/ lunes 19 de agosto de 2019

Mirada Empresarial | El peso y la realidad


La incertidumbre en la economía es un hecho. Además, irrebatible. Y a nivel mundial. La tensión comercial es evidente, los mercados están inseguros y la amenaza de una recesión es cada vez más probable.

La principal causa de esa incertidumbre a nivel mundial proviene de la inestabilidad de los pactos comerciales, así como de la facilidad con que las imposiciones son empuñadas como armas políticas. Particularmente desde las posiciones de poder, sobre todo de la potencia mundial. Nuestro vecino del norte.

El panorama mundial no es nada halagador, a pesar de que en nuestro país el fantasma de la recesión se ha desvanecido, como lo demostraron los datos. Con el afán de dar un empujón a la economía, el Banco de México recortó la tasa de interés de 8.25% a 8.%. No se había hecho un recorte de esa magnitud desde 2014.

La autonomía del Banco de México está justamente planeada para que puedan tomarse este tipo de decisiones sin ningún tipo de sometimiento político. Por la lógica en la que se encuentra la economía mundial y sus afectaciones para nuestro país, afortunadamente han decidido muy bien. El recorte de la tasa de interés responde a la volatilidad de los mercados lo exige y a los efectos desfavorables, para sectores como el de la manufactura y la inversión.

De la misma forma nos revela la realidad: la economía mexicana está estancada, débil y no avanza. Ello lo podemos evaluar con la posición del peso frente al dólar, pero también de las otras divisas.

La decisión del Banco de México impide que la fuga de capitales se convierta en una amenaza. Ante la incertidumbre, si el gobierno federal cumple con sus obligaciones, como la seguridad, la infraestructura, la libre empresa, la certeza jurídica, favorecerá y alentará la economía.

Sin embargo, no servirá de nada el esfuerzo del Banco de México, si persiste la incertidumbre provocada por las malas decisiones.

comunicacion@coparmexedomex.org.mx y @GilbertoSauzaMa


La incertidumbre en la economía es un hecho. Además, irrebatible. Y a nivel mundial. La tensión comercial es evidente, los mercados están inseguros y la amenaza de una recesión es cada vez más probable.

La principal causa de esa incertidumbre a nivel mundial proviene de la inestabilidad de los pactos comerciales, así como de la facilidad con que las imposiciones son empuñadas como armas políticas. Particularmente desde las posiciones de poder, sobre todo de la potencia mundial. Nuestro vecino del norte.

El panorama mundial no es nada halagador, a pesar de que en nuestro país el fantasma de la recesión se ha desvanecido, como lo demostraron los datos. Con el afán de dar un empujón a la economía, el Banco de México recortó la tasa de interés de 8.25% a 8.%. No se había hecho un recorte de esa magnitud desde 2014.

La autonomía del Banco de México está justamente planeada para que puedan tomarse este tipo de decisiones sin ningún tipo de sometimiento político. Por la lógica en la que se encuentra la economía mundial y sus afectaciones para nuestro país, afortunadamente han decidido muy bien. El recorte de la tasa de interés responde a la volatilidad de los mercados lo exige y a los efectos desfavorables, para sectores como el de la manufactura y la inversión.

De la misma forma nos revela la realidad: la economía mexicana está estancada, débil y no avanza. Ello lo podemos evaluar con la posición del peso frente al dólar, pero también de las otras divisas.

La decisión del Banco de México impide que la fuga de capitales se convierta en una amenaza. Ante la incertidumbre, si el gobierno federal cumple con sus obligaciones, como la seguridad, la infraestructura, la libre empresa, la certeza jurídica, favorecerá y alentará la economía.

Sin embargo, no servirá de nada el esfuerzo del Banco de México, si persiste la incertidumbre provocada por las malas decisiones.

comunicacion@coparmexedomex.org.mx y @GilbertoSauzaMa

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