/ jueves 9 de junio de 2022

Imagogenia | AMLO: ¿Política exterior?

La política exterior no es el fuerte de la actual administración, muchos errores se han cometido a lo largo del camino y lamentablemente no sólo la imagen del presidente Andrés Manuel López Obrador o la del canciller Marcelo Ebrard ha quedado expuestas, sino que parecen olvidar que lo que dicen o hacen afecta directamente la percepción colectiva del mundo sobre México y todos los mexicanos, y no sólo eso, a veces el actuar del presidente y su equipo da la impresión de que ellos sólo representan a unos cuantos y no a todos los ciudadanos de México.

Y es que, si bien, podríamos hablar de España que se ha convertido en su país predilecto de señalamientos o bien su disputa con Panamá luego de que dicho país rechazara la candidatura de Pedro Salmerón como embajador de México en dicho país derivado de las acusaciones de acosos sexual que existían en su contra; o también de su más reciente postura sobre rechazar presentarse en la novena Cumbre de las Américas ya que no fueron convocados: Cuba, Venezuela y Nicaragua, y que en su lugar irá el Secretario de Relaciones Exteriores Marcelo Ebrard; y de que Estados Unidos explicara su decisión de excluir a dichos país pues según La Casa Blanca “los dictadores no deben ser invitados”; y de que tal vez, sólo tal vez, el presidente olvidara lo importante que es la relación de México con el país vecino para muchas otras esferas sociales; No conforme con todas estas malas prácticas en materia de relaciones exteriores, el presidente AMLO ha roto una de sus premisas más importantes, la no inherencia.

Porque si bien, con las múltiples críticas que ha hecho a España, Panamá o Estados Unidos, México de alguna forma estaba involucrado en el contexto de la problemática que abordaba, en esta ocasión se refirió al entorno electoral de Colombia, donde pública y teóricamente nuestro país nada tendría que opinar al respecto. Sin embargo, por algún motivo que aún no logro descifrar, el titular del ejecutivo usó su conferencia matutina para referirse al candidato colombiano de Izquierda Gustavo Petro señalando que “enfrenta una guerra sucia” en el proceso electoral que se llevará a cabo el próximo 19 de junio y comparó la problemática del candidato con aquella que él vivió en 2006 cuando fue candidato por primera vez al gobierno de México.

AMLO, siendo una de las figuras más importantes de la política latinoamericana y aprovechando el poder de la plataforma que tiene, está hablando sobre un tema que no debería, y por ende, la Cancillería de Colombia externó su postura tajante al respecto considerando las declaraciones del mandatario como una injerencia desobligante en los asuntos internos de su país -y con justificada razón- y a su vez pidieron el mismo respeto que este país ha profesado a las instituciones y al presidente de México.

Si bien, AMLO usó la “problemática que enfrenta” Petro como candidato de izquierda para ejemplificar su experiencia como candidato después de muchos años ejerciendo como tal, ciertamente no era el momento oportuno para abordar el tema pues, debe recordar varios factores: primero que es una figura pública cuya imagen -física, verbal, no verbal, profesional- tiene un impacto significativo en la percepción de un país, es decir, él no sólo es su propia imagen sino que representa ante el mundo la imagen de casi 129 millones de persona; segundo, sus palabras tienen un impacto importantísimo en la política interna y externa de nuestro país y debe ser más mesurado al expresarlas, entendiéndolo no como un modo de represión a su libertad de expresión sino como una herramienta poderosa que da valor a sus políticas; tercero, él, es más que el presidente de México pues su valor político, después de tantos años en el rubro, ha crecido más allá de las fronteras de nuestro país, por lo que debe aprovechar este valor agregado que tiene su marca personal y evitar cometer errores tan básicos que sólo le cuestan a su imagen y a la de nuestro país.

