/ lunes 6 de julio de 2020

Contexto | Covid-19: la mala gestión

Durante el mes de abril se criticaba en México el manejo de la pandemia que venían haciendo Italia, Francia y España. El número de muertos sorprendía, se veían hospitales abarrotados, gente desesperada en las calles, instrumentación de políticas restrictivas a la movilidad local e interregional para lograr bajar el número de contagios. Vino después la vuelta paulatina a la normalidad (ya no sabe si es de verdad nueva). Sus números de muertos diarios bajaron de manera sustancial y sus sociedades empiezan, con reforzamiento en medidas sanitarias a hacer una vida similar a la existente en el antes Covid.

Se pensó que México, habiendo tenido tiempo para estudiar las experiencias europeas y asiáticas podría tener una gestión más adecuada de la crisis que se venía. No fue así. Al día de hoy ya se suman más de treinta mil quinientos muertos y una cantidad de muertes entre enfermeros, médicos y personal de hospitales, cerca de quinientos se dice, que es imperdonable, la propagación del virus es cada día más importante que puso en jaque al sistema hospitalario en todo el país. Por otra parte si es cierto, como se ha afirmado, que las autoridades de salud ya sabían de la pandemia, desde noviembre de 2019, entonces:

¿Por qué no se planteó una política pública que permitiera aminorar el impacto del virus en nuestro país?

¿Por qué no se reforzó el sistema de salud para atender los posibles casos y no hacerlo a las carreras en plena etapa de la sana distancia?

¿Por qué no se preparó personal a tiempo y se equipó con material de protección suficiente a las unidades hospitalarias en lugar de comprarlo a las carreras en China y pedirle al gobierno de los Estados Unidos que nos diera respiradores?

¿Por qué no se involucró en la toma de decisiones a las autoridades locales para definir políticas regionales y municipales que hubieran permitido controlar de mejor manera la expansión de la pandemia a nivel local?

¿Por qué se encerró a la sociedad mexicana en tiempos en los que la expansión era lenta y se reinician las actividades económicas en pleno ascenso de contagios y muertes y con criterios aún no claros que crean en la sociedad aún más confusión hasta llevarla a la protesta pacífica de abarrotar calles, comercios y actividades hastiados ya de tantos vaivenes?

Muchos han sido los errores cometidos como política pública de salud.

La obsesión por los previsiones en los modelos matemáticos, presentados un día sí y otro también, por los especialistas del sector salud solo ha creado confusión y políticas erráticas a nivel local que han reproducido el mismo modelo errático creando aún una mayor confusión entre la población.

Con ello han llevado a la sociedad mexicana a ponerla en enormes riesgos de salud, psicológicos y económicos. Daños, en muchos sentidos, irreversibles.

Los responsables de la gestión de la pandemia adoptaron modelos como si la sociedad mexicana fuera de un solo tipo y uniforme (solo así funcionan los modelos) desconociendo la diversidad regional, de organización política y social de nuestro país. ¿Por qué no se pensó en regionalizar las políticas y bajarlas a nivel local con la participación de la población y de las autoridades formales e informales para controlar el crecimiento de la pandemia? ¿Por qué no se pensó en la protección por sectores para, por ejemplo, el sector automotriz cuidara a sus trabajadores y las familias que ellos dependen y con ello se disminuiría el impacto en el empleo y las perdidas serían menores?

A la autoridad mexicana le falto imaginación para generar soluciones diferentes en un país de una complejidad enorme como lo es México.

La soberbia de la autoridad de salud, más centrada en los mensajes mediáticos que en acercarse a la realidad de México, ha mostrado que los “científicos y especialistas” desde sus oficinas parecen desconocer la realidad de nuestro país y su enorme potencial para atender un problema de salud tan importante, refleja, también, el nefasto centralismo político que nuevamente amenaza con limitar su crecimiento. México tuvo, desde el gobierno, de hacer cosas novedosas para a afrontar la crisis: les dio flojera pensar más allá de lo que sabían.

…y como siempre y frente a esto, la sociedad nuevamente se organiza para atender aquello que los gobiernos son incapaces de atender…son miles de personas y cientos de organizaciones que acercan protección, alimentos y equipamiento para que el sector salud funcione.


