2021 fue un año especialmente productivo en gobierno abierto en nuestra entidad. No sólo se han hecho más foros que en otros años, sino que también se han ido desarrollando productos que hoy en día tienen la potencialidad de mejorar las capacidades institucionales y de construir una agenda estatal de apertura que permita avanzar hacia un Estado Abierto.
En primer lugar, hay que reconocer la publicación del Primer Plan de Acción Local de Gobierno Abierto. Este documento integra, por una parte, compromisos de gobierno abierto que se hemos impulsado integrantes del Secretariado Técnico Local (STL) desde diciembre de 2019 y, por otra, esfuerzos coordinados por la Secretaría de Justicia, el municipio de Tlalnepantla y las organizaciones que los acompañan en el marco de su adhesión a la Open Government Partnership (OGP) en 2020.
En segundo lugar, el ejercicio de Parlamento Abierto del Poder Legislativo organizado por el Secretariado Técnico para la Reforma del Estado de México. Más allá de las posibles limitaciones institucionales, técnicas o políticas para traducir las propuestas ciudadanas en reformas concretas, el ejercicio de Parlamento Abierto de 2021 ya es referencia tan sólo por la cantidad y calidad de la participación ciudadana y su facilitación virtual, mucho más diversa y representativa que cualquier ejercicio estatal de gobierno abierto.
En el ámbito del Poder Judicial estatal también hay que apuntar acciones de apertura impulsadas por el magistrado Ricardo Sodi. Su incorporación al STL de Gobierno Abierto y la instalación del Observatorio Ciudadano en favor de la justicia hablan de una voluntad de avanzar en Justicia Abierta.
Destaco estos porque han ido más allá del discurso y, sobre todo, porque se les puede dar seguimiento. Evaluar es importante para evitar tomar dos posturas nocivas. Por un lado, la visión pesimista, común desde sociedad civil (para tener una incidencia efectiva también hay que reconocer logros, aunque sean pequeños, pues de otra manera nunca alcanzaremos los grandes cambios). Y por otro, para evitar una postura auto complaciente, oficialista, que no aporta nada y tiende a sobredimensionar los alcances de cualquier política, quedándose en el lugar común y hasta en la demagogia.
Si se cumplen con las propias expectativas, estos mecanismos también podrían funcionar como medios de articulación para mejorar la gobernanza, no sólo como un fin en sí mismo. El reto está en mejorar la coordinación, tanto al interior como al exterior, para construir una agenda estratégica de Estado Abierto que contribuya en tener instituciones más participativas, eficaces y que rindan cuentas.
Durante 2022 seguiremos promoviendo la agenda de Estado Abierto para el Estado de México, mediante el análisis crítico de estos ejercicios y la difusión de herramientas y políticas exitosas de gobierno abierto. ¡Feliz año nuevo!
@drcervantesp www.danielrosemberg.com