Ante el problema de la corrupción en el Estado de México es necesario un amplio acuerdo estatal de cero tolerancia a la corrupción, que incluya a los tres poderes del estado, órganos autónomos, partidos políticos, universidades, sector empresarial e impartidores de justicia. La Maestra Delfina Gómez llega con la legitimidad democrática y el apoyo social necesario para poder liderar este acuerdo de primer nivel para combatir la corrupción de gran escala.
En uno de los debates realizados entre las aspirantes a la gubernatura, la hoy gobernadora electa señaló como parte de su estrategia en contra de la corrupción, el fortalecimiento del Sistema Anticorrupción del Estado de México y Municipios. A cinco años de la implementación de este Sistema en nuestro estado, es necesario un análisis de sus resultados, sus fortalezas, pero también sus debilidades. En esta revisión se debe considerar el papel de los Sistemas Municipales Anticorrupción, los cuales deben ser instalados en cada uno de los 125 municipios, específicamente su impacto para prevenir y detectar actos de corrupción en ese nivel de gobierno.
La tecnología y la inteligencia financiera deben ser aliados en esta cruzada contra la corrupción en el Estado de México. Un Gobierno Digital permite la agilización de procedimientos, desde los trámites más cotidianos como el pago de servicios y la apertura de nuevos negocios, hasta hacer interoperable la información en posesión de las instancias de gobierno y permitir la detección de posibles redes de corrupción en contrataciones públicas. Para citar un ejemplo de la necesidad de transitar a trámites digitales, considérese que para el 90% de las empresas en el Estado de México, los actos de corrupción se producen para agilizar trámites y 74% para evitar la clausura de sus negocios (INEGI, ENCRIGE 2020).
Un pilar más en esta batalla contra la corrupción pasa necesariamente por las aulas de las escuelas mexiquenses. Después de las familias, las escuelas son los espacios por excelencia donde niñas y niños deben aprender, desde sus primeros años, a ser personas empáticas y honestas. Dada la experiencia de la futura gobernadora como titular de la Secretaría de Educación a nivel nacional, es promisoria la coordinación que pueda darse en este ámbito con la SEP, así como las propias estrategias que se diseñen para ampliar esta alianza contra la corrupción, con padres de familia y magisterio.
Un cambio en la forma de gobernar el estado más poblado del país pasa necesariamente por erradicar la corrupción y la impunidad, como un eje transversal de la función del aparato estatal, en el que se imponga el bienestar general por encima de intereses privados o de grupo.
