/ jueves 11 de enero de 2018

Hablemos de Paz y No Violencia

El pasado 13 de noviembre, durante el VI Foro Nacional Sumemos Causas por la Seguridad, María Elena Morera, presidenta de Causa en Común, dijo que México vive una “masacre de proporciones bélicas” por la tasa de homicidios (24 por cada 100 mil habitantes) y que la violencia “no es temporal ni regional, es endémica y de alcance nacional”, por lo que está en riesgo la estabilidad del país. Desafortunadamente el diagnóstico es cierto y no se necesita ser vidente para afirmar que la inseguridad sigue siendo la principal tendencia en 2018, luego de que 2017 fue el año más violento en dos décadas, pues rebasará las 22,409 muertes que hubo en 2011 (hasta conocer cifras oficiales, 2011 es considerado el año más violento) y no se ve cómo las actuales estrategias de seguridad puedan reducir este flagelo. Adicionalmente veo otras tendencias:

– Todo el año está marcado por las elecciones, sobre todo las presidenciales: de enero a junio campañas, propaganda hasta el hartazgo y jornada electoral; de junio a noviembre conflictos poselectorales, acusaciones de fraude y judicialización de resultados; diciembre toma de posesión del ganador y primeras medidas de gobierno que serán revisadas con lupa. Hay convulsiones políticas con independencia de que haya o no alternancia y siguen aflorando los casos de corrupción en todos los partidos con el agravante de la posible intromisión rusa para desestabilizar el escenario político (si Rusia lo hizo en Estados Unidos y Europa, ¿por qué no en México?), como ya la denunció McMaster, consejero de Seguridad Nacional de Estados Unidos.

– Donald Trump sigue jodiendo a México. En principio, el gobierno y el sector financiero mexicanos hacen cuentas de los capitales que se fugarán como consecuencia de la reforma fiscal aprobada en Estados Unidos, que hace más atractivo invertir en ese país. Y no descansa hasta tener un TLCAN a modo o de plano romper con el vigente. El problema es que este presidente “incapacitado para gobernar” (como dice el libro Fire and fury, cuya publicación no pudo evitar Trump) ha pasado de las habladas a alcanzar sus primeros triunfos políticos, por lo que podría haber Trump para rato.

– En economía, si bien no se ven grandes convulsiones, sigue la inestabilidad, especialmente por la volatilidad en la paridad peso-dólar, la cual podría cerrar el año (y el sexenio) en más de 20 pesos por dólar; así como el repunte de la inflación, la cual llegó a 6.77% (cifra del INEGI), la mayor desde el año 2001, sobre todo por el alza en los energéticos (gasolinas y gas doméstico), los transportes aéreo y colectivo, las frutas y las verduras (jitomate, calabacita), el huevo, las viviendas y los restaurantes. El Banco de México hace lo posible por evitar que la inflación llegue a dos dígitos, no obstante, parece ser que el tiempo de la estabilidad y controlabilidad de precios ha quedado atrás.

– Estas tendencias siguen polarizando a los mexicanos y provocando su ira y hartazgo, por lo cual deseamos fervientemente que a la Selección Mexicana le vaya bien en el mundial Rusia 2018 para que pueda jugar el tan anhelado quinto partido y no se exacerben más los malos sentimientos. Pero tal vez no todo sea malo, pues el sismo del pasado 19 de septiembre demostró que los mexicanos no han perdido su sentido solidario frente a las tragedias. Ojalá esta tendencia se mantenga por siempre y no sólo en 2018.

 

rodrigo.pynv@hotmail.com

El pasado 13 de noviembre, durante el VI Foro Nacional Sumemos Causas por la Seguridad, María Elena Morera, presidenta de Causa en Común, dijo que México vive una “masacre de proporciones bélicas” por la tasa de homicidios (24 por cada 100 mil habitantes) y que la violencia “no es temporal ni regional, es endémica y de alcance nacional”, por lo que está en riesgo la estabilidad del país. Desafortunadamente el diagnóstico es cierto y no se necesita ser vidente para afirmar que la inseguridad sigue siendo la principal tendencia en 2018, luego de que 2017 fue el año más violento en dos décadas, pues rebasará las 22,409 muertes que hubo en 2011 (hasta conocer cifras oficiales, 2011 es considerado el año más violento) y no se ve cómo las actuales estrategias de seguridad puedan reducir este flagelo. Adicionalmente veo otras tendencias:

– Todo el año está marcado por las elecciones, sobre todo las presidenciales: de enero a junio campañas, propaganda hasta el hartazgo y jornada electoral; de junio a noviembre conflictos poselectorales, acusaciones de fraude y judicialización de resultados; diciembre toma de posesión del ganador y primeras medidas de gobierno que serán revisadas con lupa. Hay convulsiones políticas con independencia de que haya o no alternancia y siguen aflorando los casos de corrupción en todos los partidos con el agravante de la posible intromisión rusa para desestabilizar el escenario político (si Rusia lo hizo en Estados Unidos y Europa, ¿por qué no en México?), como ya la denunció McMaster, consejero de Seguridad Nacional de Estados Unidos.

– Donald Trump sigue jodiendo a México. En principio, el gobierno y el sector financiero mexicanos hacen cuentas de los capitales que se fugarán como consecuencia de la reforma fiscal aprobada en Estados Unidos, que hace más atractivo invertir en ese país. Y no descansa hasta tener un TLCAN a modo o de plano romper con el vigente. El problema es que este presidente “incapacitado para gobernar” (como dice el libro Fire and fury, cuya publicación no pudo evitar Trump) ha pasado de las habladas a alcanzar sus primeros triunfos políticos, por lo que podría haber Trump para rato.

– En economía, si bien no se ven grandes convulsiones, sigue la inestabilidad, especialmente por la volatilidad en la paridad peso-dólar, la cual podría cerrar el año (y el sexenio) en más de 20 pesos por dólar; así como el repunte de la inflación, la cual llegó a 6.77% (cifra del INEGI), la mayor desde el año 2001, sobre todo por el alza en los energéticos (gasolinas y gas doméstico), los transportes aéreo y colectivo, las frutas y las verduras (jitomate, calabacita), el huevo, las viviendas y los restaurantes. El Banco de México hace lo posible por evitar que la inflación llegue a dos dígitos, no obstante, parece ser que el tiempo de la estabilidad y controlabilidad de precios ha quedado atrás.

– Estas tendencias siguen polarizando a los mexicanos y provocando su ira y hartazgo, por lo cual deseamos fervientemente que a la Selección Mexicana le vaya bien en el mundial Rusia 2018 para que pueda jugar el tan anhelado quinto partido y no se exacerben más los malos sentimientos. Pero tal vez no todo sea malo, pues el sismo del pasado 19 de septiembre demostró que los mexicanos no han perdido su sentido solidario frente a las tragedias. Ojalá esta tendencia se mantenga por siempre y no sólo en 2018.

 

rodrigo.pynv@hotmail.com

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