Se ha vuelto una costumbre opinar y descalificar utilizando tribunas y micrófonos, sin reservas, lo cual entorpece el desarrollo de la agenda nacional.
Los temas son varios y se presentan de manera paralela, por ejemplo, este 23 de octubre, en el marco de la reforma laboral, entrará en vigor la Norma Oficial Mexicana NOM-035-STPS-18, cuyo propósito es fomentar un buen ambiente laboral al interior de las industrias.
También, en la cámara baja, se aprobó la Ley de Ingresos de la Federación 2020, con fuertes discusiones en cuanto a al intento de imposición del IEPS para algunos productos.
Por si fuera poco, el verdadero estado de la cuestión en cuanto a seguridad pública, más allá de las declaraciones oficiales, ha quedado al descubierto con los hechos suscitados el pasado jueves en Culiacán, Sinaloa.
Ninguno de estos temas es menos importante, por lo que el sector empresarial contribuye de manera responsable desde su ámbito de acción, a coordinar la atención de los temas tanto emergentes como de mediano y largo plazo.
En este sentido, inversionistas y empresarios del Estado de México, con visión y trabajo anticipado deben seguir impulsando la firma de convenios de colaboración con los tres niveles de gobierno, la comunicación constante y el análisis de los temas.
En materia laboral, asesorar a los empresarios, sindicatos y trabajadores en cuanto al contenido y aplicación de la NOM-035-STPS-18; así como establecer estrategias de colaboración para coordinar la atención de conflictos laborales a través de la conciliación conforme a la nueva ley.
En cuanto a la minuta de miscelánea fiscal, es necesario que entre tanto se discute en el Senado de la República, se realicen mesas de trabajo en la que los empresarios analicen la congruencia de la iniciativa con respecto a las posibilidades reales de desarrollo económico nacional, en un entorno global.
Algo alarmante es el estado de seguridad que guarda el país, por eso es urgente que así como se ha venido colaborando en el Estado de México entre empresarios y autoridades, se actúe, se firmen convenios, se definan estrategias compartidas para atender el asunto, como por ejemplo el Protocolo de Seguridad Empresarial diseñado en común, con el fin de colaborar en materia de vinculación, inteligencia, prevención y reacción táctica ante el clima de inseguridad que se vive en el país.
Esto significa coordinar los temas, trabajar en torno a la agenda de lo urgente y lo mediato. Eso es lo que el país necesita para generar riqueza y empleos, contribuir al gasto público, impulsar el desarrollo económico y sumar para generar un mejor ambiente de seguridad.
México necesita acuerdos y trabajo compartido, no descalificaciones, uso irresponsable de micrófonos o simples pasarelas fotográficas expuestas en las redes sociovirtuales.
El sector empresarial debe seguir produciendo, actuando y proponiendo, pues esa es su vocación.
Desde esta mirada empresarial concluyó con el análisis del estado de la cuestión acerca de coordinar los temas de la vida nacional, en tiempo y con precisión.
@GilbertoSauzaMa.