Durante el mes de abril se criticaba en México el manejo de la pandemia que venían haciendo Italia, Francia y España. El número de muertos sorprendía, se veían hospitales abarrotados, gente desesperada en las calles, instrumentación de políticas restrictivas a la movilidad local e interregional para lograr bajar el número de contagios. Vino después la vuelta paulatina a la normalidad (ya no sabe si es de verdad nueva). Sus números de muertos diarios bajaron de manera sustancial y sus sociedades empiezan, con reforzamiento en medidas sanitarias a hacer una vida similar a la existente en el antes Covid.

Se pensó que México, habiendo tenido tiempo para estudiar las experiencias europeas y asiáticas podría tener una gestión más adecuada de la crisis que se venía. No fue así. Al día de hoy ya se suman más de treinta mil quinientos muertos y una cantidad de muertes entre enfermeros, médicos y personal de hospitales, cerca de quinientos se dice, que es imperdonable, la propagación del virus es cada día más importante que puso en jaque al sistema hospitalario en todo el país. Por otra parte si es cierto, como se ha afirmado, que las autoridades de salud ya sabían de la pandemia, desde noviembre de 2019, entonces:

¿Por qué no se planteó una política pública que permitiera aminorar el impacto del virus en nuestro país?

¿Por qué no se reforzó el sistema de salud para atender los posibles casos y no hacerlo a las carreras en plena etapa de la sana distancia?

¿Por qué no se preparó personal a tiempo y se equipó con material de protección suficiente a las unidades hospitalarias en lugar de comprarlo a las carreras en China y pedirle al gobierno de los Estados Unidos que nos diera respiradores?

¿Por qué no se involucró en la toma de decisiones a las autoridades locales para definir políticas regionales y municipales que hubieran permitido controlar de mejor manera la expansión de la pandemia a nivel local?

¿Por qué se encerró a la sociedad mexicana en tiempos en los que la expansión era lenta y se reinician las actividades económicas en pleno ascenso de contagios y muertes y con criterios aún no claros que crean en la sociedad aún más confusión hasta llevarla a la protesta pacífica de abarrotar calles, comercios y actividades hastiados ya de tantos vaivenes?

Muchos han sido los errores cometidos como política pública de salud.

La obsesión por los previsiones en los modelos matemáticos, presentados un día sí y otro también, por los especialistas del sector salud solo ha creado confusión y políticas erráticas a nivel local que han reproducido el mismo modelo errático creando aún una mayor confusión entre la población.

Con ello han llevado a la sociedad mexicana a ponerla en enormes riesgos de salud, psicológicos y económicos. Daños, en muchos sentidos, irreversibles.

Los responsables de la gestión de la pandemia adoptaron modelos como si la sociedad mexicana fuera de un solo tipo y uniforme (solo así funcionan los modelos) desconociendo la diversidad regional, de organización política y social de nuestro país. ¿Por qué no se pensó en regionalizar las políticas y bajarlas a nivel local con la participación de la población y de las autoridades formales e informales para controlar el crecimiento de la pandemia? ¿Por qué no se pensó en la protección por sectores para, por ejemplo, el sector automotriz cuidara a sus trabajadores y las familias que ellos dependen y con ello se disminuiría el impacto en el empleo y las perdidas serían menores?

A la autoridad mexicana le falto imaginación para generar soluciones diferentes en un país de una complejidad enorme como lo es México.

La soberbia de la autoridad de salud, más centrada en los mensajes mediáticos que en acercarse a la realidad de México, ha mostrado que los “científicos y especialistas” desde sus oficinas parecen desconocer la realidad de nuestro país y su enorme potencial para atender un problema de salud tan importante, refleja, también, el nefasto centralismo político que nuevamente amenaza con limitar su crecimiento. México tuvo, desde el gobierno, de hacer cosas novedosas para a afrontar la crisis: les dio flojera pensar más allá de lo que sabían.

…y como siempre y frente a esto, la sociedad nuevamente se organiza para atender aquello que los gobiernos son incapaces de atender…son miles de personas y cientos de organizaciones que acercan protección, alimentos y equipamiento para que el sector salud funcione.