La mejor iniciativa de la Cuarta
Finalmente el resultado de los foros de pacificación y reconciliación de AMLO fue su “Plan de Paz y Seguridad 2018-2024”. En resumen, tiene muy buenos propósitos (combate a la corrupción para reducir la delincuencia, aplicación de políticas sociales, uso de la justicia transicional y regeneración ética de la sociedad); no obstante, refuerza la militarización del país con una Guardia Nacional integrada por las policías federal, militar y naval entrenadas en planteles castrenses, por lo que los militares seguirán en las calles. Lo grave no es que AMLO falte a una promesa de campaña (todos los gobernantes lo hacen), luego de asegurar que en seis meses retiraría a los soldados de las calles. El problema es que ya está demostrado que militarizar la seguridad pública lo único que hace es incrementar la violencia. En fin, no queda otra más que esperar los resultados de la misma estrategia seguida por Calderón y Peña en dos sexenios.
Pero es otra la iniciativa que me mueve a pensar que podría ser la mejor de la Cuarta Transformación: la preservación de la Memoria Histórica y Cultural de México, cuyo Consejo Asesor Honorario (en el que se encuentran académicos, artistas, científicos, escritores) será presidido por la investigadora Beatriz Gutiérrez Müller, esposa de AMLO, quien deja en el olvido el tradicional papel de Primera Dama, un rol que desde hace años ya venía degradándose. De esta forma la señora tendrá a su cargo el rescate del acervo cultural e histórico, incluyendo el que se encuentra en otros países, así como de las bibliotecas privadas, hemerotecas y archivos históricos de toda índole, con el fin de “refrescar la memoria y actualizarla para no cometer los mismos errores”.
Si esta iniciativa sale bien, podría ser considerada un hito histórico a la altura de otros como el salvamento de los archivos virreinales que hizo Carlos de Sigüenza y Góngora antes de ser consumidos por el fuego en 1692; la creación del Archivo General de la Nueva España que hizo el virrey Conde de Revillagigedo en 1790; la creación del Archivo General y Público de la Nación por Lucas Alamán en 1823; el traslado de los archivos republicanos en el convoy de carretas del presidente Juárez y su resguardo en la Cueva del Tabaco o Gruta de los Murciélagos cerca de Matamoros, Tamaulipas, durante su huida de los invasores franceses entre 1863 y 1867; y a partir de entonces la clasificación y divulgación de papeles en diversos espacios, hasta su resguardo final en el Archivo General de la Nación, instalado por el presidente José López Portillo en el palacio de Lecumberri en 1977.
Sería importante que ésta iniciativa se reproduzca a nivel municipal, a Toluca también le hace falta resguardar toda su historia.
