/ jueves 16 de abril de 2020

De Análisis y Reflexión | Ignacio Pichardo Pagaza QEPD


El martes pasado falleció un mexiquense ejemplar, un ser excepcional como fue el Maestro Ignacio Pichardo Pagaza. Y me refiero a él como Maestro, porque eso fue a lo largo de su fructífera vida; sus enseñanzas quedaran para la posteridad y como ejemplo para la sociedad mexiquense. El Maestro siempre fue un hombre recto, honesto, difícil de encontrar en la Administración Pública, un servido publico excepcional, político sin par, un jurista ejemplar.

Tuve la oportunidad de conocerlo, tratarlo y convivir en muchas ocasiones con él; me da mucha tristeza referirme al Maestro Pichardo Pagaza hoy, apenas a tres días de su lamentable fallecimiento, porque nos hizo el honor de prologar el libro “Derecho Administrativo Mexicano”, que escribí junto con mi hija, la Maestra Natalia López Sosa Montes de Oca. Más que un prólogo fue una dirección, una enseñanza jurídica, pues convivimos mucho tiempo con él. Por ese y otros motivos, siempre lo recordaremos con mucho afecto y especial cariño.

Desde este espacio quisiera decirle a su hijo Ignacio, con quien también tuve la oportunidad de convivir, y a su esposa Doña Julieta Lechuga, el afecto que le tuvimos a Don Ignacio, hoy y siempre doy gracias a la vida por darme la oportunidad de conocer a este hombre de excepción como fue Ignacio Pichardo Pagaza.

La Organización Mundial de la Salud (OMS); en estos tiempos de coronavirus es inevitable referirme, a este organismo especializado en materia de salud, en políticas de prevención, promoción e intervención a nivel mundial. Fundado en 1948 por el canadiense Brock Chisholm, quien además fue el primer presidente de la OMS. Hoy el actual presidente es Tedros Adhanom, de nacionalidad etíope, que fue Ministro de Salud y de Relaciones Exteriores de su país de Etiopía.

Por ser un organismo perteneciente a la misma ONU, México forma parte de la estructura de la OMS. Su función primordial es definir las políticas financieras y tener una asamblea que elige a 34 miembros técnicos en el campo de la salud. Cuenta con seis oficinas regionales en África, Europa, Asia Sur-Oriental, en el Mediterráneo Oriental, en el Pacifico Oriental y en las Américas con sede en Washington.

Bien vale la pena comentar que este organismo de la Organización Mundial de la Salud es el que fijo las políticas de restricción mundial acerca de la pandemia del coronavirus o COVID-19, es decir; esta es la organización que económicamente ha paralizado al mundo para evitar los contagios de esta cepa de infección.

Esta enfermedad que se inició en Wuhan, China y que se expandió por casi toda Europa provocando ya miles y miles de muertes en el viejo continente, Estados Unidos, en Sudamérica y ya cientos en México, que además por la reclusión a la que nos ha obligado a la población de todo el mundo, sus consecuencias económicas serán desastrosas y desgarradoras.

Aquí en México ya ha dejado sin trabajo a casi 500 mil personas de empleo formal y según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) se dice que después del coronavirus se podrán perder hasta ¡7 millones de empleos! formales e informales, pues como dice “el Peje” y su compañero López Batel ¡Lo peor está por llegar!

En México y en el mundo la Organización Mundial de la Salud muy poco ha hecho en políticas preventivas, para evitar el desempleo; si seguimos en esta etapa de “encierro voluntario”; muy pronto vamos a caer en un estado de “rapiña”, de depresión económica- social y la OMS, como decimos los mexicanos, “sigue tan campante”.


El martes pasado falleció un mexiquense ejemplar, un ser excepcional como fue el Maestro Ignacio Pichardo Pagaza. Y me refiero a él como Maestro, porque eso fue a lo largo de su fructífera vida; sus enseñanzas quedaran para la posteridad y como ejemplo para la sociedad mexiquense. El Maestro siempre fue un hombre recto, honesto, difícil de encontrar en la Administración Pública, un servido publico excepcional, político sin par, un jurista ejemplar.

Tuve la oportunidad de conocerlo, tratarlo y convivir en muchas ocasiones con él; me da mucha tristeza referirme al Maestro Pichardo Pagaza hoy, apenas a tres días de su lamentable fallecimiento, porque nos hizo el honor de prologar el libro “Derecho Administrativo Mexicano”, que escribí junto con mi hija, la Maestra Natalia López Sosa Montes de Oca. Más que un prólogo fue una dirección, una enseñanza jurídica, pues convivimos mucho tiempo con él. Por ese y otros motivos, siempre lo recordaremos con mucho afecto y especial cariño.

Desde este espacio quisiera decirle a su hijo Ignacio, con quien también tuve la oportunidad de convivir, y a su esposa Doña Julieta Lechuga, el afecto que le tuvimos a Don Ignacio, hoy y siempre doy gracias a la vida por darme la oportunidad de conocer a este hombre de excepción como fue Ignacio Pichardo Pagaza.

La Organización Mundial de la Salud (OMS); en estos tiempos de coronavirus es inevitable referirme, a este organismo especializado en materia de salud, en políticas de prevención, promoción e intervención a nivel mundial. Fundado en 1948 por el canadiense Brock Chisholm, quien además fue el primer presidente de la OMS. Hoy el actual presidente es Tedros Adhanom, de nacionalidad etíope, que fue Ministro de Salud y de Relaciones Exteriores de su país de Etiopía.

Por ser un organismo perteneciente a la misma ONU, México forma parte de la estructura de la OMS. Su función primordial es definir las políticas financieras y tener una asamblea que elige a 34 miembros técnicos en el campo de la salud. Cuenta con seis oficinas regionales en África, Europa, Asia Sur-Oriental, en el Mediterráneo Oriental, en el Pacifico Oriental y en las Américas con sede en Washington.

Bien vale la pena comentar que este organismo de la Organización Mundial de la Salud es el que fijo las políticas de restricción mundial acerca de la pandemia del coronavirus o COVID-19, es decir; esta es la organización que económicamente ha paralizado al mundo para evitar los contagios de esta cepa de infección.

Esta enfermedad que se inició en Wuhan, China y que se expandió por casi toda Europa provocando ya miles y miles de muertes en el viejo continente, Estados Unidos, en Sudamérica y ya cientos en México, que además por la reclusión a la que nos ha obligado a la población de todo el mundo, sus consecuencias económicas serán desastrosas y desgarradoras.

Aquí en México ya ha dejado sin trabajo a casi 500 mil personas de empleo formal y según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) se dice que después del coronavirus se podrán perder hasta ¡7 millones de empleos! formales e informales, pues como dice “el Peje” y su compañero López Batel ¡Lo peor está por llegar!

En México y en el mundo la Organización Mundial de la Salud muy poco ha hecho en políticas preventivas, para evitar el desempleo; si seguimos en esta etapa de “encierro voluntario”; muy pronto vamos a caer en un estado de “rapiña”, de depresión económica- social y la OMS, como decimos los mexicanos, “sigue tan campante”.