Doctoranda en Imagen Pública

Directora π en SCIO Group
Ex godín Gubernamental
Fisgona por naturaleza y delirante por la imagen
Facebook: Mar Nava Argüelles

Twitter: @Mar_Naa

Spotify: Imagogenia

La política exterior no es el fuerte de la actual administración, muchos errores se han cometido a lo largo del camino y lamentablemente no sólo la imagen del presidente Andrés Manuel López Obrador o la del canciller Marcelo Ebrard ha quedado expuestas, sino que parecen olvidar que lo que dicen o hacen afecta directamente la percepción colectiva del mundo sobre México y todos los mexicanos, y no sólo eso, a veces el actuar del presidente y su equipo da la impresión de que ellos sólo representan a unos cuantos y no a todos los ciudadanos de México.

Y es que, si bien, podríamos hablar de España que se ha convertido en su país predilecto de señalamientos o bien su disputa con Panamá luego de que dicho país rechazara la candidatura de Pedro Salmerón como embajador de México en dicho país derivado de las acusaciones de acosos sexual que existían en su contra; o también de su más reciente postura sobre rechazar presentarse en la novena Cumbre de las Américas ya que no fueron convocados: Cuba, Venezuela y Nicaragua, y que en su lugar irá el Secretario de Relaciones Exteriores Marcelo Ebrard; y de que Estados Unidos explicara su decisión de excluir a dichos país pues según La Casa Blanca “los dictadores no deben ser invitados”; y de que tal vez, sólo tal vez, el presidente olvidara lo importante que es la relación de México con el país vecino para muchas otras esferas sociales; No conforme con todas estas malas prácticas en materia de relaciones exteriores, el presidente AMLO ha roto una de sus premisas más importantes, la no inherencia.

Porque si bien, con las múltiples críticas que ha hecho a España, Panamá o Estados Unidos, México de alguna forma estaba involucrado en el contexto de la problemática que abordaba, en esta ocasión se refirió al entorno electoral de Colombia, donde pública y teóricamente nuestro país nada tendría que opinar al respecto. Sin embargo, por algún motivo que aún no logro descifrar, el titular del ejecutivo usó su conferencia matutina para referirse al candidato colombiano de Izquierda Gustavo Petro señalando que “enfrenta una guerra sucia” en el proceso electoral que se llevará a cabo el próximo 19 de junio y comparó la problemática del candidato con aquella que él vivió en 2006 cuando fue candidato por primera vez al gobierno de México.

AMLO, siendo una de las figuras más importantes de la política latinoamericana y aprovechando el poder de la plataforma que tiene, está hablando sobre un tema que no debería, y por ende, la Cancillería de Colombia externó su postura tajante al respecto considerando las declaraciones del mandatario como una injerencia desobligante en los asuntos internos de su país -y con justificada razón- y a su vez pidieron el mismo respeto que este país ha profesado a las instituciones y al presidente de México.

Si bien, AMLO usó la “problemática que enfrenta” Petro como candidato de izquierda para ejemplificar su experiencia como candidato después de muchos años ejerciendo como tal, ciertamente no era el momento oportuno para abordar el tema pues, debe recordar varios factores: primero que es una figura pública cuya imagen -física, verbal, no verbal, profesional- tiene un impacto significativo en la percepción de un país, es decir, él no sólo es su propia imagen sino que representa ante el mundo la imagen de casi 129 millones de persona; segundo, sus palabras tienen un impacto importantísimo en la política interna y externa de nuestro país y debe ser más mesurado al expresarlas, entendiéndolo no como un modo de represión a su libertad de expresión sino como una herramienta poderosa que da valor a sus políticas; tercero, él, es más que el presidente de México pues su valor político, después de tantos años en el rubro, ha crecido más allá de las fronteras de nuestro país, por lo que debe aprovechar este valor agregado que tiene su marca personal y evitar cometer errores tan básicos que sólo le cuestan a su imagen y a la de nuestro país.

Doctoranda en Imagen Pública

Directora π en SCIO Group
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Fisgona por naturaleza y delirante por la imagen
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