/ jueves 4 de enero de 2018

Hablemos de Paz y No Violencia

Es muy significativo que el secretario general de la ONU, António Guterres, en vez de enviar un mensaje con buenos deseos emitió una “alerta roja” pues el año que comienza sigue planteando convulsiones y retos a la paz mundial: la amenaza nuclear está en su nivel más alto desde la Guerra Fría; el cambio climático avanza rápido; las desigualdades, el nacionalismo y la xenofobia aumentan; y las violaciones a los derechos humanos no paran. ¡Vaya tendencias pesimistas para el año nuevo! Adicionalmente veo otras:

– El líder norcoreano Kim Jong-un mantiene sus amenazas nucleares. Pero no debemos olvidar que otros nueve países también tienen armas nucleares cuya sola existencia pone en riesgo la paz mundial, aunque estén en manos de países “civilizados” (como Francia).

– China continúa su marcha acelerada a ser la máxima potencia económica y segunda potencia militar, pero la estabilidad del mundo depende de cómo gestione su gigantesca deuda y su pelea con Japón por controlar el mar.

– La India va que vuela a ser el país más poblado del planeta. El Medio Oriente continúa siendo el ring donde luchan musulmanes sunitas contra chiítas; donde Irán y Arabia Saudi pelean la hegemonía; Siria no acaba su guerra que ha cobrado 350 mil muertos; e Israel mantiene la defensa agresiva de su territorio contra los vecinos árabes. Mientras que Putin se aferra al poder y a hacer de Rusia de nuevo una potencia.

– La pobreza de África sigue enviando gente al mar que huye de la violencia y busca oportunidades. El norte continúa siendo polvorín de conflictos armados y crisis humanitarias, especialmente Sudán del Sur y Chad. Mientras que Somalia exporta su modelo de “estado fallido” a otros continentes (se habla ya de “somalización” de países como Libia, Siria y Venezuela).

– Europa es el continente de los “no”: no soluciona la crisis de refugiados; no se constituye como contrapeso a China; no recobra el relevante papel mundial que tenía; no sale de la crisis del euro; no acaba de asimilar la salida del Reino Unido de la zona euro (Brexit); y no frena el avance de la ultraderecha.

– Países que en América Latina pueden tener inestabilidad por sus elecciones presidenciales: México, Brasil, Colombia y Paraguay. Mientras que Venezuela continúa su imparable marcha hacia la ruina económica y social.

– Trump pasa de las habladas a concretar propuestas y alcanzar sus primeros triunfos. Lo demostró con la reforma fiscal (todo mundo, en especial México, analiza cómo le afecta) que rebajó impuestos a los ricos. Sigue siendo un tipo previsible: nadie, ni sus más cercanos, sabe cómo va a actuar. Y aunque el partido republicano tendrá problemas para ganar las elecciones legislativas de medio término, muchos gringos siguen apoyando a su loco presidente.

– El terrorismo, como los sismos, seguro golpeará sin que sepamos cuándo. El uso recreativo de drogas sigue despenalizándose en muchas partes (pasó recientemente en California). Y la reducción de gases de efecto invernadero se queda en promesas vanas de la comunidad internacional, pero sus efectos negativos continúan sintiéndose en forma de desastres naturales que siempre afectan a los pobres y vulnerables.

Hay un pequeño respiro y deseos de fraternidad planetaria con el mundial de fútbol Rusia 2018. No obstante, en suma, este año continúa el desorden mundial, aunque esto no es novedad, pues ya lleva varios años.

 

rodrigo.pynv@hotmail.com

 

Es muy significativo que el secretario general de la ONU, António Guterres, en vez de enviar un mensaje con buenos deseos emitió una “alerta roja” pues el año que comienza sigue planteando convulsiones y retos a la paz mundial: la amenaza nuclear está en su nivel más alto desde la Guerra Fría; el cambio climático avanza rápido; las desigualdades, el nacionalismo y la xenofobia aumentan; y las violaciones a los derechos humanos no paran. ¡Vaya tendencias pesimistas para el año nuevo! Adicionalmente veo otras:

– El líder norcoreano Kim Jong-un mantiene sus amenazas nucleares. Pero no debemos olvidar que otros nueve países también tienen armas nucleares cuya sola existencia pone en riesgo la paz mundial, aunque estén en manos de países “civilizados” (como Francia).

– China continúa su marcha acelerada a ser la máxima potencia económica y segunda potencia militar, pero la estabilidad del mundo depende de cómo gestione su gigantesca deuda y su pelea con Japón por controlar el mar.

– La India va que vuela a ser el país más poblado del planeta. El Medio Oriente continúa siendo el ring donde luchan musulmanes sunitas contra chiítas; donde Irán y Arabia Saudi pelean la hegemonía; Siria no acaba su guerra que ha cobrado 350 mil muertos; e Israel mantiene la defensa agresiva de su territorio contra los vecinos árabes. Mientras que Putin se aferra al poder y a hacer de Rusia de nuevo una potencia.

– La pobreza de África sigue enviando gente al mar que huye de la violencia y busca oportunidades. El norte continúa siendo polvorín de conflictos armados y crisis humanitarias, especialmente Sudán del Sur y Chad. Mientras que Somalia exporta su modelo de “estado fallido” a otros continentes (se habla ya de “somalización” de países como Libia, Siria y Venezuela).

– Europa es el continente de los “no”: no soluciona la crisis de refugiados; no se constituye como contrapeso a China; no recobra el relevante papel mundial que tenía; no sale de la crisis del euro; no acaba de asimilar la salida del Reino Unido de la zona euro (Brexit); y no frena el avance de la ultraderecha.

– Países que en América Latina pueden tener inestabilidad por sus elecciones presidenciales: México, Brasil, Colombia y Paraguay. Mientras que Venezuela continúa su imparable marcha hacia la ruina económica y social.

– Trump pasa de las habladas a concretar propuestas y alcanzar sus primeros triunfos. Lo demostró con la reforma fiscal (todo mundo, en especial México, analiza cómo le afecta) que rebajó impuestos a los ricos. Sigue siendo un tipo previsible: nadie, ni sus más cercanos, sabe cómo va a actuar. Y aunque el partido republicano tendrá problemas para ganar las elecciones legislativas de medio término, muchos gringos siguen apoyando a su loco presidente.

– El terrorismo, como los sismos, seguro golpeará sin que sepamos cuándo. El uso recreativo de drogas sigue despenalizándose en muchas partes (pasó recientemente en California). Y la reducción de gases de efecto invernadero se queda en promesas vanas de la comunidad internacional, pero sus efectos negativos continúan sintiéndose en forma de desastres naturales que siempre afectan a los pobres y vulnerables.

Hay un pequeño respiro y deseos de fraternidad planetaria con el mundial de fútbol Rusia 2018. No obstante, en suma, este año continúa el desorden mundial, aunque esto no es novedad, pues ya lleva varios años.

 

rodrigo.pynv@hotmail.com

 

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