/ jueves 10 de octubre de 2019

Imagogenia / Crisis Suprema


Si ha visto las noticias el Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Eduardo Medina Mora renunció a su cargo ante el Titular del Ejecutivo lo que lo convierte en el primer Ministro en dimitir al cargo antes de terminar su periodo –específicamente 11 años antes, pues fue nombrado en 2015 - esto desde 1994 cuando se implementó la reforma propuesta por el entonces Presidente Ernesto Zedillo que crea lo que hoy conocemos como la SCJN. Y bueno, uno pensaría ¿qué tan complicado puede ser esto? Se nombra a otro ministro y ya ¿no?

Veámoslo de la siguiente manera, la SCJN es quién lleva las riendas del Poder Judicial de la Federación y principalmente en este órgano recae la responsabilidad de equilibrar las decisiones entre los diferentes Poderes gubernamentales, es decir son los meros buenos para la toma de decisiones en el país, sobretodo en temas que afecten o sean de importancia social. Por lo mismo, es muy, pero muy importante que quienes lo integren no tengan alianzas, compromisos o conflictos de interés con quienes están al frente del Estado.

La renuncia de Medina Mora abre la puerta a una crisis de imagen dentro de la Suprema Corte ¿por qué? Porque los personajes que integran este órgano deben ser, en esencia, intachables. Ahora si bien el Presidente, Andrés Manuel López Obrador dijo que desconocía los motivos de su renuncia sí se tomó la libertad de decir que consideraba que esta podía deberse a que el Ministro debía atender denuncias en su contra y es que la Unidad de Investigación Financiera (UIF) lo inquiere por irregularidades en sus transacciones financieras. A lo que se le suman los comentarios que se dieron en la votación de su aceptación de renuncia en la Cámara Alta por parte de senadores de Morena diciendo que Medina Mora encabezaba una banda de delincuentes y que faltaban más renuncias, o las de sus aliados del PT que señalaron que esta renuncia abre la posibilidad de sanear la Suprema Corte –lo cual es estratégicamente cierto-.

Esto abre la puerta para la integración de personajes afines a la ideología del titular del ejecutivo –de la misma forma que sucedió en otras administraciones con otros partidos- que además generan una fuerte polémica entorno a la SCJN y a su vez del Presidente, tal y como sucedió a principios de año con Yasmín Esquivel Mossa y Juan Luis González mismos que fueron señalados de ser gente cercana a AMLO.

Lo cierto es que esta baja en la Suprema Corte representa un fuerte golpe para dicho organismo pues se afecta directamente la confianza que se pueda tener sobre sus integrantes, su reputación pues todas las decisiones que se hayan tomado serán sometidas al escrutinio político y social y, al final del día, afecta la imagen de una institución cuyo fundamento es velar por la defensa de la Constitución Política.

@Mar_Naa


Si ha visto las noticias el Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Eduardo Medina Mora renunció a su cargo ante el Titular del Ejecutivo lo que lo convierte en el primer Ministro en dimitir al cargo antes de terminar su periodo –específicamente 11 años antes, pues fue nombrado en 2015 - esto desde 1994 cuando se implementó la reforma propuesta por el entonces Presidente Ernesto Zedillo que crea lo que hoy conocemos como la SCJN. Y bueno, uno pensaría ¿qué tan complicado puede ser esto? Se nombra a otro ministro y ya ¿no?

Veámoslo de la siguiente manera, la SCJN es quién lleva las riendas del Poder Judicial de la Federación y principalmente en este órgano recae la responsabilidad de equilibrar las decisiones entre los diferentes Poderes gubernamentales, es decir son los meros buenos para la toma de decisiones en el país, sobretodo en temas que afecten o sean de importancia social. Por lo mismo, es muy, pero muy importante que quienes lo integren no tengan alianzas, compromisos o conflictos de interés con quienes están al frente del Estado.

La renuncia de Medina Mora abre la puerta a una crisis de imagen dentro de la Suprema Corte ¿por qué? Porque los personajes que integran este órgano deben ser, en esencia, intachables. Ahora si bien el Presidente, Andrés Manuel López Obrador dijo que desconocía los motivos de su renuncia sí se tomó la libertad de decir que consideraba que esta podía deberse a que el Ministro debía atender denuncias en su contra y es que la Unidad de Investigación Financiera (UIF) lo inquiere por irregularidades en sus transacciones financieras. A lo que se le suman los comentarios que se dieron en la votación de su aceptación de renuncia en la Cámara Alta por parte de senadores de Morena diciendo que Medina Mora encabezaba una banda de delincuentes y que faltaban más renuncias, o las de sus aliados del PT que señalaron que esta renuncia abre la posibilidad de sanear la Suprema Corte –lo cual es estratégicamente cierto-.

Esto abre la puerta para la integración de personajes afines a la ideología del titular del ejecutivo –de la misma forma que sucedió en otras administraciones con otros partidos- que además generan una fuerte polémica entorno a la SCJN y a su vez del Presidente, tal y como sucedió a principios de año con Yasmín Esquivel Mossa y Juan Luis González mismos que fueron señalados de ser gente cercana a AMLO.

Lo cierto es que esta baja en la Suprema Corte representa un fuerte golpe para dicho organismo pues se afecta directamente la confianza que se pueda tener sobre sus integrantes, su reputación pues todas las decisiones que se hayan tomado serán sometidas al escrutinio político y social y, al final del día, afecta la imagen de una institución cuyo fundamento es velar por la defensa de la Constitución Política.

@Mar_Naa