/ sábado 26 de febrero de 2022

Entremés Político | La unidad no se demuestra en las fotos sino en la acción

Los agrupamientos en política son algo normal. Difícilmente se puede entender el ejercicio de la política sin el acompañamiento colectivo y sin el intercambio de puntos de vista entre quienes sostienen las mismas banderas.

La reflexión colectiva para conseguir los objetivos políticos que un grupo de personas se propone, es lo propio de la política. Hay quienes se agrupan para echar a andar proyectos de gobierno y otros lo hacen simplemente para conseguir un espacio de representación popular o para incrustarse en la burocracia del estado o de un partido. Estos últimos son busca chambas y nada más. Regularmente fijan sus posturas políticas en la misma dirección en que sopla el viento. Generalmente son personas que no desarrollan ideas y, por el contrario, viven inmersos en la burocracia partidista administrando conflictos y alentando las diferencias pues, en la medida que puedan intervenir en el conflicto, pueden obtener apoyos para sus propósitos. Son aquellos que viven de la lisonja y son más papistas que el Papa cuando se trata de quedar bien con el jefe político. Este tipo de personajes abundan en todos los partidos políticos y son los ojos y las orejas de los dirigentes. Actúan como informantes o desinformantes según sus intereses y son los principales partícipes en los corros y chismes políticos.

Traigo estas líneas a lectura pues en los meses por venir se intensificarán los chismes y corros en medio de las disputas por las candidaturas a gobernador o gobernadora en todos los partidos políticos. Habrá muchos personajes que estarán al pendiente de los movimientos que realicen diversos actores para suponer el posicionamiento o apoyo a tal o cual precandidato.

Para quienes venimos de recorrer un largo camino en la izquierda libertaria y progresista, pensamos que la gente no se marca como ganado y por consiguiente no tiene patrón, fierro, marca o dueño. Nadie que no haya alcanzado la libertad política podrá entender lo que aquí se expresa. A los que nos alienta la construcción de proyectos e ideas políticas no nos representa ni nos intimida la insidia. La racionalidad es lo que debe marcar nuestra conducta. La grilla palaciega lejos de ayudar obnubila en detrimento de todos. Los picapleitos, regularmente afianzados en la minoría, solo ganan cuando las mayorías se confrontan. Ese es su espacio vital. Por esta razón hay que vivir alejados del chismorreo y de la suposición. La unidad no se demuestra en las fotos sino en la acción. Unidad que se proclama en el café y se demuestra en la foto no es más que una simulación.

Los agrupamientos en política son algo normal. Difícilmente se puede entender el ejercicio de la política sin el acompañamiento colectivo y sin el intercambio de puntos de vista entre quienes sostienen las mismas banderas.

La reflexión colectiva para conseguir los objetivos políticos que un grupo de personas se propone, es lo propio de la política. Hay quienes se agrupan para echar a andar proyectos de gobierno y otros lo hacen simplemente para conseguir un espacio de representación popular o para incrustarse en la burocracia del estado o de un partido. Estos últimos son busca chambas y nada más. Regularmente fijan sus posturas políticas en la misma dirección en que sopla el viento. Generalmente son personas que no desarrollan ideas y, por el contrario, viven inmersos en la burocracia partidista administrando conflictos y alentando las diferencias pues, en la medida que puedan intervenir en el conflicto, pueden obtener apoyos para sus propósitos. Son aquellos que viven de la lisonja y son más papistas que el Papa cuando se trata de quedar bien con el jefe político. Este tipo de personajes abundan en todos los partidos políticos y son los ojos y las orejas de los dirigentes. Actúan como informantes o desinformantes según sus intereses y son los principales partícipes en los corros y chismes políticos.

Traigo estas líneas a lectura pues en los meses por venir se intensificarán los chismes y corros en medio de las disputas por las candidaturas a gobernador o gobernadora en todos los partidos políticos. Habrá muchos personajes que estarán al pendiente de los movimientos que realicen diversos actores para suponer el posicionamiento o apoyo a tal o cual precandidato.

Para quienes venimos de recorrer un largo camino en la izquierda libertaria y progresista, pensamos que la gente no se marca como ganado y por consiguiente no tiene patrón, fierro, marca o dueño. Nadie que no haya alcanzado la libertad política podrá entender lo que aquí se expresa. A los que nos alienta la construcción de proyectos e ideas políticas no nos representa ni nos intimida la insidia. La racionalidad es lo que debe marcar nuestra conducta. La grilla palaciega lejos de ayudar obnubila en detrimento de todos. Los picapleitos, regularmente afianzados en la minoría, solo ganan cuando las mayorías se confrontan. Ese es su espacio vital. Por esta razón hay que vivir alejados del chismorreo y de la suposición. La unidad no se demuestra en las fotos sino en la acción. Unidad que se proclama en el café y se demuestra en la foto no es más que una simulación.

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