/ jueves 8 de abril de 2021

Imagogenia | Pedestales

La credibilidad es uno de los elementos fundamentales para una construcción óptima de la imagen pública, quién carece de credibilidad ante su audiencia carece de créditos de confianza sobre lo que dice y lo que hace y, por lo tanto, al final, su esencia no genera fidelidad y se convierte ya sea en un payaso de los medios –incluidas las redes sociales- o se difumina detrás del telón.

Queda claro que el Presidente, Andrés Manuel López Obrador busca desacreditar –o restar credibilidad- a quienes han osado contrariarlo durante su administración, entre ellos el periodista Carlos Loret de Mola a quién le ha agarrado un especial “cariño”, por lo que ha publicado evidenciado “corrupción” o algún acto indebido por parte de alguno personaje cercano a él. En esta ocasión, como en muchas anteriores, porque esto no es nuevo, se buscó restar credibilidad durante la mañanera al personaje con el montaje del caso de Florence Cassez y la banda de Los Zodiaco, que fue transmitido en su momento por muchos medios de comunicación pero que, como hemos visto, AMLO sólo ha señalado al mencionado periodista.

La realidad, es que resulta lamentable que el presidente, con la investidura que tiene, se preste para este tipo de artimañas, pues si somos honestos en estos momentos la situación del país amerita que el máximo gobernante esté enfocado en mejorar la salud y la economía de los mexicanos, porque al final del día su trabajo es ese, no estar desvelado montajes del pasado que nada tienen que ver con su trabajo administrativo. Sin embargo, es probable que los asesores del presidente le hayan vendido la idea de que estas jugadas le van a traer beneficios a largo plazo, pero ¿por qué?.

Si hacemos cuentas el caso del montaje fue hace 16 años, es decir los nuevos votantes tendrían entre dos y cinco años aproximadamente ¿no? Por lo que, es evidente que no tienen ni idea de lo que fue mediáticamente, en aquel momento, el escándalo y claro está, esta es una buena oportunidad para recordarles quién “mintió”, cómo y por qué. Bueno, y esto ¿para qué? Pensémoslo de la siguiente manera, si la administración de AMLO se encarga de desacreditar los trabajos periodísticos de Loret de Mola, pasados y presentes, dichas generaciones pondrán en duda la veracidad de la información que publique el periodista en el futuro, y por lo tanto, no tendrán el mismo impacto; y es que si recordamos, este se ha encargado de difundir videos, reportajes, artículos y más de varios personajes allegados al presidente en situaciones “incomodas” por así decirlo, lo que sin duda no le ha hecho gracia pues, claro está, su reputación y su imagen están de por medio; y además, como sabemos, lo que publica atenta contra aquello que ha predicado desde hace más de 20 años como: su lucha contra la corrupción, contra la desigualdad o en favor de los pobres.

Ahora, la parte que queda clara es que el Presidente debe tener más cuidado a quién le otorga el reflector, porque si bien en este caso lo hizo para hacer un “señalamiento”; el hacerlo de una manera tan directa, lo único que está logrando es otorgarle un pedestal, a su nivel, a dicha figura pública y al final del día él debe recordar que su lugar es el de la máxima autoridad en nuestro país, nos guste o no, el nos representa a todos y la importancia que él le de a un mensaje o persona, será proporcional al impacto que tendrá en su imagen.


Doctoranda en Imagen Pública

Directora π en SCIO Group
Ex godín Gubernamental
Fisgona por naturaleza y delirante por la imagen
Facebook: Mar Nava Argüelles

Twitter: @Mar_Naa


La credibilidad es uno de los elementos fundamentales para una construcción óptima de la imagen pública, quién carece de credibilidad ante su audiencia carece de créditos de confianza sobre lo que dice y lo que hace y, por lo tanto, al final, su esencia no genera fidelidad y se convierte ya sea en un payaso de los medios –incluidas las redes sociales- o se difumina detrás del telón.

Queda claro que el Presidente, Andrés Manuel López Obrador busca desacreditar –o restar credibilidad- a quienes han osado contrariarlo durante su administración, entre ellos el periodista Carlos Loret de Mola a quién le ha agarrado un especial “cariño”, por lo que ha publicado evidenciado “corrupción” o algún acto indebido por parte de alguno personaje cercano a él. En esta ocasión, como en muchas anteriores, porque esto no es nuevo, se buscó restar credibilidad durante la mañanera al personaje con el montaje del caso de Florence Cassez y la banda de Los Zodiaco, que fue transmitido en su momento por muchos medios de comunicación pero que, como hemos visto, AMLO sólo ha señalado al mencionado periodista.

La realidad, es que resulta lamentable que el presidente, con la investidura que tiene, se preste para este tipo de artimañas, pues si somos honestos en estos momentos la situación del país amerita que el máximo gobernante esté enfocado en mejorar la salud y la economía de los mexicanos, porque al final del día su trabajo es ese, no estar desvelado montajes del pasado que nada tienen que ver con su trabajo administrativo. Sin embargo, es probable que los asesores del presidente le hayan vendido la idea de que estas jugadas le van a traer beneficios a largo plazo, pero ¿por qué?.

Si hacemos cuentas el caso del montaje fue hace 16 años, es decir los nuevos votantes tendrían entre dos y cinco años aproximadamente ¿no? Por lo que, es evidente que no tienen ni idea de lo que fue mediáticamente, en aquel momento, el escándalo y claro está, esta es una buena oportunidad para recordarles quién “mintió”, cómo y por qué. Bueno, y esto ¿para qué? Pensémoslo de la siguiente manera, si la administración de AMLO se encarga de desacreditar los trabajos periodísticos de Loret de Mola, pasados y presentes, dichas generaciones pondrán en duda la veracidad de la información que publique el periodista en el futuro, y por lo tanto, no tendrán el mismo impacto; y es que si recordamos, este se ha encargado de difundir videos, reportajes, artículos y más de varios personajes allegados al presidente en situaciones “incomodas” por así decirlo, lo que sin duda no le ha hecho gracia pues, claro está, su reputación y su imagen están de por medio; y además, como sabemos, lo que publica atenta contra aquello que ha predicado desde hace más de 20 años como: su lucha contra la corrupción, contra la desigualdad o en favor de los pobres.

Ahora, la parte que queda clara es que el Presidente debe tener más cuidado a quién le otorga el reflector, porque si bien en este caso lo hizo para hacer un “señalamiento”; el hacerlo de una manera tan directa, lo único que está logrando es otorgarle un pedestal, a su nivel, a dicha figura pública y al final del día él debe recordar que su lugar es el de la máxima autoridad en nuestro país, nos guste o no, el nos representa a todos y la importancia que él le de a un mensaje o persona, será proporcional al impacto que tendrá en su imagen.


Doctoranda en Imagen Pública

Directora π en SCIO Group
Ex godín Gubernamental
Fisgona por naturaleza y delirante por la imagen
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Twitter: @Mar_Naa