/ martes 26 de octubre de 2021

Con Valor Agregado | Señales poco claras

El INEGI dio a conocer sus resultados sobre la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo con cifras a septiembre de 2021, donde podemos encontrar que el Estado de México presentó una tasa de desempleo de 6.1%, lo cual lo ubica en la posición número 30 de 32 entidades, solo por delante de la Ciudad de México y de Tabasco, pero al mismo nivel de Tlaxcala.

Los datos tienen gran relevancia ya que es un termómetro de las acciones que se están emprendiendo por reactivar la economía y atraer inversión, tarea que se debe realizar de forma amalgamada entre gobierno e iniciativa privada.

El porcentaje cobra más relevancia porque el Estado de México es la entidad más poblada a nivel nacional, por ende, el número de desempleados es mayor y debe prender las alarmas en los ámbitos antes mencionados porque tener altos niveles de empleo significa tranquilidad social y bienestar para las familias.

Una población ocupada, además de satisfacer sus necesidades básicas de salud, alimento y techo, también propicia que la economía se dinamice en todas sus regiones, incrementa los índices de la educación y disminuye la inseguridad. Por ello es una de las variables más importantes que se deben incentivar por todos los flancos.

De ahí la importancia de tener una política económica adecuada a las circunstancias, con acciones contundentes de promoción económica, incentivos a la inversión y simplificación administrativa para poder abrir y operar empresas en el menor tiempo posible y sin tantos trámites, los empresarios deben dedicar tiempo y esfuerzo a impulsar sus unidades económicas, del tamaño que sean, lo cual genere empleo y volvamos al círculo virtuoso de la sociedad.

Adicionalmente, se sigue confirmando que la ocupación informal nacional alcanzó al 56.2% de la Población Económicamente Activa que labora, situación que no es ajena en el Estado de México. Estos datos reflejan que el esquema concebido para la formalización de las empresas también tiene aristas que alejan a las personas y comerciantes, principalmente, de la legalidad y por ende de beneficios sociales para trabajadores, autoempleados y el propio gobierno, porque deja de percibir recursos importantes por conceptos impositivos.

Un buen dato es que el porcentaje de empleadores a nivel nacional aumentó 5.8% en septiembre 2021 respecto al año inmediato anterior, esperemos que esta cifra sea constante y en aumento, porque el único camino para abatir el desempleo es ampliando y creando nuevas empresas, a todos nos conviene.

El INEGI dio a conocer sus resultados sobre la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo con cifras a septiembre de 2021, donde podemos encontrar que el Estado de México presentó una tasa de desempleo de 6.1%, lo cual lo ubica en la posición número 30 de 32 entidades, solo por delante de la Ciudad de México y de Tabasco, pero al mismo nivel de Tlaxcala.

Los datos tienen gran relevancia ya que es un termómetro de las acciones que se están emprendiendo por reactivar la economía y atraer inversión, tarea que se debe realizar de forma amalgamada entre gobierno e iniciativa privada.

El porcentaje cobra más relevancia porque el Estado de México es la entidad más poblada a nivel nacional, por ende, el número de desempleados es mayor y debe prender las alarmas en los ámbitos antes mencionados porque tener altos niveles de empleo significa tranquilidad social y bienestar para las familias.

Una población ocupada, además de satisfacer sus necesidades básicas de salud, alimento y techo, también propicia que la economía se dinamice en todas sus regiones, incrementa los índices de la educación y disminuye la inseguridad. Por ello es una de las variables más importantes que se deben incentivar por todos los flancos.

De ahí la importancia de tener una política económica adecuada a las circunstancias, con acciones contundentes de promoción económica, incentivos a la inversión y simplificación administrativa para poder abrir y operar empresas en el menor tiempo posible y sin tantos trámites, los empresarios deben dedicar tiempo y esfuerzo a impulsar sus unidades económicas, del tamaño que sean, lo cual genere empleo y volvamos al círculo virtuoso de la sociedad.

Adicionalmente, se sigue confirmando que la ocupación informal nacional alcanzó al 56.2% de la Población Económicamente Activa que labora, situación que no es ajena en el Estado de México. Estos datos reflejan que el esquema concebido para la formalización de las empresas también tiene aristas que alejan a las personas y comerciantes, principalmente, de la legalidad y por ende de beneficios sociales para trabajadores, autoempleados y el propio gobierno, porque deja de percibir recursos importantes por conceptos impositivos.

Un buen dato es que el porcentaje de empleadores a nivel nacional aumentó 5.8% en septiembre 2021 respecto al año inmediato anterior, esperemos que esta cifra sea constante y en aumento, porque el único camino para abatir el desempleo es ampliando y creando nuevas empresas, a todos nos conviene.