/ viernes 7 de agosto de 2020

De Análisis y Reflexión | Caso de Emilio Lozoya Austin

Emilio Ricardo Lozoya Austin es un economista y político ex Director General de PEMEX de 2012 a 2016, es Licenciado en Economía y Derecho, con Maestría en Administración Publica y Desarrollo Internacional en la Universidad de Harvard, cuenta con 45 años de edad y es hijo de otro político encumbrado en la época de Carlos Salinas de Gortari; Emilio Lozoya Thalman pues este formaba parte del clan Salinas, desde sus estudios en la UNAM juntamente con el ya desparecido Manuel Camacho Solís y con el hermano de Carlos, Raúl Salinas.

La esposa de Lozoya Austin es una de las mujeres más ricas de Europa de nombre Marielle Helene Eckes; Lozoya es además dueño de una fortuna incalculable que aprendió a gestionar junto con su padre en distintos fondos de inversión, en paraísos fiscales en todo el mundo; pero indudablemente que Lozoya Austin fue un político “corrupto”, desde la campaña del Presidente Enrique Peña Nieto en el año de 2012.

Además del poder económico por las relaciones de su padre, de su esposa y de él mismo, ahora sujeto a proceso tiene un enorme poder político, aunque la situación jurídica de Lozoya es la de estar sujeto a proceso penal, por realizar operaciones con recursos de procedencia ilícita, cohecho y asociación delictuosa, aunque apenas el sábado pasado abandonó el Hospital de Ángeles del Pedregal; pues fue dado de alta médica por un mal que seguramente “pesco” en el avión que lo trajo de España.

Ahora su situación jurídica ha servido de un enorme distractor en la política del Presidente López, pues el “asunto Lozoya”, le ha permito desviar la atención de la grave situación que vive el país en recesión y el peor derrumbe económico en la historia moderna del país, (y que no diga que es por el asunto del COVID-19), por el asunto de la inseguridad, de la penetración de la delincuencia organizada en robos, huachicoleo, narcotráfico y asesinatos que obviamente también van a la alza, por la pérdida de empleos y de ingresos en la población cada día mas empobrecida por el asunto muy grave de la crisis de salud, por los casos del COVID-19.

La situación jurídica de Lozoya es que está vinculado a proceso como lo dictaminaron los jueces penales Zúñiga Mendoza y Ramírez Benítez, pues tiene dos procesos instaurados en su contra por lo que esta sujetó a prisión domiciliaria colocándole un localizador satelital en el tobillo, cabe destacar que la Fiscalía Especializada a cargo de Alejandro Gertz Manero no solicito la prisión preventiva justificada, sin considerar siquiera que durante un bien tiempo Lozoya Austin estuvo prófugo de la justicia.

Sin lugar a dudas Lozoya, además participó en actos de corrupción relacionados con las compañías Odebrecht y OHL, además Lozoya está inhabilitado para ocupar una cargo en la Administración Púbica por ¡10 años! como lo determino la Secretaría de la Función Pública en mayo de 2019, se le han congelado sus cuentas bancarias por parte de la Unidad de Inteligencia Financiera; primeramente estuvo prófugo en Alemania, después en la provincia de Málaga, España, de donde fue extraditado a México desde el pasado 16 de julio.

Sin duda los actos ilícitos cometidos por Emilio Lozoya Austin son mucho más graves, que los de Rosario Robles quien está a punto de cumplir un año en prisión en la prisión de Santa Martha Acatitla; son dos asuntos por la “corrupción” del sexenio pasado.

Así entonces lo de Rosario Robles es pura venganza, pues sus vínculos de ninguna manera son del tamaño de Emilio Lozoya.

Magistrado en retiro / famlopezs@hormail.com

Emilio Ricardo Lozoya Austin es un economista y político ex Director General de PEMEX de 2012 a 2016, es Licenciado en Economía y Derecho, con Maestría en Administración Publica y Desarrollo Internacional en la Universidad de Harvard, cuenta con 45 años de edad y es hijo de otro político encumbrado en la época de Carlos Salinas de Gortari; Emilio Lozoya Thalman pues este formaba parte del clan Salinas, desde sus estudios en la UNAM juntamente con el ya desparecido Manuel Camacho Solís y con el hermano de Carlos, Raúl Salinas.

La esposa de Lozoya Austin es una de las mujeres más ricas de Europa de nombre Marielle Helene Eckes; Lozoya es además dueño de una fortuna incalculable que aprendió a gestionar junto con su padre en distintos fondos de inversión, en paraísos fiscales en todo el mundo; pero indudablemente que Lozoya Austin fue un político “corrupto”, desde la campaña del Presidente Enrique Peña Nieto en el año de 2012.

Además del poder económico por las relaciones de su padre, de su esposa y de él mismo, ahora sujeto a proceso tiene un enorme poder político, aunque la situación jurídica de Lozoya es la de estar sujeto a proceso penal, por realizar operaciones con recursos de procedencia ilícita, cohecho y asociación delictuosa, aunque apenas el sábado pasado abandonó el Hospital de Ángeles del Pedregal; pues fue dado de alta médica por un mal que seguramente “pesco” en el avión que lo trajo de España.

Ahora su situación jurídica ha servido de un enorme distractor en la política del Presidente López, pues el “asunto Lozoya”, le ha permito desviar la atención de la grave situación que vive el país en recesión y el peor derrumbe económico en la historia moderna del país, (y que no diga que es por el asunto del COVID-19), por el asunto de la inseguridad, de la penetración de la delincuencia organizada en robos, huachicoleo, narcotráfico y asesinatos que obviamente también van a la alza, por la pérdida de empleos y de ingresos en la población cada día mas empobrecida por el asunto muy grave de la crisis de salud, por los casos del COVID-19.

La situación jurídica de Lozoya es que está vinculado a proceso como lo dictaminaron los jueces penales Zúñiga Mendoza y Ramírez Benítez, pues tiene dos procesos instaurados en su contra por lo que esta sujetó a prisión domiciliaria colocándole un localizador satelital en el tobillo, cabe destacar que la Fiscalía Especializada a cargo de Alejandro Gertz Manero no solicito la prisión preventiva justificada, sin considerar siquiera que durante un bien tiempo Lozoya Austin estuvo prófugo de la justicia.

Sin lugar a dudas Lozoya, además participó en actos de corrupción relacionados con las compañías Odebrecht y OHL, además Lozoya está inhabilitado para ocupar una cargo en la Administración Púbica por ¡10 años! como lo determino la Secretaría de la Función Pública en mayo de 2019, se le han congelado sus cuentas bancarias por parte de la Unidad de Inteligencia Financiera; primeramente estuvo prófugo en Alemania, después en la provincia de Málaga, España, de donde fue extraditado a México desde el pasado 16 de julio.

Sin duda los actos ilícitos cometidos por Emilio Lozoya Austin son mucho más graves, que los de Rosario Robles quien está a punto de cumplir un año en prisión en la prisión de Santa Martha Acatitla; son dos asuntos por la “corrupción” del sexenio pasado.

Así entonces lo de Rosario Robles es pura venganza, pues sus vínculos de ninguna manera son del tamaño de Emilio Lozoya.

Magistrado en retiro / famlopezs@hormail.com