/ lunes 25 de noviembre de 2019

Contexto | Toluca ¿la muerte del centro: oportunidad o decadencia?


El buen fin fue el mejor ejemplo.

El centro de la ciudad está dejando de ser atractivo o está abandonado por falta de imaginación económica y comercial.

A diferencia de centros comerciales que parecían llenos y con compradores entusiasmados por la ofertas, el centro parecía como deprimido.

Reducido a ser en centro de actividades burocráticas y ocasionalmente culturales el centro parece morirse con el transcurso del tiempo.

A pesar de las promociones de temporada: estacionamientos que bajaban sus precios, peluquerías que disminuían sus tarifas, comercios que con muchos carteles escritos a mano que llamaban al consumidor parecían morirse en el limbo pues los consumidores eran pocos.

No tengo datos reales sobre el comportamiento de los negocios, pero el solo ver el flujo de personas en las calles parecía hacer ver que, al menos en el centro de la ciudad, los compradores no aparecían. Contrataba con el flujo de personas en los centros comerciales de Metepec.

El modelo de desarrollo económico de la ciudad debe replantearse.

Por el bien de todos.

El hecho va en contra de la tendencia que se observa en muchas ciudades norteamericanas, que mucho nos gusta imitar, en donde están rehabilitando, desde el punto de vista comercial y cultural a los centros de sus ciudades a través de reformas inmobiliarias importantes, de eventos que animen a revisitar el centro de la ciudad por cuestiones lúdicas o artísticas y que animen a los consumidores a estar en esos puntos de distribución y consumo.

Los centros de las ciudades mucho hablan de ella.

Son el primer contacto con del visitante.

En ellas se ven el gusto estético, la concepción del desarrollo, la movilidad que sirven de ejemplo al resto de territorio.

Son la muestra de su arquitectura y de la idea del paisaje urbano.

Muestra también de la relación del ciudadano con la autoridad.

Muestra del orden o el desorden

Es, en síntesis, la carta de presentación de una comunidad.

Casi se podría decir que como son los centros de las ciudades es lo que se espera del resto del territorio local.

Por eso los centros de las ciudades, los centros históricos, son tan importantes.

Son espacios, que a pesar de todo, son siempre una oportunidad.

Las grandes ciudades lo han sido porque sus centros, el lugar en donde se originaron, le dicen algo más al ciudadano que solo espacios para resolver sus problemas burocráticos.

Toluca tiene esa oportunidad que ha dejado perder por muchos años. El centro de la ciudad tiene historias que se desconocen o que, al menos, están alejadas de la memoria colectiva: la historia de los mártires, la real o ficticia estancia de Hidalgo, el paso real o imaginario de Maximiliano las aventuras de Andrés Quintan Roo y Leona Vicario.

El centro de la ciudad es una oportunidad, casi única, de aportar elementos para la identidad de Toluca. Más a allá de lo comercial su estructura debe corresponder a una reinvención de su papel dentro de la historia y el futuro de la ciudad.

Debe ser un ejemplo en movilidad, en desarrollo cultural, en desarrollo económico que se expanda a lo largo de todo el municipio.

Nunca es tarde para empezar, pero siempre es tarde cuando no se comienza.

El centro espera y la ciudad también.

Todo es un esfuerzo colectivo. Todo es siempre una oportunidad de futuro.

Correo: contextotoluca@hotmail.com


El buen fin fue el mejor ejemplo.

El centro de la ciudad está dejando de ser atractivo o está abandonado por falta de imaginación económica y comercial.

A diferencia de centros comerciales que parecían llenos y con compradores entusiasmados por la ofertas, el centro parecía como deprimido.

Reducido a ser en centro de actividades burocráticas y ocasionalmente culturales el centro parece morirse con el transcurso del tiempo.

A pesar de las promociones de temporada: estacionamientos que bajaban sus precios, peluquerías que disminuían sus tarifas, comercios que con muchos carteles escritos a mano que llamaban al consumidor parecían morirse en el limbo pues los consumidores eran pocos.

No tengo datos reales sobre el comportamiento de los negocios, pero el solo ver el flujo de personas en las calles parecía hacer ver que, al menos en el centro de la ciudad, los compradores no aparecían. Contrataba con el flujo de personas en los centros comerciales de Metepec.

El modelo de desarrollo económico de la ciudad debe replantearse.

Por el bien de todos.

El hecho va en contra de la tendencia que se observa en muchas ciudades norteamericanas, que mucho nos gusta imitar, en donde están rehabilitando, desde el punto de vista comercial y cultural a los centros de sus ciudades a través de reformas inmobiliarias importantes, de eventos que animen a revisitar el centro de la ciudad por cuestiones lúdicas o artísticas y que animen a los consumidores a estar en esos puntos de distribución y consumo.

Los centros de las ciudades mucho hablan de ella.

Son el primer contacto con del visitante.

En ellas se ven el gusto estético, la concepción del desarrollo, la movilidad que sirven de ejemplo al resto de territorio.

Son la muestra de su arquitectura y de la idea del paisaje urbano.

Muestra también de la relación del ciudadano con la autoridad.

Muestra del orden o el desorden

Es, en síntesis, la carta de presentación de una comunidad.

Casi se podría decir que como son los centros de las ciudades es lo que se espera del resto del territorio local.

Por eso los centros de las ciudades, los centros históricos, son tan importantes.

Son espacios, que a pesar de todo, son siempre una oportunidad.

Las grandes ciudades lo han sido porque sus centros, el lugar en donde se originaron, le dicen algo más al ciudadano que solo espacios para resolver sus problemas burocráticos.

Toluca tiene esa oportunidad que ha dejado perder por muchos años. El centro de la ciudad tiene historias que se desconocen o que, al menos, están alejadas de la memoria colectiva: la historia de los mártires, la real o ficticia estancia de Hidalgo, el paso real o imaginario de Maximiliano las aventuras de Andrés Quintan Roo y Leona Vicario.

El centro de la ciudad es una oportunidad, casi única, de aportar elementos para la identidad de Toluca. Más a allá de lo comercial su estructura debe corresponder a una reinvención de su papel dentro de la historia y el futuro de la ciudad.

Debe ser un ejemplo en movilidad, en desarrollo cultural, en desarrollo económico que se expanda a lo largo de todo el municipio.

Nunca es tarde para empezar, pero siempre es tarde cuando no se comienza.

El centro espera y la ciudad también.

Todo es un esfuerzo colectivo. Todo es siempre una oportunidad de futuro.

Correo: contextotoluca@hotmail.com