/ viernes 2 de febrero de 2018

Imagogenia

La Universidad Autónoma del Estado de México ha enfrentado sus más grandes problemas de imagen en últimas fechas y parece que su rector, Alfredo Barrera Baca, se declara ajeno a la importancia que tiene un posicionamiento efectivo, no sólo la imagen de la Universidad sino la suya como titularidad de dicha institución.

Han sido muchos los reclamos recientes que he escuchado sobre el actual manejo de la Universidad: muchos administrativos preocupados, muchos maestros angustiados y muchos alumnos en desconcierto por diversas problemáticas, y uno de ellos es el tema de “El Potrobus.”

Bien, recapitulemos un poco sobre este sistema de transporte universitario. Fue puesto en marcha por el exgobernador Eruviel Ávila y el exrector Jorge Olvera –aún en contra del gremio transportista-, tuvo una inversión inicial de más de 19 millones de pesos destinados a 12 autobuses y sus respectivos gastos, con el objetivo de beneficiar a más de mil 500 alumnos, uno de sus aspectos más importantes era el uso gratuito y exclusivo para estudiantes, lo que se traducía en un transporte seguro y ordenado.

Este sistema fue creciendo y ahora son 29 unidades –aunque si mal no recuerdo, el exrector Jorge Olvera entregó la unidad 30 en Atlacomulco- que atienden a 7 mil alumnos, con un costo de mantenimiento de 75 millones de pesos anuales; además en 2016 sacaron la aplicación móvil llamada “potromovil” -aunque vamos, si ni la página web del sistema de transporte universitario funciona es probable que la app tampoco lo haga-.

Una vez entendido el contexto, viene la problemática de imagen que enfrenta Barrera Baca: quiere realizar un cobro “simbólico” de cinco pesos a los estudiantes por el uso del transporte. Así, esta propuesta que podría aprobarse en la próxima sesión del Consejo de la UAEM, se da como medida de “cuota de recuperación” para que “no baje la calidad en el servicio”; esto pareciera indicar que al rector no le importa –o no sabe- que esta nueva tarifa repercute en el bolsillo de los estudiantes y sus familias con 50 o 100 pesos. Las dos principales preocupaciones son poder solventar el gasto para muchos estudiantes de escasos recursos y “la transparencia”.

Así, aunque el actual rector se venda como un investigador que encabeza la máxima casa de estudios del Estado de México y no como un político, debe recordar que los recursos que dan vida a esta universidad son públicos y deben ser reportados; y por otra parte, recordemos que en campaña el actual gobernador, Alfredo del Mazo, ofreció a los universitarios fortalecer el sistema de transporte Potrobús con nuevas rutas y líneas de transporte rosa.

Muchas incoherencias que restan a la credibilidad de Barrera Baca, a su eficiencia como titularidad y así a su imagen; aunado a lo anterior, cabe resaltar que se tratan de aspectos clave que podría usar a su favor para cambiar y mejorar su discurso buscando, no hacerlo como una medida de austeridad sino como una medida para presionar al gobierno del estado a que les destine más recursos para la operación del mismo y cumpla con las promesas de campaña del actual gobernador.

De momento, la imagen del rector se sigue viendo gris, sin aspiraciones de hacer política que propicie la generación de programas que beneficien a toda la comunidad universitaria, lo que además hace que la actual administración estatal –y cualquier otra instancia de la que pudiera disponer- pase de largo las necesidades de la UAEM.


Twitter: @Mar_Naa

La Universidad Autónoma del Estado de México ha enfrentado sus más grandes problemas de imagen en últimas fechas y parece que su rector, Alfredo Barrera Baca, se declara ajeno a la importancia que tiene un posicionamiento efectivo, no sólo la imagen de la Universidad sino la suya como titularidad de dicha institución.

Han sido muchos los reclamos recientes que he escuchado sobre el actual manejo de la Universidad: muchos administrativos preocupados, muchos maestros angustiados y muchos alumnos en desconcierto por diversas problemáticas, y uno de ellos es el tema de “El Potrobus.”

Bien, recapitulemos un poco sobre este sistema de transporte universitario. Fue puesto en marcha por el exgobernador Eruviel Ávila y el exrector Jorge Olvera –aún en contra del gremio transportista-, tuvo una inversión inicial de más de 19 millones de pesos destinados a 12 autobuses y sus respectivos gastos, con el objetivo de beneficiar a más de mil 500 alumnos, uno de sus aspectos más importantes era el uso gratuito y exclusivo para estudiantes, lo que se traducía en un transporte seguro y ordenado.

Este sistema fue creciendo y ahora son 29 unidades –aunque si mal no recuerdo, el exrector Jorge Olvera entregó la unidad 30 en Atlacomulco- que atienden a 7 mil alumnos, con un costo de mantenimiento de 75 millones de pesos anuales; además en 2016 sacaron la aplicación móvil llamada “potromovil” -aunque vamos, si ni la página web del sistema de transporte universitario funciona es probable que la app tampoco lo haga-.

Una vez entendido el contexto, viene la problemática de imagen que enfrenta Barrera Baca: quiere realizar un cobro “simbólico” de cinco pesos a los estudiantes por el uso del transporte. Así, esta propuesta que podría aprobarse en la próxima sesión del Consejo de la UAEM, se da como medida de “cuota de recuperación” para que “no baje la calidad en el servicio”; esto pareciera indicar que al rector no le importa –o no sabe- que esta nueva tarifa repercute en el bolsillo de los estudiantes y sus familias con 50 o 100 pesos. Las dos principales preocupaciones son poder solventar el gasto para muchos estudiantes de escasos recursos y “la transparencia”.

Así, aunque el actual rector se venda como un investigador que encabeza la máxima casa de estudios del Estado de México y no como un político, debe recordar que los recursos que dan vida a esta universidad son públicos y deben ser reportados; y por otra parte, recordemos que en campaña el actual gobernador, Alfredo del Mazo, ofreció a los universitarios fortalecer el sistema de transporte Potrobús con nuevas rutas y líneas de transporte rosa.

Muchas incoherencias que restan a la credibilidad de Barrera Baca, a su eficiencia como titularidad y así a su imagen; aunado a lo anterior, cabe resaltar que se tratan de aspectos clave que podría usar a su favor para cambiar y mejorar su discurso buscando, no hacerlo como una medida de austeridad sino como una medida para presionar al gobierno del estado a que les destine más recursos para la operación del mismo y cumpla con las promesas de campaña del actual gobernador.

De momento, la imagen del rector se sigue viendo gris, sin aspiraciones de hacer política que propicie la generación de programas que beneficien a toda la comunidad universitaria, lo que además hace que la actual administración estatal –y cualquier otra instancia de la que pudiera disponer- pase de largo las necesidades de la UAEM.


Twitter: @Mar_Naa