Rebelión contra las redes y los algoritmos
Las redes sociales ya no son lo que solían ser. Al principio mostraron cierta ingenuidad, pues permitían elegir cómo querías ver los contenidos. Hoy sólo los usuarios somos los ingenuos. A partir de 2016 comenzó la dictadura de los algoritmos que indican qué consumir y, lo peor, qué creer y qué pensar. Ya he dicho que los datos que regalamos sobre qué hacemos, dónde vamos, cuánto gastamos y con quién hablamos (incluso en privado o inbox), es procesada por algoritmos que realizan predicciones sobre nuestros comportamientos. Quien invente algoritmos que traten el inmenso big data encuentra su mina de oro, pues puede vender la información generada. Es lo que hacen WhatsApp, YouTube, Facebook (Fb), Google, Twitter, Instagram, Amazon y Netflix.
Hay quien no está dispuesto a que esta situación continúe y por ello existe ya una especie de rebelión contra las redes sociales y los algoritmos pues, aparte de usar datos personales sin consentimiento, generan demasiada basura informativa (las fake news o noticias falsas) y crean adicción como el cigarro (los likes de amigos y seguidores producen pequeñas descargas de dopamina que nos provocan felicidad, lo cual hace que estemos pegados a las redes).
Hace unos días, el actor Jim Carrey llamó despectivamente “Fakebook” a Fb y le retiró sus inversiones; Unilever también piensa retirar 7 mil 700 millones de dólares; el principal diario de Brasil, Folha de Sao Paulo, anunció que no publicará más contenidos en Fb; y Rupert Murdoch, dueño de Fox, considera que más bien Fb debe pagarle por su información. Fb ha estado en el ojo de la opinión pública y la justicia gringas porque sus influencers compran seguidores ficticios, por “linchamientos” contra personas, por crímenes emitidos en directo y porque millones pudieron acceder en 2016 a fake news creadas por agentes rusos; en Europa, Fb ha sido acusada y multada por monopolio y abuso de posición dominante, por mentir en sus transacciones y por no proteger datos personales (todo ello mientras en México el INE hace tratos con Fb).
Antes se consideraba la televisión como la “caja idiota” que alienaba a la gente. Ahora la caja idiota es el menor de los problemas. Incluso Sean Parker, fundador de Fb junto a Mark Zuckerberg, se arrepiente de haber impulsado esta red y dice que “Sólo Dios sabe lo que hace con el cerebro de los niños”. No obstante, el remedio para que los algoritmos no dominen nuestras vidas es el mismo que para resistir a la caja idiota: educar a las personas. Yo he tratado de educarme y resistir a los algoritmos, siendo más cuidadoso al dar likes y buscando otras fuentes de información, pero reconozco que es sumamente difícil no resbalar en el oasis de basura que hay en las redes.
rodrigo.pynv@hotmail.com