Colombia, Venezuela y Cuba en la encrucijada
Dejemos por un momento el tema de la gasolina y el huachicol. En América Latina las aguas están agitadas.
No es casual que el Castrismo en Cuba haya sobrevivido seis décadas: aprendió los modos violentos de las dictaduras comunistas de la Guerra Fría para mantenerse en el poder, especialmente los sistemas de espionaje y represión de la antigua República Democrática Alemana (RDA). Pero, ¿qué tiene que ver esto con Colombia y Venezuela?
En Colombia el ataque con bomba contra la Escuela de Policía General Santander de Bogotá la semana pasada que dejó 21 muertos, fue reivindicado por el Ejército de Liberación Nacional (ELN, mejor conocidos como “los Elenos”), lo que estanca el proceso de paz que supuestamente llevaba a cabo la guerrilla con el gobierno del presidente Iván Duque y la intermediación de Noruega. Sus líderes son protegidos por el gobierno cubano. Esta situación podría causar un conflicto internacional serio que involucre a esos países pues Duque ha pedido a La Habana la extradición de los líderes, pero ésta se niega.
Los Elenos, además, dominan parte del Departamento de Arauca, fronterizo con Venezuela, país al que tienen paso libre y son protegidos por el gobierno de Maduro. Éste, a su vez, recibe apoyo logístico y de seguridad de Cuba a cambio de petróleo para la Isla. Dicho de otra manera: el gobierno cubano controla las principales áreas de seguridad nacional y del ejército venezolano, pues en su momento Hugo Chávez se arrojó a los brazos de Fidel Castro. Así que no sería raro que Colombia entre en querellas también contra Maduro por proteger al ELN. Por si fuera poco, hay que recordar que en sus paranoias Maduro ha acusado al presidente Duque de perpetrar planes para asesinarlo.
El día de ayer millares de venezolanos salieron a las calles del país para manifestarse contra el tirano Maduro sostenido por Cuba, cansados por la crisis que viven, a unos días de cumplirse el vigésimo aniversario del ascenso al poder de Hugo Chávez (de quien quemaron una estatua) un ya lejano 2 de febrero de 1999. Los integrantes de la legítima Asamblea destituida ilegalmente por la espuria Asamblea Constituyente en el año 2017, declararon a Maduro usurpador y sus actos de gobierno ilegítimos, convocaron a un gobierno de transición y a elecciones libres además de que el jefe de la Asamblea, Juan Guaidó, se proclamó presidente encargado, todo ello con apoyo de parte de la comunidad internacional (la OEA y hasta Trump se puso del lado correcto de la historia), toda la oposición y varios militares venezolanos declarados en rebeldía, acciones simbólicas que reflejan que, por fortuna, la oposición a la dictadura vive; mientras que la diplomacia mexicana brilla por su ausencia…
@RodrigoSanArce
