/ martes 21 de noviembre de 2023

Mirada Empresarial Contratación y remuneración por competencias laborales

Desde que somos estudiantes, se nos ha enseñado que lo aprendido dentro de las aulas será más que suficiente para poder competir dentro del mercado laboral y, con ello, poder colocarnos en un empleo bien remunerado que nos ayude a cubrir las necesidades de un hogar y de nuestra familia.

Sin embargo, la experiencia nos ha demostrado que los conocimientos y la técnica aprendida dentro de los centros escolares son una buena base, pero no lo es todo para poder sacarle el mayor provecho a nuestro talento laboral.

Por ello, paulatinamente el desarrollo de habilidades se ha convertido en una prioridad para las personas y las empresas; éstas últimas, desde hace algunos años han promovido el pago por habilidades, ya que, de acuerdo a sus propias palabras, este es un modelo de remuneraciones que busca “no cortar a todos los trabajadores con la misma tijera”. Bajo este esquema, las diferencias salariales se justifican por las competencias que poseen las personas y que contribuyen a cumplir mejor un rol dentro de la organización.

Desde el sector económico la opción de contratar y pagar con base a las habilidades de los colaboradores se ha colocado como una posibilidad real para los próximos años; todo se enfocará en evolucionar a pagar por habilidades, y no por las responsabilidades adquiridas dentro de las empresas.

Pese a que esto pudiera sorprender y poner en una posición de temor a una gran cantidad de personas, la realidad es que el concepto de pagar por habilidades implica contar con un salario base, el cual puede incrementar en función del valor de las competencias que demanda un puesto de trabajo y la cantidad de aptitudes con las que cuente el o la colaboradora. Es decir, se considerará las capacidades extraordinarias con las que se cuenta.

Como miembros del sector económico, ya no suena como algo distante poder establecer jornadas de trabajo más cortas y salario mínimo más elevado a partir de las necesidades de las empresas; sin embargo, siempre se han de considerar las habilidades y competencias con las que cuentan los colaboradores.

Consideramos que es de suma importancia poder migrar hacia un nuevo esquema de colaboración mixto; una donde se tenga una jornada de trabajo reducida y donde se vislumbren las habilidades, y otra donde se tengan en consideración las competencias laborales y en donde se pueda evaluar de manera conjunta las tres consideraciones.

Esta es una iniciativa que se ha solicitado desde hace tiempo, por lo que encontrar acuerdos y mostrar resultados mejorará de manera significativa la productividad de las empresas, el bienestar de las familias y la remuneración de las y los colaboradores. Hoy necesitamos atender la escasez de talento que llegó a un nivel histórico en 2023, donde hasta un 77 por ciento de los empleadores reportó dificultad para encontrar personal con las competencias adecuadas.

Lic. Gilberto Javier Sauza Martínez / Vicepresidente de CONCAEM

FB: GilbertoSauzaMx TW: gilbertosauzamx IG: gilbertosauzamx

Desde que somos estudiantes, se nos ha enseñado que lo aprendido dentro de las aulas será más que suficiente para poder competir dentro del mercado laboral y, con ello, poder colocarnos en un empleo bien remunerado que nos ayude a cubrir las necesidades de un hogar y de nuestra familia.

Sin embargo, la experiencia nos ha demostrado que los conocimientos y la técnica aprendida dentro de los centros escolares son una buena base, pero no lo es todo para poder sacarle el mayor provecho a nuestro talento laboral.

Por ello, paulatinamente el desarrollo de habilidades se ha convertido en una prioridad para las personas y las empresas; éstas últimas, desde hace algunos años han promovido el pago por habilidades, ya que, de acuerdo a sus propias palabras, este es un modelo de remuneraciones que busca “no cortar a todos los trabajadores con la misma tijera”. Bajo este esquema, las diferencias salariales se justifican por las competencias que poseen las personas y que contribuyen a cumplir mejor un rol dentro de la organización.

Desde el sector económico la opción de contratar y pagar con base a las habilidades de los colaboradores se ha colocado como una posibilidad real para los próximos años; todo se enfocará en evolucionar a pagar por habilidades, y no por las responsabilidades adquiridas dentro de las empresas.

Pese a que esto pudiera sorprender y poner en una posición de temor a una gran cantidad de personas, la realidad es que el concepto de pagar por habilidades implica contar con un salario base, el cual puede incrementar en función del valor de las competencias que demanda un puesto de trabajo y la cantidad de aptitudes con las que cuente el o la colaboradora. Es decir, se considerará las capacidades extraordinarias con las que se cuenta.

Como miembros del sector económico, ya no suena como algo distante poder establecer jornadas de trabajo más cortas y salario mínimo más elevado a partir de las necesidades de las empresas; sin embargo, siempre se han de considerar las habilidades y competencias con las que cuentan los colaboradores.

Consideramos que es de suma importancia poder migrar hacia un nuevo esquema de colaboración mixto; una donde se tenga una jornada de trabajo reducida y donde se vislumbren las habilidades, y otra donde se tengan en consideración las competencias laborales y en donde se pueda evaluar de manera conjunta las tres consideraciones.

Esta es una iniciativa que se ha solicitado desde hace tiempo, por lo que encontrar acuerdos y mostrar resultados mejorará de manera significativa la productividad de las empresas, el bienestar de las familias y la remuneración de las y los colaboradores. Hoy necesitamos atender la escasez de talento que llegó a un nivel histórico en 2023, donde hasta un 77 por ciento de los empleadores reportó dificultad para encontrar personal con las competencias adecuadas.

Lic. Gilberto Javier Sauza Martínez / Vicepresidente de CONCAEM

FB: GilbertoSauzaMx TW: gilbertosauzamx IG: gilbertosauzamx

ÚLTIMASCOLUMNAS