/ lunes 29 de noviembre de 2021

Mirada Empresarial | Inclusión al sector productivo para todos 

Desde siempre, se han generado propuestas y proyectos por parte de diversos sectores para contar con una mayor cantidad de empresas incluyentes, es decir, que cualquier persona que desee participar dentro del sector productivo tenga oportunidad de hacerlo sin importar sus condiciones físicas, sociales, personales o de cualquier índole.

En otros términos, toda persona tiene derecho al trabajo para vivir con dignidad, al ser esencial para la realización de otros derechos humanos y forma parte intrínseca de la dignidad humana. Es decir, deberá de presentarse condiciones similares para todos

A través de la inclusión laboral, las personas que pertenecen a un grupo de vulnerabilidad, como las que tienen alguna discapacidad, adultos mayores, madres trabajadoras, etc.; hacen posible que sus vidas se normalicen en casi todos los ámbitos, lo que contribuye a tener una mejor sociedad.

El trabajo dignifica a las personas, les permite sentirse plenos, productivos, aportar al sustento de sus familias, al suyo y a la sociedad.

Pese a que se han dado importantes esfuerzos para incluir a todas las personas en el ámbito laboral, en el país aún estamos lejos de entregar buenas cuentas en este sentido. De acuerdo a cifras del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, durante 2018, sólo 25% de las personas con discapacidad y que tienen alguna ocupación económica en México tienen contrato y solo 27% cuenta con prestaciones médicas, mientras que a nivel nacional las cifras son 40% y 43%, respectivamente.

Más aún cuando, tan sólo el 31 por ciento de las empresas en México que cotizan en Bolsa generan datos y describen las políticas de inclusión, lo cual las pone lejos de las mejores prácticas a nivel internacional, esto, con base a un estudio del Instituto Mexicano para la Competitividad.

Respecto a la participación de las mujeres dentro de los consejos de administración de las empresas, tras analizar 157 empresas, la conclusión del estudio fue que sólo es del 10 por ciento en México, cuando en países como Reino Unido y Estados Unidos es de 35 y 26 por ciento, respectivamente.

De acuerdo a la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, en septiembre de 2021, de las más de 57.5 millones de personas económicamente activas, las mujeres representaron el 39% y los hombres, el 61 por ciento. El 30% de las trabajadoras gana menos de un salario mínimo y sólo 1.7% recibe más de cinco. En cambio, para los hombres es 20% y 2.7%, respectivamente.

Sumar esfuerzos para ampliar la inclusión laboral dentro de las empresas beneficia a todos los sectores y el sector económico es el primer interesado en revertir las cifras actuales, deseamos ser incluyentes y que cada persona que desee sumarse al sector productivo lo haga en las mejores condiciones.


Desde siempre, se han generado propuestas y proyectos por parte de diversos sectores para contar con una mayor cantidad de empresas incluyentes, es decir, que cualquier persona que desee participar dentro del sector productivo tenga oportunidad de hacerlo sin importar sus condiciones físicas, sociales, personales o de cualquier índole.

En otros términos, toda persona tiene derecho al trabajo para vivir con dignidad, al ser esencial para la realización de otros derechos humanos y forma parte intrínseca de la dignidad humana. Es decir, deberá de presentarse condiciones similares para todos

A través de la inclusión laboral, las personas que pertenecen a un grupo de vulnerabilidad, como las que tienen alguna discapacidad, adultos mayores, madres trabajadoras, etc.; hacen posible que sus vidas se normalicen en casi todos los ámbitos, lo que contribuye a tener una mejor sociedad.

El trabajo dignifica a las personas, les permite sentirse plenos, productivos, aportar al sustento de sus familias, al suyo y a la sociedad.

Pese a que se han dado importantes esfuerzos para incluir a todas las personas en el ámbito laboral, en el país aún estamos lejos de entregar buenas cuentas en este sentido. De acuerdo a cifras del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, durante 2018, sólo 25% de las personas con discapacidad y que tienen alguna ocupación económica en México tienen contrato y solo 27% cuenta con prestaciones médicas, mientras que a nivel nacional las cifras son 40% y 43%, respectivamente.

Más aún cuando, tan sólo el 31 por ciento de las empresas en México que cotizan en Bolsa generan datos y describen las políticas de inclusión, lo cual las pone lejos de las mejores prácticas a nivel internacional, esto, con base a un estudio del Instituto Mexicano para la Competitividad.

Respecto a la participación de las mujeres dentro de los consejos de administración de las empresas, tras analizar 157 empresas, la conclusión del estudio fue que sólo es del 10 por ciento en México, cuando en países como Reino Unido y Estados Unidos es de 35 y 26 por ciento, respectivamente.

De acuerdo a la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, en septiembre de 2021, de las más de 57.5 millones de personas económicamente activas, las mujeres representaron el 39% y los hombres, el 61 por ciento. El 30% de las trabajadoras gana menos de un salario mínimo y sólo 1.7% recibe más de cinco. En cambio, para los hombres es 20% y 2.7%, respectivamente.

Sumar esfuerzos para ampliar la inclusión laboral dentro de las empresas beneficia a todos los sectores y el sector económico es el primer interesado en revertir las cifras actuales, deseamos ser incluyentes y que cada persona que desee sumarse al sector productivo lo haga en las mejores condiciones.


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