Ante el entorno económico que vivimos a nivel mundial, la recuperación de cada una de las economías nacionales es indispensable para recuperar los niveles de bienestar previos a la pandemia de Covid-19. Sin embargo, al día de hoy en México, contamos con retos importantes al momento de querer hacer negocios y abrir empresas.
Diversos organismos y estudios han dado cuenta de las dificultades que, como mexicanos enfrentamos día con día a causa de la intrincada tramitología que se debe de cumplir para abrir un negocio. Es por ello que desde el sector económico reconocemos la necesidad de trabajar de manera ardua en las materias de mejora regulatoria y desregulación.
Entendiendo que la mejora regulatoria, implica la facilitación de trámites para que los ciudadanos realicen sus gestiones con la autoridad de una manera más ágil, a un menor costo y que esto promueva la generación de más empresas.
Mientras que la desregulación, pretende evitar que existan normas, reglamentos o leyes que dupliquen los trámites que la población deba de cumplir para iniciar una actividad económica o emprender un negocio.
De acuerdo con el informe Doing Business 2017 para la región de Latinoamérica, en México se requieren en promedio 500 días para complementar los trámites administrativos de índole nacional y estatal. Mientras que en Nuevo León y Sinaloa toma 8 días, en Quintana Roo se ocupan en promedio 48.5 días para abrir una empresa.
Por ello, frente a esta realidad que persiste y a la necesidad de reactivar la economía nacional, desde el Estado de México el sector económico trabaja y coadyuva con las autoridades para implementar normas simplificadas para el inversionista, reglas que sean amigables con la llegada de inversión, fomenten la generación de empresas y, por ende, de empleos y riqueza.
Resulta indispensable establecer canales de diálogo e intercambio de ideas con las administraciones municipales para sensibilizarlos de que este es un momento propicio para trabajar sobre estas propuestas y generar soluciones.
Como primera autoridad en tener contacto con el ciudadano, los ayuntamientos deben promover la mejora regulatoria para simplificar trámites y promover las autorizaciones que los municipios atienden.
La mejora regulatoria requiere, sin dudas, de la participación del sector económico para que los municipios conozcan de primera mano los retos que existen en el otorgamiento de licencias y permisos.
La mejora regulatoria, no es un tema que requiera únicamente de la participación de las autoridades, se debe establecer diálogo con los sectores involucrados para superar las dificultades de manera más ágil y con las mejores propuestas.
