Las empresarias mexicanas y los empresarios mexicanos no hemos tenido tregua frente a la pandemia y en lugar de tomar una posición a la defensiva, hemos mantenido el ánimo de invertir y promoviendo la creación de fuentes de empleo, que sin lugar a duda beneficia los bolsillos de miles de familias dentro de esta crisis en la que aún vamos cuesta arriba.
Con base a datos del IMSS, a nivel nacional tan “sólo” se perdieron 647 mil empleos formales durante 2020, con lo que cerramos el año con 19 millones 773 mil 732 empleos registrados.
Siendo los sectores más afectados el de servicios para empresas, con una caída de 9.4 por ciento, seguido de la industria extractiva (menos 6.6) y la construcción (menos 5.5 por ciento). Mientras que las entidades con mayor disminución de empleos fueron Quintana Roo (con 21 por ciento), Guerrero (menos 8 por ciento), Baja California Sur (menos 7.7), la Ciudad de México (menos 6.4) y Puebla (menos 6.2).
Mientras que las estimaciones nacionales e internacionales hablan de una contracción de la economía mexicana promedio de entre -8.7 y -9.3%, se debe reconocer el esfuerzo que los empresarios mexicanos realizamos día con día con el único objetivo de sacar a flote la economía nacional con la creación y sostenimiento de las fuentes de empleo.
De manera local, al 31 de diciembre de 2020 en el Estado de México se registraron 1 millón 593 mil 415 mexiquenses con empleo reconocido ante el IMSS; mientras que en el periodo comprendido de diciembre de 2019 a diciembre de 2020 en la entidad tan sólo se perdieron 32 mil 766 puestos de trabajo.
Pese a que la pandemia ha generado efectos sumamente adversos para la economía formal en todos los rincones de nuestro país, el sector empresarial ha demostrado la capacidad de adaptación y la necesidad de mantener y en algunos casos, recuperar los empleos que se han perdido.
El número de afiliados registrados ante el IMSS, no es un éxito del gobierno, es éxito de los empresarios que mantienen los puestos de empleo y pagan de manera puntual sus impuestos. En este sentido, durante 2020 el SAT recaudó 3 billones 336 mil 876 millones de pesos, un crecimiento magro de tan “sólo” 0.7% respecto a 2019; pero que debe ser aplaudido ya que pese a las condiciones económicas actuales, los empresarios no hemos dejado de contribuir.
Es el momento de contar con un gobierno aliado más empático, analítico y que genere nuevas estrategias, dado que es previsible que la pandemia no terminará en 2021.
Los que generamos los empleos y la riqueza somos los empresarios, el gobierno sólo genera el ambiente propicio para la creación de fuentes de empleo. Como empresarios exigimos un cambio de estrategia, los empresarios somos parte de la solución y no del problema.
