/ jueves 27 de septiembre de 2018

Hablemos de Paz y No Violencia


El 68 en el Estado de México

La influencia del movimiento estudiantil del 68 en nuestros días es clara. Se comenzó a observar desde la reforma de 1977 planteada por Jesús Reyes Heroles, la cual permitió liberalizar el sistema político y 20 años después que el partido hegemónico, el PRI, perdiera la mayoría en el Congreso. Su influencia se extendió hasta el año 2000, cuando se dio la primera alternancia en la presidencia de la República. Incluso hay quien va más lejos al decir que la llegada de Morena a la presidencia es herencia directa de los sucesos del 68.

Por otra parte, desde 1988 se observa un cambio en el comportamiento de los políticos: el presidente Salinas y el regente Camacho Solís dejaron de enfrentar con violencia las manifestaciones y protestas sociales y empezaron a dialogar con los líderes (no está de más decir que los entonces “amigos” Salinas y Camacho vivieron en carne propia el 68), de manera que actualmente es difícil que los gobiernos respondan con violencia a las expresiones de descontento. Este cambio sólo fue posible porque el tiempo demostró lo absurdo de la represión.

No hay duda, entonces, que en materia política existe un antes y un después del 68. Sobre este tema han corrido ríos de tinta y kilómetros de audiovisuales, no obstante, me interesa conocer qué pasó con el 68 en el Estado de México y, de manera particular, en Toluca. Pero cuando pregunto a personas con edad suficiente todos responden que en Toluca no pasó nada, que los estudiantes siempre han sido pasivos y controlados por las autoridades universitarias, las cuales han logrado adormecer todo sentido contestatario y de rebeldía. A juzgar por mi propia experiencia, creo que no les falta razón, aunque debo reconocer que esta situación ha cambiado en la última década pues los estudiantes han comenzado a involucrarse más en manifestaciones para preservar su seguridad y reivindicar sus derechos.

Pero regreso a mi inquietud: ¿cómo vivió la entidad el año 68? Dado que entonces no existían escuelas y facultades de la UNAM, el IPN y otras en suelo mexiquense, sólo podemos contar con testimonios aislados de personajes (como el de Pedro Gómez la semana pasada en este mismo espacio de opinión) y sus familias que por alguna razón viajaron al Distrito Federal durante ese año y tuvieron oportunidad de observar la fiesta de la rebeldía, o de estudiantes de toda la geografía estatal inscritos en aquellas instituciones de educación superior que militaron en el movimiento, o de valientes chavos que se treparon a los camiones para ir al DF a engrosar las marchas.

La del 68 en el Estado de México es una historia que aún está por contarse y escribirse. Se aceptan los testimonios de los sesentayocheros mexiquenses que quieran participar.

@RodrigoSanArce


El 68 en el Estado de México

La influencia del movimiento estudiantil del 68 en nuestros días es clara. Se comenzó a observar desde la reforma de 1977 planteada por Jesús Reyes Heroles, la cual permitió liberalizar el sistema político y 20 años después que el partido hegemónico, el PRI, perdiera la mayoría en el Congreso. Su influencia se extendió hasta el año 2000, cuando se dio la primera alternancia en la presidencia de la República. Incluso hay quien va más lejos al decir que la llegada de Morena a la presidencia es herencia directa de los sucesos del 68.

Por otra parte, desde 1988 se observa un cambio en el comportamiento de los políticos: el presidente Salinas y el regente Camacho Solís dejaron de enfrentar con violencia las manifestaciones y protestas sociales y empezaron a dialogar con los líderes (no está de más decir que los entonces “amigos” Salinas y Camacho vivieron en carne propia el 68), de manera que actualmente es difícil que los gobiernos respondan con violencia a las expresiones de descontento. Este cambio sólo fue posible porque el tiempo demostró lo absurdo de la represión.

No hay duda, entonces, que en materia política existe un antes y un después del 68. Sobre este tema han corrido ríos de tinta y kilómetros de audiovisuales, no obstante, me interesa conocer qué pasó con el 68 en el Estado de México y, de manera particular, en Toluca. Pero cuando pregunto a personas con edad suficiente todos responden que en Toluca no pasó nada, que los estudiantes siempre han sido pasivos y controlados por las autoridades universitarias, las cuales han logrado adormecer todo sentido contestatario y de rebeldía. A juzgar por mi propia experiencia, creo que no les falta razón, aunque debo reconocer que esta situación ha cambiado en la última década pues los estudiantes han comenzado a involucrarse más en manifestaciones para preservar su seguridad y reivindicar sus derechos.

Pero regreso a mi inquietud: ¿cómo vivió la entidad el año 68? Dado que entonces no existían escuelas y facultades de la UNAM, el IPN y otras en suelo mexiquense, sólo podemos contar con testimonios aislados de personajes (como el de Pedro Gómez la semana pasada en este mismo espacio de opinión) y sus familias que por alguna razón viajaron al Distrito Federal durante ese año y tuvieron oportunidad de observar la fiesta de la rebeldía, o de estudiantes de toda la geografía estatal inscritos en aquellas instituciones de educación superior que militaron en el movimiento, o de valientes chavos que se treparon a los camiones para ir al DF a engrosar las marchas.

La del 68 en el Estado de México es una historia que aún está por contarse y escribirse. Se aceptan los testimonios de los sesentayocheros mexiquenses que quieran participar.

@RodrigoSanArce

ÚLTIMASCOLUMNAS
jueves 19 de diciembre de 2019

Hablemos de Paz y No Violencia | Efectos del austericidio

Efectos del austericidio

Rodrigo Sánchez Arce

jueves 12 de diciembre de 2019

Hablemos de Paz y No Violencia | La maldición de Sao Paulo

La maldición de Sao Paulo

Rodrigo Sánchez Arce

jueves 05 de diciembre de 2019

Hablemos de Paz y No Violencia | Lecciones desde Latinoamérica

Lecciones desde Latinoamérica

Rodrigo Sánchez Arce

jueves 28 de noviembre de 2019

Hablemos de Paz y No Violencia | No existen las democracias iliberales

No existen las democracias iliberales

Rodrigo Sánchez Arce

jueves 21 de noviembre de 2019

Hablemos de Paz y No Violencia | Revoluciones armadas, democracia y paz

Revoluciones armadas, democracia y paz

Rodrigo Sánchez Arce

jueves 14 de noviembre de 2019

Hablemos de Paz y No Violencia / El Evo que llega a México

El Evo que llega a México

Rodrigo Sánchez Arce

Cargar Más