De acuerdo a datos proporcionados por el Instituto Mexicano del Seguro Social, durante julio de 2022, a nivel nacional, se registraron 21 millones 79 mil 434 puestos de trabajo, de los cuales, el 86.8 por ciento eran empleos permanentes y 13.2 por ciento eran del tipo eventual.
Con estas cifras, durante los primeros 7 meses de este año en el país se presentó un incremento de 10 mil 726 nuevos puestos de trabajo.
Mientras que, en el Estado de México, durante julio de este año, 1 millón 701 mil 100 mexiquenses contaban con un empleo formal, esto representa 61 mil 905 empleos más que lo registrado de manera previa a la pandemia en marzo de 2020. Con estos datos, el Estado de México se ubicó como la 4° entidad con la mayor cantidad de empleos formales en el país, con un 8 por ciento del total registrado a nivel nacional.
Sin embargo, pese a los avances que se han presentado en materia de espacios de trabajo, estos beneficios no han logrado permear en todos los sectores de la población, ya que, aún estamos en deuda con las y los jóvenes del país, que pese a contar con mayores herramientas, aún no logran cubrir sus demandas de empleo.
De acuerdo a estudios realizados por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el empleo juvenil ha sido el más castigado por el impacto de la pandemia y su recuperación ha sido más lenta que la de otros sectores de la población. Con lo que existe el riesgo de que las y los jóvenes se involucren en el empleo informal y/o encuentren trabajos con bajos salarios.
Ante esto, la OIT, reveló que la población joven que no trabaja ni estudia se encuentra en sus niveles más altos de los últimos 15 años. Se estima que el total de jóvenes desempleados de 15 a 24 años a nivel mundial alcance los 73 millones durante 2022, una ligera mejora con respecto a 2021 dónde la cifra se ubicó en 75 millones; pero una cifra superior en seis millones por encima del nivel previo a la pandemia de 2019.
Ante esta realidad, los datos revelan que las y los jóvenes de México y del mundo carecen de un salario digno y suficiente para realizar una vida digna.
Por ello, desde el sector económico, hemos llevado propuestas a las autoridades para establecer acciones que atiendan la empleabilidad dentro de este sector; es decir, no sólo se trata de promover empleos bien remunerados, es dar una atención integral a esta problemática con una política pública que impulse la industria en el país y una política pública en materia de empleabilidad.
Es indispensable dotar de capacidades, habilidades y competencias laborales a los jóvenes para otorgarles salarios competitivos y revertir las cifras de empleabilidad que actualmente padecemos en el mundo, en el país y en la entidad.
No podemos echar en saco roto las aspiraciones y sueños de quienes son el futuro y presente de nuestra sociedad.
Lic. Gilberto Javier Sauza Martínez / Consejero Presidente de CONCAEM
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