercibido.

Esperamos que estos recursos se apliquen a la brevedad posible, porque con el ritmo acelerado y exponencial de contagios y hospitalizaciones, muy pronto puede colapsar no solo los servicios médicos y nosocomios, sino la endeble y limitada economía, con riesgo de fracturas sociales de dimensiones inimaginables.

Finalmente, este Paquete Fiscal también incluye medidas para la reactivación económica, que considera algunas exenciones impositivas, pero mejor aún, considera el impulso a la industria de la construcción con la detonación de obra pública que genere empleo y dinamice la economía local, por su efecto multiplicador.