El presidente Andrés Manuel López Obrador informó que un día a la semana durante la mañanera -y no durante toda la conferencia- se tratará el tema de las noticias falsas o “fake news” en una nueva sección que al parecer se llamará “Quién es quién en las mentiras de la semana”. Si bien esto debería ser un acto meritorio dado que, hoy por hoy la información verificada es un activo sumamente valioso -tanto que el mismo Facebook hace lo propio para erradicar, o al menos disminuir, esta práctica que entorpece la buena comunicación-, el contexto bajo el cual nace este proyecto demerita cualquier esfuerzo que se haga entorno a esta decisión ejecutiva.
Las fake News son en realidad noticias que están sacadas del contexto o bien, que la información que contienen es incierta, el objetivo de mucha de esta información falsa, que circula normalmente en redes sociales, es desacreditar a una figura pública o beneficiar a otra; recordemos que este término tomó relevancia durante la primer campaña del ex presidente Donald Trump en 2016 pues, para él, todo lo que no iba acorde a sus ideas o en contra de su campaña eran fake news, hoy sin duda, AMLO ha sabido sacarle provecho.
Y es que, pareciera que el presidente no sabe pasar de largo ante la crítica pues en esta ocasión dio pie a que el tema de las fake news estuviera asociado al rumor -como él bien lo dijo- que aseguraba que uno de sus hijos sería uno de los nuevos dueños del equipo de fútbol Cruz Azul, lo que al parecer no le cayó en gracia seguramente porque no va acorde a los valores de austeridad que tanto predica; y que, además, se suma a las agridulces elecciones pasadas en las que su partido, Morena, perdió alcaldías y diputaciones en la Ciudad de México porque, según él, la clase media se dejó “manipular” en una campaña contra su gobierno y su partido. Todo esto en conjunto deja en claro que esta movida está enfocada a mejorar la comunicación y evitar que su imagen se siga llevando golpes derivado de, lo que a primera vista, son noticias falsas que manipulan a su audiencia.
Lo que queda claro en estos momentos es que el presidente no escatimará en sus esfuerzos para posicionar sus mensajes e ideologías, limpiar de toda duda su imagen como la ha manejado desde hace más de 20 años: incorruptible, austera y pueblerina, pero sobretodo porque de momento está perdiendo con la clase media después de semanas de “ataques” sobre el estilo de vida e ideologías que, supuestamente, no concuerdan con los suyos y que además es un nicho de la población que, según él, “creyó las mentiras de la guerra sucia”.
Doctoranda en Imagen Pública
Directora π en SCIO Group
Ex godín Gubernamental
Fisgona por naturaleza y delirante por la imagen
Facebook: Mar Nava Argüelles
Twitter: @Mar_Naa
