Podríamos seguir hablando de política, pero honestamente es lo mismo de siempre, así que hoy tocaremos un tema que personalmente me gusta porque se trata de una empresa que lleva varios años trabajando por limpiar su imagen, no sólo por las quejas de las modelos sobre el trato en referencia a su cuerpo y por el cúmulo de escándalos que giraron entorno a la marca y quienes la encabezaban cómo el que se vinculó al fundador de Limited Brands, compañía que ostenta el 45% de la marca de lencería, con el agresor sexual Jeffrey Epstein lo que sin duda repercutió fuertemente en la imagen de la misma, por ejemplo; sino porque lo que terminó por derrumbar el imperio de lencería, Victoria’s Secret fue la crítica de los consumidores respecto del “anti body-positive” que la empresa promovía derivado de los estándares de belleza inalcanzables que sus modelos imponían.
Esta queja de los consumidores resonó a tal grado que el rating de la pasarela más famosa de lencería pasó de tener 9.7 millones de vistas en 2013 a bajar a 3.3 millones en 2018, por lo que cancelaron el desfile y públicamente señalaron que trabajarían en los valores de la marca para renovarse y adaptarse a las nuevas demandas de consumo. Posteriormente Victoria's Secret, aprovechó el momento de crisis y se involucró en campañas con figuras públicas que eran aclamadas por algo más que su físico, también por ejemplo, incluyó a Sofía Jirau, la primera mujer con síndrome de Down en ser se parte de su lista de modelos.
Esta “profunda transformación” se ha gestado después de que la marca demostró su incapacidad para adaptarse a las nuevas tendencias durante años y por eso le ha costado tanto tiempo reconstruirse. El director ejecutivo de la marca, Martin Water señaló para Business Insider que su objetivo es liderar el mundo de la ropa íntima, tal y como lo hacían años atrás. Por eso para finales de este año retomarán el famoso desfile y probablemente lo hagan con su calendario habitual, que estaba programado para finales de año.
Ciertamente este desfile de fantasía es uno que muchos esperan, porque en esta renovación que ha hecho la marca se han incorporado más modelos y embajadores que mantienen diferentes estándares de belleza y por lo mismo la expectativa es que el show contemple eso en lo que ha buscado convertirse, es decir que exista coherencia entre lo que ha vendido estos últimos años como parte de la nueva esencia de Victoria’s Secret y lo que proyectará en el desfile; porque sin duda personajes como Rihanna, por ejemplo, aprovecharon la falta de empatía con la que navegaron por muchos años para apostar por esa aclamada diversidad e inclusión para lanzar su propia marca de lencería, en este caso, Savage Fenty que además en su momento contó con el apoyo de modelos como Gigi y Bella Hadid, que fueron ángeles de Victoria’s Secret, porque defendía el concepto de “cuerpos reales”, que además es un “valor” con el cual predica la cantante y empresaria de Barbados.
Ahora sólo queda esperar que este cambio de estilo sea real y no sólo una estrategia más para hacer frente a las críticas que le han perseguido y a las pérdidas millonarias que han pesado en sus bolsillos en los últimos años, porque bien dice la paremia “renovarse o morir”.