/ martes 19 de enero de 2021

EdoMex Abierto | Un gobierno que le sirva a las personas

Quiero iniciar este primer texto agradeciendo la gentileza de la directora Rosamaría Coyotécatl y del subdirector Enrique Gómez por la invitación a colaborar en este importante diario mexiquense. Con este espacio estaré contribuyendo al análisis de los asuntos públicos en el Estado de México; en particular con temas relacionados con transparencia gubernamental, participación ciudadana y rendición de cuentas, los cuales forman parte de la agenda de gobierno abierto que todavía tiene mucho camino por recorrer en nuestra entidad.

¿Por qué EdoMex Abierto? Si en un experimento le pidiéramos a un grupo de personas que nos dijeran con qué palabra relacionan más “Estado de México” seguramente a nadie se le ocurriría mencionar algo relacionado con la apertura. Lo más probable es que el nombre de nuestra entidad se relacione más bien con autoritarismo, violencia, inseguridad, feminicidios o incluso ahora con el fatídico semáforo rojo.

Por supuesto que EdoMex Abierto no es un título que pretenda describir una realidad alcanzada, sino más bien es una consigna, una visión. Al elegir el título de Estado de México Abierto no sólo me quiero referir a la imperiosa necesidad de modernizar al aparato gubernamental a partir del paradigma del gobierno abierto, en el que iré profundizando en otras entregas, sino también al concepto más amplio de sociedad abierta: aquella en la que ciudadanía juega un papel preponderante en el diseño de las instituciones y en la deliberación pública.

En una sociedad abierta, concepto acuñado por Karl Popper, el gobierno democrático es todo lo contrario a ser totalitario, opaco, centralizado y burocrático. Implica contar con esquemas de gobernanza para poder conocer qué hace y cómo trabaja el gobierno para así poder evaluarlo, poniendo claros límites al ejercicio del poder.

En este sentido, la magnitud y complejidad de los problemas que afectan a la ciudadanía mexiquense, como la inseguridad, la corrupción, la deficiente movilidad o incluso ahora las crisis sanitaria y económica, sólo podrán ser resueltos en la medida en la que contemos con gobiernos capaces, transparentes y que rindan cuentas. Pero también es necesaria la existencia de una ciudadanía activa y empoderada, ejercida en espacios cívicos democráticos y libres de violencia y de polarización.

Éste será el enfoque en el que estaré participando en este espacio: analizaré retos y oportunidades en el Estado de México para que podamos transitar hacia una sociedad abierta en la que el gobierno mejore la forma en la que sirve a las personas.

@DRCervantesP

Quiero iniciar este primer texto agradeciendo la gentileza de la directora Rosamaría Coyotécatl y del subdirector Enrique Gómez por la invitación a colaborar en este importante diario mexiquense. Con este espacio estaré contribuyendo al análisis de los asuntos públicos en el Estado de México; en particular con temas relacionados con transparencia gubernamental, participación ciudadana y rendición de cuentas, los cuales forman parte de la agenda de gobierno abierto que todavía tiene mucho camino por recorrer en nuestra entidad.

¿Por qué EdoMex Abierto? Si en un experimento le pidiéramos a un grupo de personas que nos dijeran con qué palabra relacionan más “Estado de México” seguramente a nadie se le ocurriría mencionar algo relacionado con la apertura. Lo más probable es que el nombre de nuestra entidad se relacione más bien con autoritarismo, violencia, inseguridad, feminicidios o incluso ahora con el fatídico semáforo rojo.

Por supuesto que EdoMex Abierto no es un título que pretenda describir una realidad alcanzada, sino más bien es una consigna, una visión. Al elegir el título de Estado de México Abierto no sólo me quiero referir a la imperiosa necesidad de modernizar al aparato gubernamental a partir del paradigma del gobierno abierto, en el que iré profundizando en otras entregas, sino también al concepto más amplio de sociedad abierta: aquella en la que ciudadanía juega un papel preponderante en el diseño de las instituciones y en la deliberación pública.

En una sociedad abierta, concepto acuñado por Karl Popper, el gobierno democrático es todo lo contrario a ser totalitario, opaco, centralizado y burocrático. Implica contar con esquemas de gobernanza para poder conocer qué hace y cómo trabaja el gobierno para así poder evaluarlo, poniendo claros límites al ejercicio del poder.

En este sentido, la magnitud y complejidad de los problemas que afectan a la ciudadanía mexiquense, como la inseguridad, la corrupción, la deficiente movilidad o incluso ahora las crisis sanitaria y económica, sólo podrán ser resueltos en la medida en la que contemos con gobiernos capaces, transparentes y que rindan cuentas. Pero también es necesaria la existencia de una ciudadanía activa y empoderada, ejercida en espacios cívicos democráticos y libres de violencia y de polarización.

Éste será el enfoque en el que estaré participando en este espacio: analizaré retos y oportunidades en el Estado de México para que podamos transitar hacia una sociedad abierta en la que el gobierno mejore la forma en la que sirve a las personas.

@DRCervantesP