/ jueves 19 de julio de 2018

Hablemos de Paz y No Violencia

El pueblo de AMLO

No es presidente electo, ni real ni virtual, a pesar de lo que diga la prensa; sólo es candidato ganador, pero ante el vacío de poder dejado por el gobierno federal, AMLO viene arrasando con todo, ya sea con sus 50 medidas de austeridad y contra la corrupción, con los nombramientos y reacomodos en su próximo gabinete legal y ampliado, con la discusión sobre la descentralización de las secretarías o con sus consultas para la pacificación del país. Parece ya presidente de facto. Aunque tampoco ha estado exento de críticas por errores de comunicación (con el Papa y el EZLN), por promesas que no cumplirá o por el impacto presupuestal y laboral de sus políticas.

No queda de otra más que seguirle dando el beneficio de la duda, aunque ni siquiera haya comenzado a gobernar y ya esté levantando mucho polvo. Nadie en su sano juicio político puede estar en contra de la paz, la austeridad y la erradicación de la corrupción, y la abrumadora mayoría con la que ganaron AMLO y su partido en todo el país les permitirá sacar adelante muchas de las iniciativas y reformas que han planteado. Es asunto consumado.

Pero queda una tarea adicional importante, además de seguir ejerciendo la crítica: si las elecciones demostraron la fortaleza de la democracia electoral, ahora debemos cuidar que los ganadores respeten la diversidad, la pluralidad y la tolerancia. AMLO siempre ha dicho que actúa en nombre del pueblo y la experiencia histórica en México y otros países ha demostrado que cuando se actúa en nombre de ese “pueblo”, la tentación autoritaria es grande. Hay que recordar las sabias palabras que en abril de este año expresó José Woldenberg, el expresidente del IFE más querido y mejor recordado:

“Si el pueblo fuera uno, monolítico, sin fisuras; si encarnara una sola voluntad, un mismo proyecto y hasta una única sensibilidad; entonces, toda la parafernalia democrática sobraría, estaría de más, sería un estorbo… Porque si el pueblo fuera uno solo sería mejor contar con una sola voz que lo expresara… No importa que todas las evidencias a la mano indiquen que el pueblo no es uno y que en su seno existen intereses y aspiraciones diversas y en ocasiones encontradas… El peligro mayor es que alguien con poder realmente se crea el representante del pueblo y actúe en consecuencia [de parte] de esa constelación inabarcable y compleja a la que llamamos pueblo… El otro riesgo es que parte del pueblo acabe convenciéndose de que ellos son El Pueblo y que quienes se le oponen no son más que el antipueblo.”

Visto de esta forma, yo no me asumo como parte de un “pueblo” monolítico que no permite las diferencias. Me asumo como ciudadano mexicano que, como muchos otros, espera tener un buen gobierno y gozar del derecho a disentir.


rodrigo.pynv@hotmail.com; Facebook: @RodrigoSánchez; Twitter: @RodrigoSanArce

El pueblo de AMLO

No es presidente electo, ni real ni virtual, a pesar de lo que diga la prensa; sólo es candidato ganador, pero ante el vacío de poder dejado por el gobierno federal, AMLO viene arrasando con todo, ya sea con sus 50 medidas de austeridad y contra la corrupción, con los nombramientos y reacomodos en su próximo gabinete legal y ampliado, con la discusión sobre la descentralización de las secretarías o con sus consultas para la pacificación del país. Parece ya presidente de facto. Aunque tampoco ha estado exento de críticas por errores de comunicación (con el Papa y el EZLN), por promesas que no cumplirá o por el impacto presupuestal y laboral de sus políticas.

No queda de otra más que seguirle dando el beneficio de la duda, aunque ni siquiera haya comenzado a gobernar y ya esté levantando mucho polvo. Nadie en su sano juicio político puede estar en contra de la paz, la austeridad y la erradicación de la corrupción, y la abrumadora mayoría con la que ganaron AMLO y su partido en todo el país les permitirá sacar adelante muchas de las iniciativas y reformas que han planteado. Es asunto consumado.

Pero queda una tarea adicional importante, además de seguir ejerciendo la crítica: si las elecciones demostraron la fortaleza de la democracia electoral, ahora debemos cuidar que los ganadores respeten la diversidad, la pluralidad y la tolerancia. AMLO siempre ha dicho que actúa en nombre del pueblo y la experiencia histórica en México y otros países ha demostrado que cuando se actúa en nombre de ese “pueblo”, la tentación autoritaria es grande. Hay que recordar las sabias palabras que en abril de este año expresó José Woldenberg, el expresidente del IFE más querido y mejor recordado:

“Si el pueblo fuera uno, monolítico, sin fisuras; si encarnara una sola voluntad, un mismo proyecto y hasta una única sensibilidad; entonces, toda la parafernalia democrática sobraría, estaría de más, sería un estorbo… Porque si el pueblo fuera uno solo sería mejor contar con una sola voz que lo expresara… No importa que todas las evidencias a la mano indiquen que el pueblo no es uno y que en su seno existen intereses y aspiraciones diversas y en ocasiones encontradas… El peligro mayor es que alguien con poder realmente se crea el representante del pueblo y actúe en consecuencia [de parte] de esa constelación inabarcable y compleja a la que llamamos pueblo… El otro riesgo es que parte del pueblo acabe convenciéndose de que ellos son El Pueblo y que quienes se le oponen no son más que el antipueblo.”

Visto de esta forma, yo no me asumo como parte de un “pueblo” monolítico que no permite las diferencias. Me asumo como ciudadano mexicano que, como muchos otros, espera tener un buen gobierno y gozar del derecho a disentir.


rodrigo.pynv@hotmail.com; Facebook: @RodrigoSánchez; Twitter: @RodrigoSanArce

ÚLTIMASCOLUMNAS
jueves 19 de diciembre de 2019

Hablemos de Paz y No Violencia | Efectos del austericidio

Efectos del austericidio

Rodrigo Sánchez Arce

jueves 12 de diciembre de 2019

Hablemos de Paz y No Violencia | La maldición de Sao Paulo

La maldición de Sao Paulo

Rodrigo Sánchez Arce

jueves 05 de diciembre de 2019

Hablemos de Paz y No Violencia | Lecciones desde Latinoamérica

Lecciones desde Latinoamérica

Rodrigo Sánchez Arce

jueves 28 de noviembre de 2019

Hablemos de Paz y No Violencia | No existen las democracias iliberales

No existen las democracias iliberales

Rodrigo Sánchez Arce

jueves 21 de noviembre de 2019

Hablemos de Paz y No Violencia | Revoluciones armadas, democracia y paz

Revoluciones armadas, democracia y paz

Rodrigo Sánchez Arce

jueves 14 de noviembre de 2019

Hablemos de Paz y No Violencia / El Evo que llega a México

El Evo que llega a México

Rodrigo Sánchez Arce

Cargar Más