/ martes 27 de julio de 2021

Con Valor Agregado | último llamado a la conciencia ciudadana


Ayer iniciamos una segunda semana consecutiva con cambio en el semáforo epidemiológico, solo siete días estuvimos en semáforo amarillo, después de seis semanas en color verde y ahora hemos iniciado las restricciones del color naranja. Si bien no se han decretado cierres de unidades económicas, si hay limitaciones de aforos y horarios.

El transporte público masivo y el de mediana capacidad operan ya al 50% de su capacidad, los taxis solo pueden llevar en su interior a tres pasajeros cuando mucho, los restaurantes podrán operar de lunes a domingo hasta las 00:00 horas, con el 50% de su capacidad en áreas abiertas y en interiores, sin música en vivo, los boliches y billares en un 40% hasta las 22:00 horas.

En el caso de los salones de fiestas, solo se permitirá un aforo de 30% en espacios cerrados y 50% en exteriores, teniendo como límite de operación hasta las 22:00 horas, sin música en vivo ni pista para baile, es decir, lo ideal es no participar en esas celebraciones porque representan un foco latente de contagio por el contacto directo y cercano de los asistentes, así como por el descuido del uso de cubrebocas y medidas sanitarias.

Sin duda la mejor acción es el impulso a la vacunación, misma que avanza en esta semana a paso firme con la segunda dosis para el grupo de 40 – 49 en 20 municipios, así como la primera dosis para adultos de 30 – 39 años en 43 municipios, esperando que en las semanas venideras los jóvenes de 18 – 29 años ya puedan ser inmunizados.

Estamos ante un grave problema de salud pública, con el que estamos aprendiendo a convivir en todos los roles que tenemos, sin embargo, es necesarios que se tomen medidas restrictivas para bajar el ritmo de los contagios, sin el cierre de unidades económicas, porque en los centros de trabajo es donde más se ha invertido para contar con todas las medidas sanitarios para proteger a los trabajadores, clientes y usuarios.

Pese a la prohibición de actividades masivas religiosas, sociales y políticas, así como verbenas, palenques, ferias, desfiles y fiestas populares, muchas personas, en su mayoría jóvenes, han hecho caso omiso de estas medidas y de esta forma, en esta llamada tercera ola de contagios, constituyen el mayor grupo de contagiados, si bien no con los niveles de hospitalización y defunciones que teníamos a mediados del año pasado y a principio de este, si con un ritmo acelerado de viralización de las nuevas variantes como la delta.

Al momento se tiene considerado el regreso a clases presencial para alumnos de educación básica, media superior y superior, sin embargo, en este momento, en semáforo naranja, se tiene una restricción de 50% de aforo para realizar prácticas en talleres y laboratorios de instituciones de educación media superior y superior de planteles públicos y privados, que dicho sea de paso, los alumnos son adultos jóvenes y están conscientes de la gravedad de la pandemia, ¿qué será si regresan los niños de las primarias a clases? en esos planteles que tienen entre 50 y 60 alumnos por salón con 6 u 8 grupos por grado en dos turnos, quizá se deba redefinir la estrategia, en tanto, no hay más que cuidarse y vacunarse conforme al calendario que marcan las autoridades.


Ayer iniciamos una segunda semana consecutiva con cambio en el semáforo epidemiológico, solo siete días estuvimos en semáforo amarillo, después de seis semanas en color verde y ahora hemos iniciado las restricciones del color naranja. Si bien no se han decretado cierres de unidades económicas, si hay limitaciones de aforos y horarios.

El transporte público masivo y el de mediana capacidad operan ya al 50% de su capacidad, los taxis solo pueden llevar en su interior a tres pasajeros cuando mucho, los restaurantes podrán operar de lunes a domingo hasta las 00:00 horas, con el 50% de su capacidad en áreas abiertas y en interiores, sin música en vivo, los boliches y billares en un 40% hasta las 22:00 horas.

En el caso de los salones de fiestas, solo se permitirá un aforo de 30% en espacios cerrados y 50% en exteriores, teniendo como límite de operación hasta las 22:00 horas, sin música en vivo ni pista para baile, es decir, lo ideal es no participar en esas celebraciones porque representan un foco latente de contagio por el contacto directo y cercano de los asistentes, así como por el descuido del uso de cubrebocas y medidas sanitarias.

Sin duda la mejor acción es el impulso a la vacunación, misma que avanza en esta semana a paso firme con la segunda dosis para el grupo de 40 – 49 en 20 municipios, así como la primera dosis para adultos de 30 – 39 años en 43 municipios, esperando que en las semanas venideras los jóvenes de 18 – 29 años ya puedan ser inmunizados.

Estamos ante un grave problema de salud pública, con el que estamos aprendiendo a convivir en todos los roles que tenemos, sin embargo, es necesarios que se tomen medidas restrictivas para bajar el ritmo de los contagios, sin el cierre de unidades económicas, porque en los centros de trabajo es donde más se ha invertido para contar con todas las medidas sanitarios para proteger a los trabajadores, clientes y usuarios.

Pese a la prohibición de actividades masivas religiosas, sociales y políticas, así como verbenas, palenques, ferias, desfiles y fiestas populares, muchas personas, en su mayoría jóvenes, han hecho caso omiso de estas medidas y de esta forma, en esta llamada tercera ola de contagios, constituyen el mayor grupo de contagiados, si bien no con los niveles de hospitalización y defunciones que teníamos a mediados del año pasado y a principio de este, si con un ritmo acelerado de viralización de las nuevas variantes como la delta.

Al momento se tiene considerado el regreso a clases presencial para alumnos de educación básica, media superior y superior, sin embargo, en este momento, en semáforo naranja, se tiene una restricción de 50% de aforo para realizar prácticas en talleres y laboratorios de instituciones de educación media superior y superior de planteles públicos y privados, que dicho sea de paso, los alumnos son adultos jóvenes y están conscientes de la gravedad de la pandemia, ¿qué será si regresan los niños de las primarias a clases? en esos planteles que tienen entre 50 y 60 alumnos por salón con 6 u 8 grupos por grado en dos turnos, quizá se deba redefinir la estrategia, en tanto, no hay más que cuidarse y vacunarse conforme al calendario que marcan las autoridades.