No debería competir en la elección presidencial
Regularmente no abordo temas de política electoral mexicana, pero así como hace unas semanas hablé de Marichuy, éste tampoco lo puedo dejar pasar.
Luego de la ocurrencia que el candidato independiente el “Bronco” tuvo en el debate presidencial del pasado 22 de abril, en el que propuso “mocharle la mano al que robe” (refiriéndose a los servidores públicos corruptos), al menos han trascendido dos manos cortadas por criminales: una de ellas atribuida de manera directa a este personaje, de un cuerpo desconocido, desmembrado y abandonado sobre la carretera federal México-Acapulco, con un mensaje escrito en una cartulina que decía: “como dijo El Bronco, hay que cortarles la mano a los lacrosos”; y otra mano cortada con machete hace unos días al exrector de la Universidad Popular de la Chontalpa, Tabasco, Ramón Figueroa Cantoral, mientras cambiaba la llanta de su coche sobre la carretera Villahermosa-Teapa, y todo porque los ladrones se enojaron porque aquél no llevaba dinero en la cartera.
Es así como una ocurrencia con visos humorísticos y que provocó tantos chistes y memes en las redes sociales, pasó de inmediato de ser propuesta de debate a la realidad.
Ahora bien, me podrán decir que no es la primera vez que pasa, que por dar el ejemplo más reciente, hace medio año le cortaron las manos a seis personas en Tlaquepaque, Jalisco, acusados de ladrones, y les concederé razón. De igual forma me podrán decir que la ficción cinematográfica influye para que la gente sea mutilada (recuerdo las manos que un sicario corta a otro sicario en la película El Infierno de Luis Estrada, 2010, muy cercana a nuestra realidad) y también estaré de acuerdo pues la violencia es un fenómeno que tiene causas multifactoriales.
No obstante, el “Bronco” ha sido legislador, presidente municipal y gobernador, y si bien los cargos que ha ocupado no lo hacen precisamente gente sensata, es muy seria su intención de ser presidente de México, y no es que deba mostrar mayor ecuanimidad (a veces los otros candidatos tampoco lo hacen), pero es reprobable que llame a la violencia directa en un país como el nuestro, tan lastimado por el crimen organizado.
El artículo 22 de la Constitución mexicana prohíbe expresamente la pena de mutilación y otras penas “inusitadas y trascendentales”. No sé cómo este señor se atreve a decir que su equipo jurídico ya analiza una propuesta de ley para que se moche la mano al que robe. ¿Cuántas manos cortadas más veremos por una ocurrencia de campaña? Sólo por el hecho de incitar a la violencia directa contra las personas, las autoridades electorales deberían rectificar y quitar al “Bronco” de las boletas que los ciudadanos cruzaremos en las próximas elecciones presidenciales.
