/ jueves 18 de julio de 2019

Imagogenia | Carácter


Hace una semana la noticia sobre la carta de renuncia como secretario de Hacienda y Crédito Público deCarlos Urzúa tomaba los medios, era de lo único que podíamos hablar. A las tres horas aproximadamente, el presidente AndrésManuel López Obrador nombró como su suplente al subsecretarioArturo Herrera. En el video publicado por el presidente se ve a unHerrera desencajado y en estado de shock, sus hombros ligeramente encorvados, las manos cruzadas, la mirada perdida, el constante parpadeo y el rostro pálido, son algunos indicativos de que el ahora secretario de Hacienda no se sentía nada cómodo con la situación.

Este semblante se justifica si consideramos que en varias ocasiones el titular del ejecutivo le ha llevado la contra de forma pública o como nos gusta decirlo elegantemente “el presidente ha salido a desmentir a HerreraGutiérrez”. Nada menos en marzo y abril, AMLO “corrigió” sus declaraciones, primero con el tema de Dos Bocas, en Tabasco, donde el ahora secretario de Hacienda declaró que el proyecto se cancelaría y que los recursos serían reprogramados, a lo que López Obrador señaló que el proyecto seguiría en pie; y luego cuando declaró que el gobierno analizaba la posibilidad de regresar el cobro de la tenencia y el predial desde la federación, dicho que Obrador desmintió al día siguiente diciendo que no iba a haber impuestos nuevos.

Y a pesar de esto, ayer con 22 votos a favor, seis en contra y cero abstenciones se aprobó el dictamen de ratificación de Arturo Herrera en la Cámara de Diputados como nuevo secretario de Hacienda. Así es, Herrera ayer compareció con un semblante mucho menos sombrío y con una sonrisa, de postura erguida y en absoluta atención se mantuvo durante el evento, tuvo oportunidad de venderse ante los diputados -y vaya que deslumbró- y además contestó los variados cuestionamientos que se le hicieron desde el tema del cobro de tenencia -mismo que como ya vimos le generó roces con AMLO-, el Plan de Negocios de Pemex y de donde saldrán los recursos; a quiénes nombrará como subsecretarios, hasta si sabrá decirle “no” a AMLO, estos dos últimos puntos claves porque se derivan de la carta de renuncia de Urzúa que dejó en claro que las decisiones de política pública se han tomado sin atender a los datos, la estadística o cuidado a las consecuencias para México y que en la SHCP se imponen a funcionarios que nada saben de la Hacienda Pública.

Herrera, sin duda será un gran SHCP-su carrera y estudios lo avalan- siempre y cuando tenga el carácter para enfrentarse a su jefe en los momentos críticos, en donde la toma de decisiones estratégicas para nuestro país así lo requieran, esto más allá del capricho, la corazonada o el berrinche.


Hace una semana la noticia sobre la carta de renuncia como secretario de Hacienda y Crédito Público deCarlos Urzúa tomaba los medios, era de lo único que podíamos hablar. A las tres horas aproximadamente, el presidente AndrésManuel López Obrador nombró como su suplente al subsecretarioArturo Herrera. En el video publicado por el presidente se ve a unHerrera desencajado y en estado de shock, sus hombros ligeramente encorvados, las manos cruzadas, la mirada perdida, el constante parpadeo y el rostro pálido, son algunos indicativos de que el ahora secretario de Hacienda no se sentía nada cómodo con la situación.

Este semblante se justifica si consideramos que en varias ocasiones el titular del ejecutivo le ha llevado la contra de forma pública o como nos gusta decirlo elegantemente “el presidente ha salido a desmentir a HerreraGutiérrez”. Nada menos en marzo y abril, AMLO “corrigió” sus declaraciones, primero con el tema de Dos Bocas, en Tabasco, donde el ahora secretario de Hacienda declaró que el proyecto se cancelaría y que los recursos serían reprogramados, a lo que López Obrador señaló que el proyecto seguiría en pie; y luego cuando declaró que el gobierno analizaba la posibilidad de regresar el cobro de la tenencia y el predial desde la federación, dicho que Obrador desmintió al día siguiente diciendo que no iba a haber impuestos nuevos.

Y a pesar de esto, ayer con 22 votos a favor, seis en contra y cero abstenciones se aprobó el dictamen de ratificación de Arturo Herrera en la Cámara de Diputados como nuevo secretario de Hacienda. Así es, Herrera ayer compareció con un semblante mucho menos sombrío y con una sonrisa, de postura erguida y en absoluta atención se mantuvo durante el evento, tuvo oportunidad de venderse ante los diputados -y vaya que deslumbró- y además contestó los variados cuestionamientos que se le hicieron desde el tema del cobro de tenencia -mismo que como ya vimos le generó roces con AMLO-, el Plan de Negocios de Pemex y de donde saldrán los recursos; a quiénes nombrará como subsecretarios, hasta si sabrá decirle “no” a AMLO, estos dos últimos puntos claves porque se derivan de la carta de renuncia de Urzúa que dejó en claro que las decisiones de política pública se han tomado sin atender a los datos, la estadística o cuidado a las consecuencias para México y que en la SHCP se imponen a funcionarios que nada saben de la Hacienda Pública.

Herrera, sin duda será un gran SHCP-su carrera y estudios lo avalan- siempre y cuando tenga el carácter para enfrentarse a su jefe en los momentos críticos, en donde la toma de decisiones estratégicas para nuestro país así lo requieran, esto más allá del capricho, la corazonada o el berrinche.