/ viernes 25 de febrero de 2022

Imagogenia | Con Bardas, Espectaculares o sin ellos


El próximo 10 de abril se llevará a cabo la revocación de mandato y, como era de esperarse, al ser la primera vez que se realiza un ejercicio de este tipo, el proceso ha estado plagado de dudas, quejas e inconsistencias. Lo interesante aquí es cómo este nuevo proceso, que ciertamente tiene de fondo enaltecer la imagen del titular del ejecutivo, pareciera que ha trabajado en contra de él.


Y es que, si bien no podemos negar que el fuerte del presidente, Andrés Manuel López Obrador es ser oposición y trabajar en campañas electorales, también hay que reconocer que la revocación de mandato llega a su administración -e imagen personal- en un momento en el que sin duda debe más de lo que ha demostrado, y es que, la ciudadanía actualmente tiene muy presentes problemáticas como: la casa gris -aunque digan que no hay problemas de intereses, ciertamente desde el punto de vista de la imagen este hecho está plagado de incongruencias-, lo de Pío López Obrador y los supuestos paquetes ilegales de dinero que recibió; lo de Delfina Gómez y los supuestos diezmos, lo de la violencia a periodistas, sus constantes ataques al gremio -especialmente al que no comulga con sus políticas o lo exhibe- y la total indiferencia del gobierno al respecto -hasta hace algunos días- y, bueno, estos son sólo algunos de los temas más recientes.


Por algo, en algunos estados de la República se detectaron bardas y espectaculares que forman parte de una campaña de publicidad que busca promover que AMLO se mantenga en su cargo hasta el final de su sexenio. Lo que algunos partidos políticos de oposición consideraron como una promoción que va en contra de la veda electoral y, por su parte, el Instituto Nacional Electoral (INE) está cuestionando el origen de los recursos utilizados para pagarla.


Ahora, el gobierno federal puede argumentar que estas acciones de promoción de la imagen de AMLO y la revocación de mandato son decisión del partido local o bien del gobierno estatal o municipal en el que se encontraron, y de alguna forma deslindarse del problema. Pero, como bien lo dije al inicio, a AMLO le encanta estar en campaña, como diríamos coloquialmente “es su mero mole” y por ende le ha costado mucho -sino es que podemos decir que ha ignorado estoicamente- apegarse a la veda electoral, pues continúa promoviendo los logros de su gobierno a pesar de que, por ley, esto no está permitido; pues, seguramente, espera que con este tipo de “promoción” no sólo la gente vote a su favor -que en realidad es a favor del posicionamiento de su imagen- sino, sobre todo, que salga a votar.


Al final de cuentas, debemos ser muy honestos al respecto y reconocer que aunque el presidente siga promoviendo sus logros, pocos son los ciudadanos que saben como es el proceso electoral en nuestro país y que es lo que sí se debe o no hacer durante el mismo; por ende, este tipo de “golpeteo” referente a si se está promocionando o no su revocación de mandato y así su imagen, en poco o nada le afectan a diferencia de todos aquellos escándalos que han generado un tema de conversación -en redes, medios y diversos ámbitos sociales- que, en efecto, involucra e interesa a muchos más ciudadanos y que, sin duda, restan a su imagen y la de su administración, y en consecuencia, de alguna forma ponen en riesgo cómo se perciba su carrera política.


Doctoranda en Imagen Pública

Directora π en SCIO Group
Ex godín Gubernamental
Fisgona por naturaleza y delirante por la imagen
Facebook: Mar Nava Argüelles

Twitter: @Mar_Naa

Spotify: Imagogenia


El próximo 10 de abril se llevará a cabo la revocación de mandato y, como era de esperarse, al ser la primera vez que se realiza un ejercicio de este tipo, el proceso ha estado plagado de dudas, quejas e inconsistencias. Lo interesante aquí es cómo este nuevo proceso, que ciertamente tiene de fondo enaltecer la imagen del titular del ejecutivo, pareciera que ha trabajado en contra de él.


Y es que, si bien no podemos negar que el fuerte del presidente, Andrés Manuel López Obrador es ser oposición y trabajar en campañas electorales, también hay que reconocer que la revocación de mandato llega a su administración -e imagen personal- en un momento en el que sin duda debe más de lo que ha demostrado, y es que, la ciudadanía actualmente tiene muy presentes problemáticas como: la casa gris -aunque digan que no hay problemas de intereses, ciertamente desde el punto de vista de la imagen este hecho está plagado de incongruencias-, lo de Pío López Obrador y los supuestos paquetes ilegales de dinero que recibió; lo de Delfina Gómez y los supuestos diezmos, lo de la violencia a periodistas, sus constantes ataques al gremio -especialmente al que no comulga con sus políticas o lo exhibe- y la total indiferencia del gobierno al respecto -hasta hace algunos días- y, bueno, estos son sólo algunos de los temas más recientes.


Por algo, en algunos estados de la República se detectaron bardas y espectaculares que forman parte de una campaña de publicidad que busca promover que AMLO se mantenga en su cargo hasta el final de su sexenio. Lo que algunos partidos políticos de oposición consideraron como una promoción que va en contra de la veda electoral y, por su parte, el Instituto Nacional Electoral (INE) está cuestionando el origen de los recursos utilizados para pagarla.


Ahora, el gobierno federal puede argumentar que estas acciones de promoción de la imagen de AMLO y la revocación de mandato son decisión del partido local o bien del gobierno estatal o municipal en el que se encontraron, y de alguna forma deslindarse del problema. Pero, como bien lo dije al inicio, a AMLO le encanta estar en campaña, como diríamos coloquialmente “es su mero mole” y por ende le ha costado mucho -sino es que podemos decir que ha ignorado estoicamente- apegarse a la veda electoral, pues continúa promoviendo los logros de su gobierno a pesar de que, por ley, esto no está permitido; pues, seguramente, espera que con este tipo de “promoción” no sólo la gente vote a su favor -que en realidad es a favor del posicionamiento de su imagen- sino, sobre todo, que salga a votar.


Al final de cuentas, debemos ser muy honestos al respecto y reconocer que aunque el presidente siga promoviendo sus logros, pocos son los ciudadanos que saben como es el proceso electoral en nuestro país y que es lo que sí se debe o no hacer durante el mismo; por ende, este tipo de “golpeteo” referente a si se está promocionando o no su revocación de mandato y así su imagen, en poco o nada le afectan a diferencia de todos aquellos escándalos que han generado un tema de conversación -en redes, medios y diversos ámbitos sociales- que, en efecto, involucra e interesa a muchos más ciudadanos y que, sin duda, restan a su imagen y la de su administración, y en consecuencia, de alguna forma ponen en riesgo cómo se perciba su carrera política.


Doctoranda en Imagen Pública

Directora π en SCIO Group
Ex godín Gubernamental
Fisgona por naturaleza y delirante por la imagen
Facebook: Mar Nava Argüelles

Twitter: @Mar_Naa

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