Símbolos, esas hermosas representaciones gráficas, visuales, auditivas o figuradas que son aceptadas en una cultura con un mismo significado, es decir existe una convención social sobre el mismo por lo que no es necesario explicar lo que significa. Si bien el escudo de nuestra Bandera Nacional es un símbolo que ha tenido cambios a través del tiempo, como lo conocemos hoy es como lo amamos porque precisamente es parte de nuestra historia, una que mucho se ha buscado defender -por algo hay una ley que impide modificaciones al mismo-.
Tal es el grado de importancia para los mexicanos el uso de nuestros símbolos patrios -el Escudo, la Bandera y el Himno Nacional- que algunos artistas han sido sancionados por mal uso de los mismos, por ejemplo: en 2007 Paulina Rubio posó para una revista y en una de las fotos cubría su cuerpo con la bandera de México lo que le ameritó una sanción por parte de la Secretaría de Gobernación; también en 2014 Miley Cyrus dio un concierto en Monterrey y uno de sus bailarines usó una bandera de México para golpearla en el trasero por lo que se le impuso una multa a la empresa que trajo a la cantante y estos son sólo dos ejemplos de muchos.
Lo cierto, es que en general el mexicano es muy celoso y cuidadoso de su identidad nacional, y es por esto que causó gran molestia en redes sociales la decoración en el Zócalo de la Ciudad de México, pues el emblema del águila parada en un nopal mientras devora una serpiente no es el escudo actual sino el Águila Juarista de la Segunda República Federal de los Estados Unidos Mexicanos que además podemos ver en los billetes de 20 pesos, según explicó la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum.
Sin embargo, esta decoración causó polémica al grado que en redes sociales se le relacionó con el escudo de Morena -que cabe aclarar que el partido político no cuenta con isotipo registrado ante el INE, aunque circula una versión muy similar a esa águila en los diseños del partido-; y peor aún, algunos internautas llegaron a compararlo con el logotipo del Partido Nacional Socialista de los Obreros Alemanes o mejor conocido como Partido NAZI; lo que evidentemente levantó más alarma.
Queda claro, que este “error” de diseño ha generado un problema para la imagen del Gobierno y su titularidad -el presidente, Andrés Manual López Obrador- pues para su audiencia no tiene relevancia si el objetivo era hacer una reverencia al pasado, lo que siendo honestos también resulta contradictorio pues su movimiento habla de transformación y por ende del futuro-, lo que le importa es la interpretación que su contexto le da a dicho símbolo y, como bien se notó, por insignificante que parezca, esto requirió de explicaciones y tiempo que no se debió invertir en un momento de crisis económica y de salud tan fuertes, como las que se están viviendo en nuestro país.
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