/ lunes 11 de junio de 2018

Contexto


Phubbing o fobbing

El mundo, los hechos, los seres se describen por palabras.

Al momento de darles un nombre existen. Por eso a los recién nacidos se les pone un nombre para identificarlos y diferenciarlos frente a otros. Cada ser adquiere así su propia identidad. Lo mismo sucede en el resto de las cosas o de los hechos sociales.

La realidad existe porque es nombrada.

Las nuevas tecnologías, el uso de computadoras, de teléfonos inteligentes, o los medios de comunicación personales en general están haciendo que las personas presenten socialmente nuevos comportamientos ante la influencia de todos estos instrumentos de comunicación.

Un ejemplo. En las redes sociales circula un video en el que a una abuela la van a visitar sus ocho nietos con motivo del día de la madres. Ella está sentada en un sillón confortable y frente a ella están sus nietos. La anciana tiene sus brazos cruzados. Ellos están con sus Smartphone o sus teléfonos celulares. Nadie habla y ni siquiera miran a la abuela, ella los observa y piensa para sí “para eso me querían ver estos cabrones”. No hay dialogo, no hay palabras. Cada uno está en un mundo creado a través de sus celulares. Están cerca pero están lejos.

Este hecho, que parecería ser un chiste, es ya una actitud social que se presenta en prácticamente todas las reuniones de amigos, de familiares, de trabajo. Altera las relaciones entre parejas, entre familias, entre amigos, en los ambientes de trabajo.

¿Cómo llamar a este fenómeno que ya es un problema del siglo XXI?

La pregunta se la hicieron en la Universidad de Sydney en Australia en mayo de 2012 (aunque Wikipedia lo ubica en 2007). Para analizar este fenómeno se reunieron un grupo de especialistas entre ellos, un lexicólogo, poetas, escritores, fonetistas y un campeón de debates.

Discutieron varios días. El hecho era tener un teléfono celular en una reunión de dos o más personas en interactuar con este y no con las personas que te rodean.

Mirando a los hechos se dedicaron a buscar como nombrarlo.

Estaba naciendo una nueva palabra que describía un hecho social novedoso.

La palabra fue phubbing compuesta por las palabras en inglés phone (teléfono) y snubbing (despreciar) y explica el uso antisocial de los medios de comunicación inteligentes como smartphones, tabletas, celulares.

El significado es ignorar o despreciar a la persona que está frente a ti en favor de tu Smartphone.

Ignorancia y desprecio son dos palabras muy fuertes porque señalan la anulación del otro, de la pareja, de la esposa, del esposo, del amigo.

Es un hecho social que es ya frecuente y que puede derivar incluso en violencia al sentirse un individuo menospreciado por otro.

Aun no existe una palabra en español para designar este fenómeno. Como ya es costumbre en la lengua española en palabras relacionadas con la tecnología se habrá de españolizar este fenómeno y tal vez se le llamara fobing.

Hacer fobing será entonces ignorar al otro por el uso de aparatos inteligentes.

Ya surgirán despachos de psicólogos para tratar en fenómeno.

Ya aparecen los anuncios para prestar servicios y tratamiento a estos males, disfunciones y más tarde enfermedades de comportamiento.

Es ya un fenómeno social que el nombrarse explica una realidad, un hecho que afecta el comportamiento humano socialmente hablando.

Mientras querido lector te dejo porque durante el tiempo en que te escribo y pienso en ti me han llegado varios mensajes en mi guatsap que reclaman urgentemente mi presencia.

Adiós.


Phubbing o fobbing

El mundo, los hechos, los seres se describen por palabras.

Al momento de darles un nombre existen. Por eso a los recién nacidos se les pone un nombre para identificarlos y diferenciarlos frente a otros. Cada ser adquiere así su propia identidad. Lo mismo sucede en el resto de las cosas o de los hechos sociales.

La realidad existe porque es nombrada.

Las nuevas tecnologías, el uso de computadoras, de teléfonos inteligentes, o los medios de comunicación personales en general están haciendo que las personas presenten socialmente nuevos comportamientos ante la influencia de todos estos instrumentos de comunicación.

Un ejemplo. En las redes sociales circula un video en el que a una abuela la van a visitar sus ocho nietos con motivo del día de la madres. Ella está sentada en un sillón confortable y frente a ella están sus nietos. La anciana tiene sus brazos cruzados. Ellos están con sus Smartphone o sus teléfonos celulares. Nadie habla y ni siquiera miran a la abuela, ella los observa y piensa para sí “para eso me querían ver estos cabrones”. No hay dialogo, no hay palabras. Cada uno está en un mundo creado a través de sus celulares. Están cerca pero están lejos.

Este hecho, que parecería ser un chiste, es ya una actitud social que se presenta en prácticamente todas las reuniones de amigos, de familiares, de trabajo. Altera las relaciones entre parejas, entre familias, entre amigos, en los ambientes de trabajo.

¿Cómo llamar a este fenómeno que ya es un problema del siglo XXI?

La pregunta se la hicieron en la Universidad de Sydney en Australia en mayo de 2012 (aunque Wikipedia lo ubica en 2007). Para analizar este fenómeno se reunieron un grupo de especialistas entre ellos, un lexicólogo, poetas, escritores, fonetistas y un campeón de debates.

Discutieron varios días. El hecho era tener un teléfono celular en una reunión de dos o más personas en interactuar con este y no con las personas que te rodean.

Mirando a los hechos se dedicaron a buscar como nombrarlo.

Estaba naciendo una nueva palabra que describía un hecho social novedoso.

La palabra fue phubbing compuesta por las palabras en inglés phone (teléfono) y snubbing (despreciar) y explica el uso antisocial de los medios de comunicación inteligentes como smartphones, tabletas, celulares.

El significado es ignorar o despreciar a la persona que está frente a ti en favor de tu Smartphone.

Ignorancia y desprecio son dos palabras muy fuertes porque señalan la anulación del otro, de la pareja, de la esposa, del esposo, del amigo.

Es un hecho social que es ya frecuente y que puede derivar incluso en violencia al sentirse un individuo menospreciado por otro.

Aun no existe una palabra en español para designar este fenómeno. Como ya es costumbre en la lengua española en palabras relacionadas con la tecnología se habrá de españolizar este fenómeno y tal vez se le llamara fobing.

Hacer fobing será entonces ignorar al otro por el uso de aparatos inteligentes.

Ya surgirán despachos de psicólogos para tratar en fenómeno.

Ya aparecen los anuncios para prestar servicios y tratamiento a estos males, disfunciones y más tarde enfermedades de comportamiento.

Es ya un fenómeno social que el nombrarse explica una realidad, un hecho que afecta el comportamiento humano socialmente hablando.

Mientras querido lector te dejo porque durante el tiempo en que te escribo y pienso en ti me han llegado varios mensajes en mi guatsap que reclaman urgentemente mi presencia.

Adiós.