Gene Sharp y la no violencia
Una frase dicha por él mismo y que lo define bien es la siguiente: “Siempre pensé que cuando me termine debería dejar este mundo en una condición mejor que la que lo encontré”. Es Gene Sharp, norteamericano nacido en 1928 que falleció apenas el pasado 2 de febrero. De formación sociólogo y pacifista, es uno de los grandes estudiosos de Gandhi y la no violencia en el mundo.
Sus enseñanzas no sólo se limitaron a pensar o escribir sobre la paz. Hizo a un lado el idealismo y se concentró en la acción no violenta, demostrando que la paz no sólo es un valor sino un objetivo real y alcanzable. Dichas enseñanzas influyeron de forma lenta, pero decisiva, en la gente inconforme con gobiernos dictatoriales (en países como Birmania, Serbia, Egipto, Túnez, Venezuela, Georgia e Irán), que pudo organizarse gracias a que son una especie de manuales y recetarios para la práctica y la acción pacíficas.
Tengo en mis manos uno de sus libros: Los métodos de la acción no-violenta (Creative Commons, 2006), en el que ofrece una serie de recomendaciones para actuar, sin caer en la violencia, contra las injusticias y los gobiernos opresores. Son, literalmente, recetas que prescinden de causar violencia física (golpes, asesinatos, torturas), sicológica y cultural a las personas y colectivos. La siguiente es una pequeña muestra de los 198 métodos que propone:
De protesta y persuasión: uso de consignas, caricaturas, símbolos, premios de burla, elecciones simuladas, insignias, oraciones, desnudos, destrucción de bienes, luces, retratos, sonidos, gestos groseros, escenas cómicas y travesuras, obras de teatro, cantos, entierros fingidos, silencios y el retiro.
De no cooperación social: boicots, excomuniones, suspensión de labores, huelgas, desobediencia civil, emigraciones y huida de trabajadores.
De no cooperación económica: no producción y consumo de bienes, lista negra de empresarios sin ética, cierre forzoso de negocios, huelga de “brazos caídos”, retiro de fondos.
De no cooperación política: negar, obstruir y desobedecer a las autoridades; apoyo a las resistencias, boicot a elecciones e instituciones, amotinamiento, rompimiento de relaciones diplomáticas y no pertenencia a organizaciones.
De intervención: ayuno, exponerse a la intemperie, plantones, sentadas, ocupación del transporte público, incursiones aéreas, tortuguismo en las actividades, sobrecarga de servicios, interrupciones, incautación de bienes, falsificaciones, crear mercados y sistemas de comunicación alternativos.
Por cierto, a Gene Sharp lo postularon varias veces, pero nunca le concedieron el Nobel de la Paz (es otro de los grandes errores de la Academia noruega). En esta columna no podíamos dejar de rendirle un pequeño homenaje.
@RodrigoSanArce
