/ viernes 31 de julio de 2020

De Análisis y Reflexión | IFE-INE

El día de mañana 1º de agosto, estaremos exactamente a 10 meses de que se celebren las elecciones intermedias para renovar 15 Gobernaturas y la mitad del Congreso de la Unión, además de varias diputaciones locales y más de mil 500 ayuntamientos, siendo entonces la elección del próximo domingo 6 de junio de 2021, en donde habrán de renovarse más cargos en un proceso electoral en el país; siendo además la elección más competitiva de las que hemos tenido noticia en las últimas décadas.

La elección democrática es un fenómeno social pues se van configurando y conformando como el único mecanismo legitimo para alcanzar el poder político; luego entonces la elección es un procedimiento que consiste en que los individuos en edad de votar determinan mediante la expresión libre de su voluntad quien o quienes habrán de dirigirlos y/o representarlos.

Así las elecciones cumplen principalmente cuatro funciones: Generar la representación política; Generar gobierno; Generar legitimidad y Transmitir pacíficamente el poder.

En este país a partir del año de 1990 surgió el “Instituto Federal Electoral” (IFE) como el organismo responsable de cumplir con la función de organizar las elecciones federales, es decir la de Presidente de México, la del Congreso de la Unión (Diputados Federales y Senadores), siendo desde su nacimiento el 11 de octubre 1990 la máxima autoridad administrativa en materia electoral hasta que fue liquidado en 2014.

La creación del IFE trajo muchas controversias entre los partidos políticos y sus dirigencias; así en el 2007 los Diputados del Congreso de la Unión acordaron remover a los Consejeros del IFE y ampliar sus facultades de fiscalización con nuevas atribuciones en materia de radio y televisión respecto a la propaganda electoral.

La reforma política impulsada por nuestro paisano Presidente, Enrique Peña Nieto acordó la disolución del IFE para dar paso a una nueva institución denominada “Instituto Nacional Electoral” (INE) que entro en funciones el 4 de abril del año 2014, por el acuerdo político denominado “Pacto por México”; así el INE se transformó en una Autoridad Electoral de carácter Nacional, con una legislación única encargada de todas la elecciones constitucionales en este país las Federales, Estatales y Municipales; dotado de autonomía constitucional y de atribuciones para la celebración de consultas populares desde su organización; regidas por un código electoral general, compuesta de 11 Consejeros siendo uno de ellos Presiente del Consejo Nacional Electoral; por cierto que el Comité Técnico de Evaluación juntamente con la mayoría de la Cámara de Diputados integraron a los 4 consejeros restantes; en un procedimiento pulcro y sin mayores problemas.


Regulada la actuación del INE en nuestra Carta Magna en el artículo 41 fracción V apartado B; se le señalan entre otras funciones las de: Capacitación electoral; Diseño y determinación de la geografía electoral (Distritos y secciones electorales); Organizar y definir el padrón y la lista de electores; Ubicación y designación de funcionarios de casilla; Reglas sobre el manejo de resultados preliminares, así como reglas y normas para encuestas y sondeos de opinión; Fiscalización de los ingresos de los partidos políticos; Los derechos a las prerrogativas de los candidatos y partidos políticos; Preparación de la jornada electoral; Impresión de documentos y materiales electorales (actas y boletas); Escrutinios y cómputo de elecciones y finalmente Declaración de validez y otorgamiento de constancias de ganador.


Estas atribuciones aseguran la imparcialidad de los procesos electorales las cuales hoy día AMLO como Presidente de la República, pretende “ensuciar” lo que se ha construido con mucho esfuerzo, denostando cada que puede al Presidente y consejeros del Instituto Nacional Electoral.


El día de mañana 1º de agosto, estaremos exactamente a 10 meses de que se celebren las elecciones intermedias para renovar 15 Gobernaturas y la mitad del Congreso de la Unión, además de varias diputaciones locales y más de mil 500 ayuntamientos, siendo entonces la elección del próximo domingo 6 de junio de 2021, en donde habrán de renovarse más cargos en un proceso electoral en el país; siendo además la elección más competitiva de las que hemos tenido noticia en las últimas décadas.

La elección democrática es un fenómeno social pues se van configurando y conformando como el único mecanismo legitimo para alcanzar el poder político; luego entonces la elección es un procedimiento que consiste en que los individuos en edad de votar determinan mediante la expresión libre de su voluntad quien o quienes habrán de dirigirlos y/o representarlos.

Así las elecciones cumplen principalmente cuatro funciones: Generar la representación política; Generar gobierno; Generar legitimidad y Transmitir pacíficamente el poder.

En este país a partir del año de 1990 surgió el “Instituto Federal Electoral” (IFE) como el organismo responsable de cumplir con la función de organizar las elecciones federales, es decir la de Presidente de México, la del Congreso de la Unión (Diputados Federales y Senadores), siendo desde su nacimiento el 11 de octubre 1990 la máxima autoridad administrativa en materia electoral hasta que fue liquidado en 2014.

La creación del IFE trajo muchas controversias entre los partidos políticos y sus dirigencias; así en el 2007 los Diputados del Congreso de la Unión acordaron remover a los Consejeros del IFE y ampliar sus facultades de fiscalización con nuevas atribuciones en materia de radio y televisión respecto a la propaganda electoral.

La reforma política impulsada por nuestro paisano Presidente, Enrique Peña Nieto acordó la disolución del IFE para dar paso a una nueva institución denominada “Instituto Nacional Electoral” (INE) que entro en funciones el 4 de abril del año 2014, por el acuerdo político denominado “Pacto por México”; así el INE se transformó en una Autoridad Electoral de carácter Nacional, con una legislación única encargada de todas la elecciones constitucionales en este país las Federales, Estatales y Municipales; dotado de autonomía constitucional y de atribuciones para la celebración de consultas populares desde su organización; regidas por un código electoral general, compuesta de 11 Consejeros siendo uno de ellos Presiente del Consejo Nacional Electoral; por cierto que el Comité Técnico de Evaluación juntamente con la mayoría de la Cámara de Diputados integraron a los 4 consejeros restantes; en un procedimiento pulcro y sin mayores problemas.


Regulada la actuación del INE en nuestra Carta Magna en el artículo 41 fracción V apartado B; se le señalan entre otras funciones las de: Capacitación electoral; Diseño y determinación de la geografía electoral (Distritos y secciones electorales); Organizar y definir el padrón y la lista de electores; Ubicación y designación de funcionarios de casilla; Reglas sobre el manejo de resultados preliminares, así como reglas y normas para encuestas y sondeos de opinión; Fiscalización de los ingresos de los partidos políticos; Los derechos a las prerrogativas de los candidatos y partidos políticos; Preparación de la jornada electoral; Impresión de documentos y materiales electorales (actas y boletas); Escrutinios y cómputo de elecciones y finalmente Declaración de validez y otorgamiento de constancias de ganador.


Estas atribuciones aseguran la imparcialidad de los procesos electorales las cuales hoy día AMLO como Presidente de la República, pretende “ensuciar” lo que se ha construido con mucho esfuerzo, denostando cada que puede al Presidente y consejeros del Instituto Nacional Electoral.